Cap-26

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"Ordename, controlame"

Nos entregamos por completo al frenesí del deseo, cada beso y cada susurro alimentando el fuego que ardía entre nosotras. El mundo desapareció a nuestro alrededor, dejándonos solas en nuestro propio universo de pasión desenfrenada.

Megan me miraba con deseo mientras me despojaba de mi ropa, dejando al descubierto mi piel ansiosa por el contacto con la suya. Cada prenda que caía al suelo era un paso más hacia la liberación de nuestras pasiones compartidas.

Una vez desnuda, me acerqué a ella con pasos decididos, sintiendo su mirada ardiente sobre mí mientras me movía hacia la mesa donde estaba sentada. Sus ojos brillaban con una lujuria que encendía mi propio deseo, y su silenciosa invitación me impulsaba a acercarme aún más.

Me detuve frente a ella, observando cómo sus manos acariciaban su cuerpo con una sensualidad cautivadora. La tensión en el aire era palpable, cargada de anticipación y anhelo mientras nos preparábamos para lo que estaba por venir.

Con un gesto audaz, me incliné hacia adelante y deslicé mis manos por sus muslos, acercándome lentamente hasta que nuestros cuerpos estuvieron casi tocándose. El calor de su piel contra la mía era intoxicante, y cada roce era una chispa que encendía el fuego de nuestra pasión compartida.

"¿Qué tal si me hablas con autoridad?", susurró Megan con un tono juguetón, desafiante.

Sonreí ante su pedido, sintiendo cómo la excitación se encendía aún más dentro de mí. "¿Así que te gusta cuando tomo las riendas?", respondí, con una voz suave pero llena de determinación.

"Mmm, sí", murmuró Megan, su voz cargada de deseo mientras se mordía el labio inferior. "Me encanta cuando te muestras dominante, Lydia. Es tan... excitante".

Aprovechando la oportunidad, me acerqué a ella con un gesto seguro, mis manos encontrando su piel con confianza mientras acariciaba sus muslos con delicadeza. "Entonces prepárate, preciosa", susurré, mi aliento cálido rozando su piel. "Porque esta noche, voy a mostrarte exactamente cuánto puedo ser dominante".

Con un aire de autoridad palpable, tomé el control de la situación, guiando a Megan con confianza y determinación. Mis manos exploraban cada centímetro de su piel con una mezcla de suavidad y firmeza, mientras mis labios encontraban los suyos en besos ardientes y dominantes.

Megan respondía a mi dominio con pasión desenfrenada, entregándose por completo a la intensidad del momento. Cada caricia, cada susurro de mi voz resonaba en la habitación, alimentando el fuego que ardía entre nosotras.

Nos sumergimos en un juego de poder y entrega, explorando nuestros deseos más profundos y oscuros con una intensidad que nos dejaba sin aliento. Era un baile erótico de cuerpos y mentes, donde cada movimiento estaba cargado de pasión y deseo desenfrenado.

Y en medio de esa vorágine de sensaciones y emociones, nos perdimos la una en la otra, fundiéndonos en un éxtasis compartido que nos dejaba sin aliento y nos dejaba ansiosas por más. Era un momento de pura conexión y entrega, donde el mundo exterior desaparecía y solo existíamos nosotras, en un universo de deseo y pasión sin límites.

Con voz firme y segura, le ordené a Megan que se entregara por completo, que se dejara llevar por el placer que yo le ofrecía. Cada palabra que salía de mis labios estaba cargada de autoridad y deseo, y Megan respondía con sumisión y entrega total.

"Quiero que te desnudes para mí, lentamente", le ordené, observando cómo sus manos temblorosas comenzaban a desabrochar su sostén.

"Más despacio", le instruí cuando noté su impaciencia, disfrutando de cada momento de anticipación mientras su piel se revelaba poco a poco ante mis ojos.

my brother's best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora