Cap-32

19 1 0
                                    

"Lo siento tanto"

Salí del despacho de Lydia con el corazón lleno de ira y dolor. No podía soportar estar un segundo más en ese lugar, rodeada de mentiras y traición. Caminé directamente hacia mi escritorio, sintiendo la necesidad imperiosa de alejarme de todo.

Me senté frente a mi computadora y comencé a escribir una carta para Jeffrey. Cada palabra que escribía era un intento desesperado por expresar la tormenta de emociones que sentía dentro de mí. Cuando terminé, doblé la carta con manos temblorosas y se la entregué a la secretaria de Jeffrey, con instrucciones claras de que la entregara en cuanto él estuviera disponible.

No me importaba si me descontaban del salario por ausentarme unos días. Necesitaba alejarme de todo, necesitaba tiempo para procesar lo que había sucedido, para sanar las heridas que Lydia había dejado en mi corazón.

Con la carta entregada, me levanté de mi escritorio y me dirigí hacia la salida, sin siquiera mirar atrás. Sabía que necesitaba alejarme, necesitaba estar sola para poder enfrentar el torbellino de emociones que me consumía.

En la carta que escribí a Jeffrey, simplemente le informé que me tomaría unos días de descanso para visitar a nuestros padres en Estados Unidos. No mencioné nada sobre lo que había sucedido entre Lydia y yo, quería mantener eso privado por el momento. Expresé que necesitaba tiempo para reflexionar y estar con la familia, y que comprendiera si debía descontarme esos días de mi salario, pero aseguré que volvería pronto.

Rápidamente fui a casa. Entré casi corriendo, comencé a guardar algunas prendas de ropa en mi mochila, lo esencial para unos días fuera. Cuando ya tenía todo listo, me fui, cerrando la puerta, dejando todo atrás, por un tiempo.

Mientras caminaba hacia el aeropuerto, mi mente estaba llena de confusión y dolor. Sentía una mezcla de emociones abrumadoras: rabia, tristeza, decepción. ¿Cómo pudo Lydia hacerme esto? ¿Cómo pudo destrozar nuestra relación de esta manera?

Apenas podía respirar mientras cargaba la mochila en mis hombros. Cada paso que daba me alejaba más de la casa que solíamos compartir, de los recuerdos felices que ahora se veían empañados por la traición. No podía entender cómo todo había cambiado tan drásticamente en tan poco tiempo.

Al llegar al aeropuerto, me apresuré hacia el mostrador de boletos, con la esperanza de encontrar un vuelo disponible lo antes posible. Mi mente estaba en un torbellino, pero necesitaba alejarme de todo esto, de Lydia, de Jeffrey, al menos por un tiempo. Necesitaba tiempo para sanar, para procesar lo que acababa de descubrir.

Mientras esperaba en la fila, saqué mi teléfono y revisé los mensajes de texto que había enviado a Lydia. ¿Por qué no me respondía? ¿No se daba cuenta de lo que había hecho? Sentí un nudo en la garganta al recordar las palabras hirientes que nos habíamos intercambiado en el despacho.

Finalmente, llegó mi turno y conseguí un boleto para un vuelo que salía en unas pocas horas. Con el boleto en mano, me dirigí hacia la puerta de embarque, dejando atrás todo lo que solía ser mi vida, con la esperanza de encontrar algo de paz en el abrazo reconfortante de mis padres.

El vuelo se sintió interminable mientras mis pensamientos giraban en círculos, atrapada en un remolino de emociones contradictorias. Recordé cada momento compartido con Lydia, desde las risas compartidas hasta las noches de pasión desenfrenada. ¿Cómo podía reconciliar esos recuerdos con la traición que acababa de experimentar?

Me sentía perdida, como si el suelo se hubiera abierto bajo mis pies y me hubiera tragado un abismo de dolor. Cerré los ojos con fuerza, tratando de alejar las imágenes que seguían atormentándome, pero cada vez que los abría, volvían con más fuerza.

my brother's best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora