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LA PIERNA DE BAELON SE MOVÍA CON ANSIEDAD MIENTRAS ESCUCHABA LOS GRITOS de detrás de la puerta, su hermana estaba dando a luz algo que siempre lo preocupaba ya que lo lleva hacia el recuerdo de su madre, no quería algo así para su hermana, nunca podría permitirse dejar que alguien como ella sufra en la cama de parto o muera ahí.
No había dormido en toda la noche debido a que durante la madrugada comenzaron los dolores antes del parto ocasionando que él se despertara para estar ahí con ella tratando de ayudarla en todo lo que podía, hasta ahora que comenzó a dar a luz donde no podía estar así que por eso estaba en una silla afuera del cuarto esperando que alguna sirvienta de su hermana saliera avisándole que ya había nacido.
Pero en lugar de eso ella vio a una de la reina Alicent, la mujer entre y luego salió con cara de pena algo que lo preocupo así que no dudo en estar notando como su hermana estaba ordenando que la vistieron.
- La reina quiere ver a mi hijo así que yo lo llevare personalmente - dice adolorida
Aquello lo deja helado ¿Como Alicent ordeno algo como eso? Agarro con delicadeza a su hermana dejándola en la cama.
- No dejen que se levante - ordeno hacia las sirvientas que asintieron - Quédate aquí Nyra, yo me encargaré de esto -
- Pero - trato de levantarse, pero de nuevo su hermano lo impide
- Acabas de dar a luz, un trabajo admirable trayendo al mundo un nuevo príncipe así que será mejor que te quedes aquí - besa las manos de su hermana - Volveré, pero quédate aquí-
Rhaenyra sonríe y acaricia la mejilla de su hermano con amor.
- ¿Qué haría sin ti? -
El joven sonríe para luego salir de la habitación, todos en su camino daban una reverencia y se alejaban de su camino, siempre veían al joven príncipe con una encantadora sonrisa, pero ahora su semblante serio era aterrado y aun más al ver sus ojos azules que solo mostraban frialdad mientras caminaba con seguridad a paso firme mientras se acercaba aún más a la habitación de la reina que alguna vez le perteneció a su madre.
- Ser Criston - saludo al verlo
El hombre casi sonreí al verlo, pero cuando noto su seriedad solo asintió con la cabeza para luego dejar pasar al joven.
La reina viendo hacia la ventana mientras arreglan uno de sus vestidos voltea quedando sorprendida al ver que en lugar de Rhaenyra estaba Baelon con una mirada fría, nunca antes la había visto de esa manera.
- ¿Ordenar que traigan a un bebé recién nacido solo para que lo veas? - pregunto seriamente
- Baelon yo - pero fue interrumpida
- Si querías ver al bebé, podía ir tu misma - dice sin más
- Lo siento - se disculpa tratando de acercarse
El príncipe se aleja de ella provocando que está se sienta herida.
- No es a mi quien le debes disculpas - dice para luego salir de la habitación
Fue cuando las sirvientas de la reina se asustan cuando la mujer pelirroja arrojo una de las mesas al piso rompiendo todo lo que estaba encima del objeto, se sentía tan enojada por el simple hecho de como la miro y trato Baelon, él jamás había actuado de esa manera con ella, todo era por Rhaenyra, primero sus hijos ocupando la atención del joven, su padre proponiendo que Halaena y él se casen haciendo realidad y ahora era ella ¿Cuando será su turno? Quería al Targaryen para ella.
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BAELON SONRIÓ MIENTRAS VEÍA A SU PADRE Y HERMANA CONVERSAR, ELLA ESTABA en la cama descansando como debería de ser mientras que él cargaba al pequeño Joffrey.
- ¿Puedo cargarlo? - pregunta Lucerys viendo a su hermano menor
- No, aun eres muy pequeño para hacerlo - dice Sir Laenor
- Pero padre, soy fuerte igual que el tío Baelon - protesta el castaño
Eso solo hace que los adultos en la sala solo sonrían, Luke ríe cuando el Targaryen revuelve su cabello.
- Estoy seguro que tanto Jace colo tu serán dos grandes guerrero, un buen Rey y un gran Lord - dice con una sonrisa
Aquello hace que los niños sonrían emocionados, después de todo si su tío Baelon lo cree entonces ellos lo serán.
- Es mejor que ya vayan al pozo dragón antes de que alguien pregunte donde estén - dice el Velaryon mayor
- Yo los llevare cuñado, iré a volar un rato con Shadow - dice entregándole el bebé a su hermana - Cada día te admiro más y sobretodo hoy por haber logrado traer una nueva vida -
- Mi dulce dragón - dice Rhaenyra besando la mejilla de su hermano - Vayan con cuidado -
- Lo haremos - aseguran los tres príncipes saliendo del lugar
Los niños sostenían la mano del mayor felices de estar con él, lo admiraban por todos sus viajes, conocimientos y sobretodo por el respeto que todos le tienen hacia él, ellos querían ser como Baelon cuando crecieran.
- ¿Algún día podremos volar junto a ti tío? - pregunta ilusionado Jacaerys
- Por supuesto ¿Qué clase de persona sería si no dejo que mis dos sobrinos vuelen conmigo? - dice con una sonrisa encantadora
A lo lejos estaba la reina verde observando toda la escena, sentía una gran ira debido a que su Baelon estaba con todos, menos con ella e incluso pasó una tarde con su padre para aprender el deber de ser Lord Mano algo que a su progenitor el gusto ya que eso podría servirle para ayudar al pueblo, hasta su padre lo tenía en un pedestal ¿Pero ella? Ella quería estar en un pedestal donde la puso Baelon, ella anhelaba ser amada por el Targaryen a pesar de la diferencia de edad que existe entre ambos realmente quería estar a su lado más que nada.
Pero toda esa atención o amor se lo estaban llevando Rhaenyra y su familia todos ellos estaban ocupando la atención del príncipe ¡Incluso sus propios hijos! Todos ellos lo rodeaban cada que lo veían siempre queriendo su aprobación o alguna palabra cariñosa sobretodo Aegon, se sentía ahogada, estaba furiosa.
