T/n, la segunda más joven del grupo, fue encontrada por Vander en un callejón el día después del ataque al puente, donde se escondía, vulnerable y sola. Vander la acogió, pero T/n no es una simple niña indefensa; tiene muros construidos que desafían...
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Regresé al lugar con la intención de asegúrame de que la vigilante estuviera completamente inconsciente. Observe atentamente como empezaba a mover ligeramente la cabeza, una señal clara de que estaba a punto de despertarse. Noté con interés que llevaba una máscara, lo cual me llevó a deducir que probablemente fue Jinx quien se encargó de colocársela para evitar que pudiera comunicarse.
Una sonrisa juguetona se formó en mis labios ante esta situación y, decidida a mantenerla oculta, me alejé de ella, buscando refugio detrás de un montón de escombros, esperando pacientemente el momento propicio para intervenir.
Fue entonces cuando un ligero sonido atrajo mi atención, y al dirigir mi mirada hacia el origen del ruido, descubrí que Jinx había dejado un objeto frente a VI. Este objeto, lleno de pequeñas bengalas, estaba acompañado por una suave melodía de cuna, creando una atmósfera surrealista en medio de la oscuridad que nos rodeaba. Levante la mirada desde mi escondite para observar a VI, quien parecía estar recordando lentamente la consciencia. Vi como su mirada se posaba en el objeto frente a ella, y aunque intentó liberarse de las cuerdas que la ataban, pronto cesó en su intento al escuchar la voz de Jinx resonando en la penumbra.
"Creí haber enterrado este sitio", la voz de Jinx resonó con un deje de sorpresa, provocándome una leve sonrisa al escucharla. "Pero parece que subestimé las cosas", añadió, mientras sus pasos resonaban pesadamente descendiendo desde donde se encontraba. Gire la cabeza en su dirección, pero apenas podía distinguir su silueta entre la oscuridad que nos rodeaba, lo que aumentaba aún más la intriga en torno a sus intenciones.
"¿Powder?", VI pronunció confundida, intentando distinguir la figura que se acercaba. Tome un momento para controlar mis emociones, consciente de que cualquier reacción impulsiva podría poner en peligro los elaborados planes que mi amada había ideado para esta situación.
"Nada permanece en el olvido para siempre", la voz de Jinx sonó áspera y desafiante mientras se aproximaba cada vez más hacia VI, envolviendo el ambiente en una tensión palpable.
"¿Estamos sola?", preguntó VI, elevando la voz en un intento por asegurarse de que Jinx la escuchara. Observaba su alrededor, buscando en la oscuridad algún indicio de presencia más allá de la nuestra, sin percatarse de nuestra cercanía oculta detrás de los escombros. Con un gesto suave y reconfortante, pase mi brazo alrededor de ella, contemplando con una sonrisa cómplice que expresaba confianza en los planes que estábamos a punto de ejecutar juntas.
"Por ahora, quizás para siempre", afirmó Jinx, su tono resonando en el aire cargado de tensión. El plan era que VI creyera que solo estaban ella y Jinx a solas, luego sabrá de mi presencia y la de los demás.
"¿Te digo un secreto?", pregunto Jinx con una voz apenas audible, como si estuviera compartiendo algo íntimo y delicado. Apartó suavemente mi figura para que me alejara un poco, y en silencio me dirigí hacia la mesa, asegurándome de no ser vista por VI. "Silco cree que el hizo a Jinx, con todos sus discursos y sus grandes lecciones. 'Extirpa tus dudas, Jinx'", dijo imitando la voz grave y persuasiva de Silco, lo que provocó en mi una leve sonrisa. "Se lo que ellos temen, Jinx", repitió, capturando la esencia de la voz de Silco. Estábamos lo suficientemente lejos como para que las bengalas que llevaba el objeto iluminaran solo a VI.
