Cap- 10

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"Cómo antes"

Mientras regresaba a casa, el encuentro en la cafetería seguía resonando en mi mente. No podía creerlo. Lydia también sentía algo por mí. El pensamiento me hacía sentir eufórica y asustada al mismo tiempo. Había amado a Lydia desde que yo era una niña pero nunca imaginé que ella pudiera sentir lo mismo.

Al llegar al hotel, fui a mi habitación y me dejé caer en el sofá, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. ¿Qué significaba todo esto? ¿Podríamos tener una oportunidad juntas, a pesar de las complicaciones y los obstáculos que enfrentábamos?

Mi mente estaba llena de preguntas y emociones encontradas, pero una cosa era segura: este día no lo olvidaría fácilmente. Era el comienzo de algo nuevo, algo que podría cambiarlo todo.

Solté un grito de felicidad, de victoria. No podía creerlo. Había conquistado a Lydia. ¡Lo había logrado! El aire vibraba con mi emoción, y mi corazón latía con fuerza, lleno de alegría y triunfo. Era un momento de celebración, de dejarme llevar por la euforia de lo que acababa de descubrir.

Cada latido de mi corazón resonaba con una nueva fuerza, una determinación renovada para enfrentar lo que viniera. Había encontrado algo especial en Lydia, algo que me llenaba de esperanza y felicidad. Y ahora, con ese grito de triunfo, dejaba claro al mundo que estaba lista para seguir adelante, dispuesta a enfrentar lo que el destino tenía reservado para mí y para Lydia.

Me encontraba tan feliz en ese momento, con una sonrisa que iluminaba mi rostro. La emoción por lo que acababa de suceder con Lydia aún se palpaba en el aire cuando escuché el timbre de la puerta. Rápidamente me dirigí hacia allí, esperando encontrarme con alguien que compartiera mi alegría. Pero al abrir la puerta, mi felicidad se desvaneció gradualmente al ver a Jeffrey parado frente a mí.

Jeffrey: ¡Hola, Meg! ¿Qué tal tu día? Pareces feliz...

Megan: (Tratando de ocultar su incomodidad) Oh, hola Jeffrey. Sí, fue un día bastante bueno en el trabajo. ¿Y tú? ¿Cómo estuvo tu día?

Jeffrey: Bien, bien. Solo estuve ocupado con algunas reuniones aburridas. Pero oye, ¿qué tal si salimos a celebrar tu día tan bueno?

Megan: (Buscando una excusa rápida) Oh, eso suena genial, Jeffrey, pero estoy realmente agotada. Creo que solo quiero descansar esta noche.

Jeffrey: Oh, entiendo. No hay problema en absoluto. Quizás otro día entonces.

Megan: Sí, definitivamente. Gracias, Jeffrey.

Aunque intenté disimular mi decepción, sabía que Jeffrey había captado mi cambio de ánimo.

Sentí cómo Jeffrey me pasaba por el lado y se dirigía hacia mi habitación. Suspiré mientras lo observaba sentarse en el borde de la cama. Jeffrey siempre había sido un hermano increíble, y lo amaba profundamente, pero en ese momento, mi mente estaba ocupada por otro tipo de sentimientos.

Megan: (Con una sonrisa forzada) ¿Qué pasa, Jeff? ¿Necesitas algo?

Jeffrey: (Mirándome con preocupación) ¿Estás bien, Megs? Puedo notar que algo te está molestando.

Megan: (Tratando de ocultar mis sentimientos) Oh, no, no es nada. Solo estoy un poco cansada, supongo.

Jeffrey: (Frunciendo el ceño) ¿Estás segura? Puedes confiar en mí, sabes que siempre estoy aquí para ti.

Megan: (Tratando de desviar la conversación) Sí, lo sé, Jeff. Gracias. Pero no te preocupes por mí, ¿de acuerdo?

Jeffrey: (Asintiendo con resignación) De acuerdo, Megs. Pero si alguna vez necesitas hablar o algo así, solo házmelo saber, ¿de acuerdo?

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