Un castillo.
Una Princesa dispuesta a descubrir toda la verdad.
Un plebeyo apuesto y atractivo, dispuesto ayudarla.
Un amor prohibido, pero, recíproco.
Ella es Margareth, de la realeza, hermosa, Curvilínea, sexy, Inteligente, Reservada, introvertida...
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En Inglaterra en la década de los 90, En el Castillo de Windsor, en el condado de Berkshire, Reino Unido, Vivía Margareth Sitzwohl, hija del Rey Nicolás Sitzwohl junto a su encantadora Madre la Rey Susan Sitzwohl.
Susan era como una amiga para Margareth, pero todo ese hermoso cariño iba a acabar, cuando Margareth descubriera lo que le esconden sus padres. Todos ellos pertenecían a la antigua relación con la familia real británica.
Lo que nadie sabía era el secreto de Margareth.
—¿Qué oculta esa hermosa carita de inocente?
— ¿Será que Margareth sabrá las mentiras que le ocultan sus padres?
Solo una persona sabía los secretos de los Sitzwohl y esa persona era, Frederick Goldberg.
Frederick era unos de los trabajadores del Castillo de Windsor, Él es la mano derecha del padre de Margareth.
— ¿Qué era capaz de hacer Margareth para que Frederick le contará toda la verdad?
Sin embargo, porque Margareth estuviera detrás de desenmascarar a sus padres no quiere decir que no hay una historia de Amor.
Margareth, estuvo enamorada toda su vida de Luke, solo se podían ver a escondidas, porque su hermosa familia no dejaría que alguien de la realeza estuviera con un simple plebeyo.
Así que aparte de todas las mentiras a su alrededor, Margareth estaba atrapada en un Amor, digamos que Imposible.
Porque para Margareth, nada es Imposible.
Y si se trata de obtener lo que ella quiere, hace lo imposible posible para conseguirlo.
Ella es la hereda al trono y no necesita una corona para gobernar un castillo...
