T/n, la segunda más joven del grupo, fue encontrada por Vander en un callejón el día después del ataque al puente, donde se escondía, vulnerable y sola. Vander la acogió, pero T/n no es una simple niña indefensa; tiene muros construidos que desafían...
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POV T/N:
Finalmente llegué a casa después de lo que pareció una eternidad. Al abrir la puerta, me quité el francotirador del hombro y lo dejé junto a la puerta antes de bajar las escaleras. Estaba a punto de hablar cuando levanté la vista y vi a mi querida acostada en el puente, con la mitad de su cuerpo fuera, un lápiz en al boca y un libro entre las manos. Había estado leyendo ese libro desde que lo terminé, y me hizo sonreír y reír mientras la observaba. Sacudí la cabeza mientras me quitaba la chaqueta, la colgaba y me dirigía hacia ella.
"¡Aquí vamos!" Dijo ella, justo cuando se sentaba en el puente con el libro aún en la mano, cerrándolo para mirar una pequeña máquina frente a ella. "Todo se trata de estas runas, forman una especie de puerta mágica, matemáticas, al reino de escalofríos y esto..." ella tomó el cristal mientras yo estaba de pie a su lado, creo que no se dio cuenta de que estaba aquí. "Y esto lo enciende", estaba a punto de colocar el cristal en al máquina antes de usar la nueva habilidad que aprendí y hacer que viniera hacia mi. "¿Es así?" La miraba con una sonrisa en el rostro, ella se sobresaltó un poco al escuchar mi voz. "Cariño, has vuelto, ¿por qué no dijiste nada antes?" En arrodillé a su lado aún sosteniendo el cristal entre los dedos. "Estabas bastante concentrada explicando cómo funcionaba, solo quería escuchar."
Puse mi mano libre debajo de su cadera inclinándola hacia mi. "Dios, eres tan linda cuando te enfocada en algo". Vi como sus mejillas se tornaron de color rosa, me acerqué más y la bese solo por un instante. "Te quiero". Empecé a reír al ver como ese rubor se intensificaba. "Te quiero tanto". Ella se inclinó hacia adelante, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello, haciéndome subir a ambas rodillas para que pudiera besarme. Aún sostenía el cristal en mis manos mientras ajustaba mi agarre en su cintura, nuestros besos se volvían un poco más intensos, no quería separarme de ella. Ella apretó su agarre y me atrajo más hacia su cuerpo, antes de que la cosa se intensificara más, me alejé de ella.
"¿Por qué no encendemos esa cosa antes de que nos dejemos llevar?" Le guiñé un ojo al ver que se ponía como un tomate. "Si, d-dame eso." Ella agarró el cristal de mis dedos, comenzando a tartamudear de nuevo. "Tienes que dejar de ser tan linda, te juro que a veces es demasiado". Me senté a su lado mientras colocaba el cristal en la máquina y lo presionaba hacia adentro.
"Así que aquí vamos". Se frotó las manos y luego insertó el cristal, respiro hondo, sacó su mano y giró la perilla; la luz azul sopló y nos golpeó a las dos hacia atrás.
Caí boca arriba mientras la habitación se llenaba de orbes azules, flotando por todas partes. Mire a mi izquierda para ver a Jinx comenzando a asustarse. Mire la máquina, enfoque mi energía en ella y saque con fuerza el cristal, que vino hacia mí de inmediato y lo guardé en mi bolsillo. Me levanté, y corrí hacia mi amada. Caí de rodillas y la atraje hacia mi regazo tratando de consolarla.
"¡No! No, fue un error. Fue un error", se aferró a mí llorando mientras repetía lo mismo, sé que hablaba sobre ese día, en que el todos murieron, recuerdo la luz azul. "Shhh, sé que no querías lastimar a nadie, solo querías ayudar. Nadie te culpa por ello, no te culpo, no te culpes, no tienes que preocuparte, estoy aquí, siempre voy a estar aquí para ti". Estaba gritando su espalda tratando de calmarla. Miró hacia abajo, "mírame". La alejé de mi pecho inclinando su cabeza hacia arriba para que pudiera mirarme a los ojos, tenía lágrimas rodando por su cara y sus ojos comenzaron a hincharse.
