Capitulo XVI: Lo mejor de despertar, es verte a tí a mi lado.

19 11 0
                                    

Eres mi principio y mi fin, y espero que sea así para siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eres mi principio y mi fin, y espero
que sea así para siempre.

Escuchar a Luke decir esas palabras, hizo que mi corazón latierá más de lo normal, entro una energía inmensa en mi cuerpo, que hasta se me quitaron las ganas de dormir, salté encima de él y lo besé.
Y cuando nuestros labios se separarán, él dice:

— Y sabes, gracias a todo lo que recordé, entendí el porque me enamoré de ti.

— ¿Por qué? Pregunté ansiosa y entusiasmada.

— Porque eres, ese cielo lleno de estrellas que ilumina mi camino día y noche.

— Eres ese salvavidas, que está hay en el momento indicado, ayudándome a salir de mi propio mar de lágrimas.

— Tuve miedo al darte mi corazón, por qué pensé que lo regresarías en pedazos. —Pero no fue así.

— Y no me importa si alguna vez lo haces y lo destrozas en mil pedazos Margareth.

— Yo te perdonaré, porque te amo.

— Y solo quiero ver tu rostro todos los días de mi vida al despertar. — Dijo en plena madrugada con la luz de la luna entrando por la ventana.

— Yo también te amo. — Susurré.

— Y también quiero seguir viendo tu rostro todos los días de mi vida al abrir mis ojos cada mañana.

— Y además, solo quiero sostener tu mano y no dejarla caer nunca más.
— Completo.

Se acerca y me besa.

Encima de él, puse mis manos en su cuello, luego acaricié su suave cabello y le dije:

Por eso no te voy a perder de nuevo.

— Eso no va a volver a pasar.
— Murmuró.

— Y te prometo que siempre voy a estar allí para protegerte.

— Te amo, te amo, te amo Luke.

— Y eres todo lo que necesito en esta vida.

— Yo te amo más que a nada.
— Respondió más atrás.

Los dos hay en la inmensa oscuridad de la noche, mirándonos el uno al otro, su cabello caía en su frente y estaba un poco húmedo por el sudor, sus cejas gruesas arqueadas y oscuras, sus labios definidos, pero secos, sus ojos achinados y sumergidos en esa profundidad oscuridad, su pupila un poco dilata, su respiración era lenta, pero aun así podía sentirla, Él me observaba y no dejaba de hacerlos y me pregunté ¿En qué estará pensando? Y dije:

—  ¿Qué piensas?

— En cómo me sentía cuando no te recordaba, mi cuerpo reacciona de una manera extraña queriendo decir algo, pero no lo entendía, ahora sé qué me quería decir.

Los Sitzwohl Secretos Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora