Un castillo.
Una Princesa dispuesta a descubrir toda la verdad.
Un plebeyo apuesto y atractivo, dispuesto ayudarla.
Un amor prohibido, pero, recíproco.
Ella es Margareth, de la realeza, hermosa, Curvilínea, sexy, Inteligente, Reservada, introvertida...
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No es venganza, es sencillamente dar lo que recibimos.
Había muchas personas en el castillo, era imposible que me reconocieran, iba vestida con un vestido rojo hermoso, corto y ajustado en la cintura, estaba muy guapa y tenía una cartera negra y dentro tenía un arma con silenciador, iba caminando entre la multitud en el castillo y Susan venía caminando en dirección a dónde yo estaba, yo iba hacia ella, y cuando estoy cerca le disparó, la bala sale del arma y le entra en todo su pecho su vestido blanco en un instante se tiñó de rojo puro, cuando me ve le digo:
— Hola, madre.
Susan queda sorprendida al verme. Ella ve el arma y se da cuenta de que yo fui la que le disparó y se desploma, cae al suelo, y las personas empezaron a gritar en todo en castillo, los guardias empezaron a correr, así que caminé rápido hacia las escaleras. Subí rápidamente a mi habitación, cuando entro, abro la ventana, lanzó la cartera y cuando me voy a lanzar yo, entra Gastón y me dice:
— Para Margareth no te muevas, si no quieres que te dispare.
Me doy la vuelta y veo a Gastón, estaba apuntándome y le digo:
— Sé que no lo vas a hacer y me dejé caer.
Solo sentí como caía, me sostuve de las sabanas y Luke me atrapa, nos subimos a Milon y nos fuimos.
Gastón nos ve por las ventanas y grita:
— Se escapan.
Los caballeros de Nicolás nos empezaron a perseguir, pero ya llevábamos más ventajas que ellos, cogieron un atajo, pero no lograron atraparnos otra vez.
— ¿Lograste hablar con Martha? — Preguntó Luke.
— ¡Sí! Exclamé.
— ¿Y qué te dijo?
— Que no podía ayudarme, la última vez, ella fue la que me ayudó a ocultar a Samantha en mi habitación y Nicolás casi la mataba, así que no la pondré en peligro otra vez.
— Así es Margareth, no puedes seguir poniendo en peligro a las personas que amas.
— Sí Luke, lo sé, ya quiero que todo esto acabe.
Lo abrazo fuerte de la cintura y él dice:
— Ya tenemos lo que necesitábamos para que a Nicolás lo metan en prisión.
Llegamos a casa teníamos que estar muy atentos, Nicolás se iba a dar cuenta de que el testamento de mamá no iba a estar y se volvería loco y no pararía de buscarnos, hasta conseguirnos, así que aquí entraba nuestro segundo plan...
—Mía—
El segundo plan es el siguiente, después de encontrar el testamento, le diría a Nicolás que sé quien mato a Susan y entregaría a Margareth, haciéndole creer que estoy de su lado, Nicolás me pagaría y me quedaría con el dinero, pero lo que Nicolás no sabía es que yo estoy del lado de Margareth y soy la que los va a ayudar a meterlo en la cárcel.
