Cap-37

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"Esto debe acabar"

Me desperté al día siguiente con una sensación de alegría que me llenaba el corazón. Aunque ahora tenía 28 años, me sentía como si volviera a tener 15. La emoción de mi cumpleaños fluía a través de mí, trayendo consigo recuerdos de celebraciones pasadas y la anticipación de lo que el día tendría reservado para mí.

Me estiré en la cama, disfrutando de la sensación de la suave luz de la mañana que se filtraba por la ventana de mi habitación. Aunque estaba sola en ese momento, me sentía rodeada de amor y felicidad. Mis pensamientos se volvieron hacia la noche anterior, recordando los momentos compartidos con Lydia y la sorpresa de su visita a medianoche para desearme feliz cumpleaños.

Una sonrisa se formó en mis labios mientras me levantaba de la cama y me preparaba para enfrentar el día que se extendía ante mí. Aunque ya era una adulta de 28 años, la emoción y la ilusión de mi cumpleaños aún podían hacerme sentir como una niña en el mejor de los sentidos.

Después de despertarme, me dirigí directamente a la sala, aún en mi pijama. Todos estaban allí, esperándome para desayunar, y cuando entré, se levantaron y me desecharon feliz cumpleaños. Mamá me abrazó tan fuerte que me dejó sin aliento, y papá compartió recuerdos nostálgicos de cuando era su niñita. Jeffrey me dio besos en la mejilla y me expresó lo mucho que me quería.

Pero fue en ese momento, cuando mi hermano me abrazó, que sentí un nudo en el estómago. Sabía lo que sentía por Lydia, y no podía evitar sentirme culpable por el amor que ambos compartíamos. Aunque anhelaba estar con Lydia en mi cumpleaños, sabía que también debía considerar los sentimientos de mi hermano. Hoy, trataré de no estar demasiado tiempo con Lydia, para no hacerlo sufrir. Aunque en lo más profundo de mi ser, me moría por estar con ella.

Durante el desayuno, traté de interactuar lo menos posible con Lydia. Sentía su mirada sobre mí, como si pudiera leer mis pensamientos. Intentaba participar en las conversaciones familiares, pero mi mente no dejaba de divagar hacia ella. Me esforzaba por ocultar mis emociones, pero sabía que Lydia podía percibir mi incomodidad. Era un día especial para mí, pero también estaba lleno de tensiones y conflictos internos.

Terminé de desayunar y anuncié que me iba a cambiar. Lydia me miró con una expresión comprensiva y dijo que me acompañaría por si necesitaba ayuda para elegir. Jeffrey asintió con una sonrisa, aparentemente sin notar la tensión entre nosotras.

"Megan, ¿quieres que te ayude a decidir qué ponerte?" preguntó Lydia, tratando de sonar amigable.

"Gracias, Lydia. Creo que puedo manejarlo sola", respondí con una sonrisa forzada, tratando de evitar cualquier conversación incómoda.

Sin embargo, Lydia insistió en acompañarme, y juntas nos dirigimos a mi habitación, dejando atrás la atmósfera tensa de la mesa del desayuno.

Nos sentamos en mi habitación, hablando en susurros para evitar que alguien más nos escuchara. Lydia me miró con preocupación y me preguntó qué me pasaba y por qué estaba actuando tan distante con ella.

Sus palabras me golpearon, pero sabía que tenía que ser honesta. "Lydia, no podemos seguir así", susurré, sintiendo el peso de mis palabras. "Jeffrey te ama, y yo... yo no puedo seguir haciéndole esto."

Lydia parecía confundida. "¿Haciéndole qué?"

"Esto", repetí, gestando entre nosotras. "Él es mí hermano, Lydia. No puedo seguir acostándome contigo mientras él piensa que ustedes son novios. No es justo para él, ni para ti, ni para mí." Suspiré y seguí. "Solo... actúa como si lo amaras a el y a... a mi no.

Lydia me miraba con incredulidad mientras procesaba mis palabras. "Pero Megan, ¿qué estás diciendo? ¿Qué quieres decir con que actúe como si no te amara?"

my brother's best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora