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BAELON SE SENTÍA LIBRE CASA VEZ QUE ESTABA EN EL AIRE DEJANDO ATRÁS TODO lo que sucedía al rededor de su familia y sólo debía poner atención en el aire que golpea todo su ser al igual que sentir las escamas de su dragón.
- ¿Crees que deberíamos ir a visitar a la tía Jayne? - pregunta a su dragón como si fuera a entenderlo
Pero Shadow y él han estado juntos desde que el llegó a su cuna, su hermana Rhaenyra personalmente lo puso ahí y desde entonces han sido muy unidos.
- La extraño además me envió una carta donde decía lo feliz que estaba al enterarse que me casaré con Halaena -
El príncipe suelta un suspiro.
- Halaena... Amo a Hela, pero aun sigo viéndola como aquella bebé que solía cargar cuando era un niño, espero ser bueno para ella, es muy amable y dulce no quisiera lastimarla de alguna manera, nunca me lo perdonaría -
El dragón parece entender y saca humo de sus fosas nasales y gruñe como si quisiera hablar dándole consuelo a su compañero de vuelo.
- Gracias mi querido amigo, ahora ven volvamos a casa -
Con esas simples palabras el dragón pareció entender ya que dio la vuelta regresando a Desembarco del Rey, justamente en Pozo Dragón donde Shadow entró para descansar no sin antes despedirse de Baelon.
- Mi príncipe - lo llama un guardia
Al voltear se encontró a su hermano menor Aemond, sucio y cabizbaja en seguida entendió lo que había sucedido así que en seguida se acerco abrazándolo preocupado.
- ¿Qué no hemos hablado de esto antes Aemond? Podrias resultar herida, incluso muerto sabes como son los dragones -
- ¡Lo siento! - grita el niño - Es solo que... No me siento un Targaryen-
- ¿De que hablas Aemond? Eres un Targaryen solo mírate, tienes la sangre de dragón como todos nosotros-
- ¡No es cierto! Todos ustedes tienen un dragón, incluso Jace y Luke a pesar de que no tengan si quiera la apariencia de un verdadero -
Pero el niño fue interrumpido.
- ¡Aemond! - grita Baelon - No quiero que digas o si quiera pienses en eso, Jacaerys y Lucerys son tan Targaryen como tu o como cualquiera en la familia, ellos tienen sangre de dragón en sus venas y eso no necesariamente debe reflejarse en su apariencia -
- Lo siento - se disculpa - Es solo que me siento demasiado frustrado, todos tienen un dragón ¿Por qué yo no? -
El joven lo observa, no tenía una respuesta clara ante eso.
- No lo sé Mon, pero lo que si se es que tengo una corazonada, una tan grande de que tu tendrás un dragón-
- ¿De verdad lo crees? -
- Tanto de que tu eres mi hermano -
El niño sonríe para luego colgarse en la espalda del mayor quien lo carga alegrando al niños.
[ 🌊🍂🔥]
HALAENA? HALAENA ERA LA PRINCESA MAS FELIZ EN LOS SIETE REINOS DESDE QUE LA comprometieron con su hermano mayor Baelon, él es solo cuatro años mayor que ella y la trata como un verdadero príncipe lo haría.
Personalmente planto rosas blancas en el jardín del castillo para ella, ambos cuidan el pequeño rosal que tienen, manda a hacerle vestidos según sus gustos dejando atrás aquel color verde que su madre tanto usa, le entrega libros que realmente le interesan y suelen dar paseos ya sea en el castillo o por los aires con sus respectivos dragones antes que no podía hacer con tanta frecuencia, pero con Baelon a su lado se sentía libre.
- Te noto más... feliz - dice su madre
Ambas estaban en la habitación de la menor quien le mostraba sus insectos a su progenitora.
- Lo soy - asegura la joven
Alicent noto como su hija habia bordado la cabeza de un dragón, pero no era cualquier dragón, es el de Baelon siendo seguro un regalo para él.
¿Estaba celosa? No, claro que no ¿Como podría estarlo? ¿Celosa de su propia hija? ¿Qué clase de madre sería? Sólo le molestaba que su hija pasara tanto tiempo con Baelon, siempre riendo, agarrando su mano, sonriente, que los bellos ojos azules del príncipe la vean con tanta devoción, como ella quería que el la viera ¡Por los Dioses! Si estaba celosa ¿Y como lo estarlo? Había amada a Baelon desde ya hace años y ahora que creyó tener al menos algo con el se le fue arrebatado por su propia hija quien inconscientemente le muestra todo lo que ella desea y no puede tener.
Fue cuando las puertas se abrieron dejando ver al príncipe Baelon con Aemond quien al verla en seguida se baja de la espalda del mayor dejando ver su aspecto.
- Aemond ¿Qué has hecho? - dice la mujer corriendo hacia su hijo
En seguida el Targaryen menor va hacia donde esta su prometida sentándose a su lado.
- Lo hizo otra vez - susurra la joven
- Doscientas cuarenta patas - dice Baelon viendo al insectos
- Así es - afirma la princesa sonriendo
El joven quería dar privacidad entre la conversación de madre e hijo concentrándose en un prometida quien le enseña sus insectos.
- ¡Me dieron un cerdo! - grito el joven príncipe
En seguida Baelon volteo, eso no lo había contándo así que en seguida se acerco a su hermano menor.
- ¿Por qué no me lo dijiste? -
- Fue vergonzoso -
- Los únicos que deberían sentir vergüenza son Aegon, Luke y Jace, se que son niños, pero aun así no deberían hacer bromas de ese tipo, menos a un hermano o tío -
Aemond en seguida abraza a su hermano mayor en busca de consuelo, quiere a su padre, pero aun así no encuentra en el ese amor paternal que necesita en cambio en su hermano mayor si, no es su padre, pero se ha convertido más en un padre que quien dice serlo.
- Te agradezco que lo hayas ayudado - dice Alicent viendo como sus hijos se van
- Es mi hermano -
- Aun así te lo agradezco Baelon -
La mujer toca su hombro, su espalda había crecido debido al entrenamiento que hace, se pregunta si... ¡No! Solo sonrió y asintió agradecida viendo al joven quien asentía con la cabeza para luego retirarse del lugar dejándola sola con sus pensamientos poco aptos.
