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EL REY VISERYS MIRABA SU ANILLO, EL ANILLO QUE LE HABÍA PERTENECIDO A SU AMADA esposa la reina Aemma para luego ver como si hijo Baelon entraba a su habitación, sonrío al ver como el joven se parecía a la mujer que amaba.
- Te traje la cena, se que estas cansado así que pensé en traerla - dice el joven dejando la comida en una silla
- Te lo agradezco hijo -
El príncipe se sienta a su lado viendo también el anillo que la había pertenecido a su madre, se alarmó cuando vio como el mayor se lo quitaba para luego extenderlo hacia él.
- Padre - niega con la cabeza - No creo que sea correcto -
- Tómalo mi niño, ahora es tuyo - dice entregándole en objeto
Baelon examino la joya, estaba hecho de oro con el escudo de la casa Targaryen tallada en ella, era algo hermoso de ver y por supuesto no le quedó en ninguno de sus dedos así que tomo una cadena también de oro para luego colgar el anillo en este.
- Así lo llevare siempre conmigo, para recordar a mamá-
- Nunca te hable de ella por miedo a que... Te sinceras culpable, pero quiero decirte que no lo hagas, no tienes la culpa en su muerte, tu eres el último regalo que tu madre me dio -
Aquello lo hace sonreír.
- ¿Como era ella? -
- Igual a ti inteligente, amable, valiente, hermosa, tenía una bella sonrisa, ella me hacía sentir como la persona más afortunada de los siete reinos y vaya que lo era con ella a mi lado -
Y fue cuando se sintió de nuevo como un niño de doce años preguntando hacia su tía Jayne como era su madre, llorando en su regazo al escuchar como murió y sintiéndose culpable al saber la razón de su muerte, quería estar muerte.
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S
E MANTUVO DURANTE TODO EL FUNERAL AL LADO DE HALAENA SOSTENIENDO su mano mientras veía fijamente el ataúd de Laena Velaryon, aún recordaba la primera vez que la vio y pensó que era una dama hermoso al igual que muy fuerte al tener como dragón a Vhagar, ahora estaba muerta al ordenar que su dragón la quemara al no poder dar a luz, estaba al revés como él lo estuvo en el vientre de su madre.
Murió casi en las misma condiciones que su madre, no quería compararlas después de todo era el funeral de la Velaryon, pero era algo inevitable sobretodo al ver como las dos hija de ella estaban soltando lágrimas, se estaba reflejando en ambos niñas así que cuando todo acabó dejó a Halaena cerca de su padre no sin antes besar su dorso.
- Iré a darle mis pésames a los Velaryon - anuncia viendo como la menor se agacha agarrando una araña
- ¿Me acompañas después para también hacerlo? - pregunta la menor
- Por supuesto, si lo deseas puedes acompañarme ahora -
De nuevo se sostuvieron las manos caminando hacia las niñas Velaryon quienes estaban apartadas del lugar tratando de controlar sus lágrimas.
- Lo siento mucho por su perdida - dice la Targaryen - Baelon me hablo sobre su madre, fue una maravillosa mujer -
- Gracias - dice Rhaena
- Seguramente le hubieras agradado - habla Baela
- Conocí a su madre, cuando era incluso más pequeños que ambas y solo puedo decirles que puedo entender su dolor, no es fácil perder una madre y mucho menos a una edad tan corta como la de ustedes - Debía mantenerse fuerte
- Gracias primo - dicen ambas niñas
Los dos Targaryen asienten para luego caminar hacia Lord Corlys quien al verlos llegar no se sorprendió al recibir un abrazo del mayor.
- Lo siento tanto -
- Te lo agradezco Baelon -
- Lord Corlys - se inclina Halaena - Lamento mucho su pérdida -
- Gracias princesa -
Los mayores se observan para luego asentir y así separarse para que los peliblancos busquen a la madre la difunta quien al observarlos en seguida recibe un abrazo del mayor.
- Igual de dulce como siempre - Rhaenys sonríe, una sonrisa débil - Agradezco tu apoyo - ve a Halaena - El de ambos -
- Siento mucho la pérdida de Lady Laena -
- Gracias, dulce princesa - observo a Baelon - Con su permiso iré con mis nietas -
Ellos asienten para luego ver como la mujer se aleja de ambos.
- Es una pena - habla la menor - Son tan jóvenes -
- Lo son - afirma Baelon acariciando su hombro - ¿Tienes hambre? Creo que por ahí vi algunos pasteles de limón -
Ella asiente con la cabeza ocasionando que él joven sonría para luego llevarla hacia una mesa donde está el postre, vio a su al rededor notando a su hermana y a su tío Daemon, que no hablara o hiciera algún tipo de comentario sobre ellos no significaba que él no sabía sobre ambos, aún recordaba cuando de niño se preguntó porque de repente su hermana desapareció por unos días para luego ir a buscar un esposo o porque ya no volvió a ver a su tío.
Conocía los tradicionales de su familia quienes hacían lo mejor posible para mantener la sangre Valyria corriendo por sus venas, el casamiento entre familiares no era algo fuera de común en su hogar, sus padres eran primos, sus abuelos eran hermanos, sus antepasados también lo eran así que eso era lo más frecuente en casamiento con su familia, pero lo que le disgustaba era que estuvieran de esa manera en un funeral, en el funeral de la esposa de su tío, la madre de sus hijas.
- Ahora vuelvo Hela - anuncia
Camino hacia su hermana sosteniendola del brazo ocasionando que ella voltee.
- Nyra, recuerda que estamos en el funeral de su esposa, la madre de sus hijas, la hermana de tu esposo - dice viéndola a los ojos
- No haré nada malo, solo quiero darle mis condolencias, no nos hemos visto en años - se defiende la mayor
El simplemente la observa para luego darse la vuelta e ir de nuevo con su prometida quien comía alegremente el postre provocando que el sonría al verla de un buen animo a pesar del ambiente que había al rededor le gustaba ver de esa manera a Halaena, sonriente así se podía ver mejor la belleza Valyria que había heredado.
