Capitulo VII: El Bosque.

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Mi alma en un sueño de plena oscuridad

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Mi alma en un sueño de plena oscuridad.

Estaba todo oscuro, la luz de la luna era la única que me ayudaba a ver el camino de regreso a la panadería del padre de Luke, corrí y corrí del Bosque, los caballeros de Nicolás venían persiguiéndome, estaba herida, uno de ellos logro dispararme, ya no podía seguir corriendo, los pies me dolían, estaba toda rasgada, por las ramas de los árboles del bosque, el cuello me sangraba y la herida aún más, ya no tenía fuerzas para presionar la herida, cuando voy llegando a la panadería me caigo, los caballeros logran alcanzarme y me rodean.

Nicolás llega se baja de un caballo negro y me dice:

— Lo siento hija.

Nicolás saca un arma y me dispara...

Desperté, estaba soñando, el cuerpo lo tenía sudado, tenía lágrimas en los ojos, se sintió tan real todo ese sueño, Luke seguía dormido, me levanto y me voy a dar una ducha.

Entro a la ducha, el agua caía en mi cabeza y recorría todo mi cuerpo, aún podía sentir lo horrible y doloroso que era tener una bala en mi abdomen, se sentía tan real que aún me dolía, las lágrimas me salían.

Solo pensaba en como murió Samantha ese día, fue tan doloroso para mí que ella partiera así de la nada, pero si voy a morir que sea como ella murió, luchando por su libertad y por su reino.
Entra Luke al baño, me ve y me pregunta:

— ¿Te encuentras bien? — Averiguó él preocupado.

— ¡No!, tuve una horrible pesadilla Luke, se sentía tan real. — Solloce.

Luke entra a la ducha y me abraza, su ropa empieza a mojarse y dice:

— Tranquila, ricitos, fue solo una pesadilla, mientras estés conmigo, nada malo te va a pasar.

Luke me saca de la ducha, y me lleva a la habitación, ven vístete, tenemos que ir a ayudar a papá con la panadería.
Nos vestimos y salimos cuando llegamos su padre estaba echando la leña al calentador para empezar hacer los panes.

— ¡Buenos días, Sr. Miller!

— Buenos días, Padre.

— Buenos días. — Contestó el Sr. Miller.

— Y eso que hacen aquí tan temprano.
— Preguntó.

— Venimos ayudarle. — Contesté.

— Así es padre, te ayudaremos.

— Voy por más leña. — Dijo Luke.

Agarre la escoba y empecé a barrer, pero no sabía cómo se hacía muy bien.

— Ven te ayudo. Miraré, la agarras y sacudes el polvo del lado que quieras o de ambos.

— Toma inténtalo de nuevo a ver.

Los Sitzwohl Secretos Ocultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora