Los Sitzwohl Secretos Ocultos.

Prólogo

— Margareth detente, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir más adelante. — Advirtió Nicolás.

— No creo que me den tiempo de arrepentirme, si a Samantha no se lo dieron. —Contesté afligida.

— Ya deja de decir babosadas Margareth, pasá esto lo podemos arreglar.
— Debatió Nicolás haciendo cambiar de opinión.

— No lo creo Padre, bueno ya ni debería llamarte así, Nicolás. — Dije con voz fuerte, tenía la garganta seca, de la rabia apreté los puños.

— Eres un maldito mentiroso, ojalá y ardas en el infierno. — Exhale enfurecida.

Y solo me fui.

Cuando salgo escucho a Nicolás decirle a sus caballeros.

— Tráiganmela, no vengan aquí sin ella.
— Dirigió.

Y sin pensarlo Hui.

Solo corrí de Windsor, corrí y corrí hasta llegar al pueblo.

Estaba tan cansada, los pies me dolían, con el vestido sucio y todo rasgado.

Llegó al pueblo y paso por la panadería donde trabaja Luke, cuando llegó notó que no estaba, pero antes de poder preguntar, un Señor que estaba allí me dice:

— Dígame Señorita, ¿Se encuentra bien, necesita ayuda? — Preguntó él señor preocupado.

— Déjeme pasar por favor vienen unos hombres persiguiéndome. — Balbuceé  temblando, me dolían mucho los pies de tanto correr.

— ¡Sí, necesito su ayuda, estoy buscando a Luke! — Exclamé inquieta.

— Ya te lo llamo, no demoró está en la parte de atrás. — Expresó el Señor.

Cuando Luke venía, corro hacia él y le digo:

— Necesito que me ayudes a esconderme de Nicolás hasta que tenga un plan.

— ¿Qué paso Margareth, que te han hecho? — Preguntó Luke nervioso.

— Tenías razón. — Respondí tragando saliva.

— ¿En qué Margareth? — Indagó Luke inquietó, acercándose más a mí.

— Me mintió toda la vida, me hizo creer que yo era su hija y no es así. — Alegue.

— Yo soy la hija de la reina Isabella Matthews. — Informé con seguridad.

— ¿Pero como sabes todo esto? — Inquirió Luke.

— Nicolás le dio el testamento a Frederick y él lo leyó, mi madre lo dejo al morir.
— Solloce.

— Y decía que toda la herencia y la corona pasaban a manos de Samantha cuando cumpliera los 21 años, y de u otra forma a mí.

— ¿Quién es Samantha? — Preguntó Luke desconcertado.

— Era mi hermana, pero Nicolás la mando a matar con Frederick. — Respondí con voz llorosa.

Luke queda impresionado por todo lo que le dije y me ve las manos notando los rastros de sangre, me toma de ellas y con voz preocupada me pregunta:

— ¿Por qué estás llena de sangre?
— ¿Qué hiciste Margareth?

— ¡Frederick intento matarme!
—Exclamé.

— Así que lo hice. — Dije serena sin terminar de decir la oración.

— ¿Qué cosa hiciste Margareth?
— Suplicó Luke en un grito, su voz sonaba preocupada pero su miraba decía lo contrario.

— Lo maté primero. — Contesté.