T/n, la segunda más joven del grupo, fue encontrada por Vander en un callejón el día después del ataque al puente, donde se escondía, vulnerable y sola. Vander la acogió, pero T/n no es una simple niña indefensa; tiene muros construidos que desafían...
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POV T/N:
El otro día estuve reflexionando sobre la cercanía entre Ekko y Jinx la última vez que estuvieron juntos. No sé por qué, pero ayer me embargo un sentimiento de celos. Nunca antes había experimentado ese tipo de sensación respecto a su amistad en el pasado.
Mientras estaba perdida en mis pensamientos, un golpeteo en la puerta me sacó de mis ensimismamiento. "Adelante", respondí, mientras me acomodaba en el sofá de mi biblioteca. Observe a Jinx entrar.
"¿Estás bien?", preguntó Jinx, notando mi expresión distraída mientras miraba al techo.
"Si, estoy bien, solo estaba pensando en algo, eso es todo", respondí con cierta vaguedad. Jinx se recostó sobre mi, buscando mi cercanía.
"¿En qué estabas pensando?", preguntó con curiosidad mientras acariciaba suavemente su cabello.
"Simplemente en volver a ver a Ekko. Supongo que me afectó un poco", confesé, encontrando su mirada mientras intentaba comprender mis propios sentimientos.
"Entiendo. Quiero decir, no lo hemos visto en años y, de repente, nos encontramos en lados opuestos", comentó Jinx con empatía, asintiendo con la cabeza y reposándola sobre mi hombro.
"Si, supongo que tienes razón", murmuré, reconociendo la validez de sus palabras mientras me sumía en mis pensamientos una vez más.
"Pero eso no es lo único que te ha estado molestando, ¿verdad? Hay algo más", dijo Jinx con una mirada perspicaz, captando mi atención de inmediato. Suspiré cansada y cubrí mis ojos con el brazo, tratando de ocultar mis emociones.
"No lo se. De todos modos, ¿por qué viniste aquí?", le pregunté, alzando ligeramente el brazo para poder mirarla con mi ojo izquierdo, buscando una distracción momentánea.
"Tenemos otra misión. Vine a buscarte, pero si no estás lista, podemos esperar un poco", sugirió con calma, ofreciéndome la opción de tomarme un tiempo si lo necesitaba. Negué con la cabeza y me incorporé del sofá, decidida a enfrentar lo que sea que nos esperara en nuestra próxima misión.
"No, estoy bien, mi flor. Vamos, se está haciendo tarde", respondí, con determinación y un destello de anticipación por lo que nos depararía el destino.
[...]
Jinx y yo nos encontramos en una situación bastante delicada y poco habitual: tuvimos que enfrentarnos a un grupo considerable de vigilantes de la ley. Habitualmente, preferimos mantenernos alejados de ellos, dado que Silco ha establecido cierto pacto con el jefe. Sin embargo, en esta ocasión, su insistencia en escudriñar nuestras actividades nos dejó sin otra opción más que matarlos. Decidimos actuar solo cuando estuvieran dentro de nuestros límites territoriales para evitar levantar demasiadas sospechas y no llamar la atención sobre la muerte repentina de cuatro de sus agentes.
Me encontraba oculta detrás de unos barriles, con mi rifle de francotirador apuntando hacia el grupo de vigilantes. Jinx esperaba pacientemente en su posición, lista para abrir fuego en cuanto diera la señal. Levante la mano para prepararnos y comencé la cuenta regresiva.
