T/n, la segunda más joven del grupo, fue encontrada por Vander en un callejón el día después del ataque al puente, donde se escondía, vulnerable y sola. Vander la acogió, pero T/n no es una simple niña indefensa; tiene muros construidos que desafían...
╔═══════════════════╗ T/n & Powder ✾ V. YOU WILL BE MINE ✾
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Corríamos a toda velocidad por las calles de Piltover, mientras las miradas curiosas y desconfiadas de los transeúntes se clavaban en nosotros. No pasábamos desapercibidos en absoluto. Nuestra ropa, algo desgastada y distinta de lo que usualmente se veía en esta parte de la ciudad, sumada a nuestras actitudes, nos hacía destacar entre la gente. Vi iba primera, seguida de Claggor y Mylo. Yo me encontraba corriendo lo más rápido posible, con Powder justo a mi lado, su pequeña mano aferrada con fuerza a la mía. No podía permitirme soltarla ni un segundo; tenía que asegurarme de que no se quedara atrás o, peor aún, que algo malo le ocurriera si tropezaba o perdía el paso.
El sonido de los gritos de los vigilantes resonó en el aire antes de que pudiera siquiera pensar en disminuir la velocidad. "¡Alto! ¡Ustedes, ahí abajo!" gritaban desde lo alto de un puente. Dos de ellos, de pie sobre la estructura, nos vieron y no tardaron en lanzar un dispositivo en nuestra dirección. Instintivamente, apreté más la mano de Powder y la empujé hacia adelante, fuera del alcance de lo que parecía una red que se desplegaba en el aire. Logré esquivarla justo a tiempo, pero las voces de los vigilantes seguían resonando detrás de nosotros, cada vez más cercanas. "¡No pueden escapar! ¡Deténganlos!", gritaban con una mezcla de furia y desesperación.
Seguíamos corriendo, sorteando obstáculos y esquivando a las personas que se cruzaban en nuestro camino. Cada paso se sentía más pesado, pero la adrenalina nos mantenía en movimiento. Llegamos finalmente a la plaza principal de la ciudad, un espacio amplio y lleno de transeúntes, pero no podíamos permitirnos detenernos ni un segundo.
Vi, siempre rápida en tomar decisiones, gritó por encima del bullicio: "¡Más rápido!", y aceleró el paso. Yo, agotada, volteé la cabeza un instante para asegurarme de que todos seguían conmigo. Mi mirada se cruzó con la de Claggor, que corría a mi lado, concentrado pero claramente tan cansado como yo.
Vi, saltó por encima de las escaleras de la plaza, mientras Mylo, siempre intentando impresionar a todos, se deslizó por la barandilla. No me quedaba otra opción que seguir su ejemplo. Salté también, omitiendo los escalones y aterrizando de manera algo torpe, pero lo suficientemente rápida como para no perder el ritmo.
Mientras corría, siempre manteniendo a Powder a mi lado, noté algo moviéndose en el aire hacia nosotros. Busqué con la mirada el origen del peligro y vi otro de esos aparatos que los vigilantes habían lanzado. Sin pensarlo, agarré el brazo de Powder y la empujé fuera de su trayectoria justo a tiempo.
"¿Estás bien?", le pregunté, con el corazón acelerado por el susto y la adrenalina, corriendo ligeramente delante de ella para protegerla.
"Sí, estoy bien, T/a", respondió con dificultad. Podía ver el agotamiento en su rostro, sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración era pesada. Habíamos estado corriendo tanto tiempo que ambos estábamos al límite, pero no podíamos permitirnos parar.
