T/n, la segunda más joven del grupo, fue encontrada por Vander en un callejón el día después del ataque al puente, donde se escondía, vulnerable y sola. Vander la acogió, pero T/n no es una simple niña indefensa; tiene muros construidos que desafían...
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Después de un prolongado lapso de esperar, mis sentidos se agudizaron al percibir un suave murmullo en el lugar. Con la parsimonia de quien despierta de un profundo sueño, entreabrí los párpados y me encontré con la mirada inquisitiva de la vigilante, cuyas quejas comenzaron a resonar en mis oídos, despertando mi irritación.
"Fantástico, ahora debo soportar el sonido de tu voz molesta", murmuré entre dientes, mientras mis párpados pesados se apartaban y mis ojos se ajustaban a la luz. Con un gesto cansado, me forte los ojos antes de incorporarme con gracia y compostura. Observe como ella seguía luchando en vano con las cuerdas que yo misma había atado con precisión.
"Deja de intentarlo, no conseguirás liberarte de esas ataduras", le espete con un tono firme, recibiendo a cambio una mirada furiosa cargada de desafío. "¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo?", preguntó ella con un dejo de confusión, mientras yo mantenía mi postura impasible, cruzando los brazos sobre el pecho y negando con la cabeza en señal de desconocimiento.
"Para ser franca contigo, no tengo ni la más mínima idea de por qué te trajimos aquí. Simplemente sigo las órdenes de mi amor", respondí con calma, provocando que ella bajara la mirada avergonzada al notar que estaba vestida de manera forzada. "¿Quién me vistió?", inquirió con curiosidad, y no pude evitar contener la risa ante su expresión de sorpresa. "Fui yo, aunque no deberías tomártelo como un halago".
Me aproximé a ella con paso tranquilo. "No eres nada especial para mí, al menos... ¿cómo puedo expresártelo?", me detuve unos instantes, reflexionando sobre mis palabras. "¡Ah, ya se! Eres como una comida que detesto, tu presencia no me atrae en absoluto. De hecho, casi vomite un par de veces mientras te vestía; eso demuestra lo poco atractiva que eres para mí. El verdadero amor de mi vida es Jinx, ella es mi preferida. No importa cuantas veces sea o la pruebe, siempre deseo más de ella. Nunca sería suficiente", agregué con una risa maliciosa, disfrutando de la incomodidad reflejada en su rostro mientras mis palabras resonaban en el lugar.
"No estoy diciendo que tu cuerpo sea desagradable, solo que no me atrae. Si tuviera la opción, definitivamente elegiría a Jinx. Para mi, los sentimientos son más importantes que la atracción física... pero con Jinx es diferente. Pensar en otras personas me hace querer vomitar, confía en mí, no eres la única a la que he visto desnuda y he sentido náuseas. Jinx es única... ella es la única con la que tengo sentimientos. Espero que entiendas lo que estoy tratando de decir", intenté explicar, aunque mi torpeza emocional a veces dificulta la claridad de mis palabras.
Me pasé la mano por la parte posterior del cuello, sintiendo unos brazos rodear mi cintura. Gire para ver a Jinx, mi amor, con una sonrisa cariñosa en los labios. "Bueno, alguien está de vuelta en modo cariño. ¿Por qué estabas tan fría conmigo antes?", pregunte, mientras me volteaba para abrazarla con ternura. "Dame un minuto", respondió con un tono juguetón, sintiendo como ella me soltaba, camino hacia la vigilante y la apartó lejos de nosotras. Luego tomó mi mano y me llevó a otro lugar, donde pudiéramos estar a solas y conversar sin interrupciones.
