Un cielo nocturno, dónde la luz de la luna y las estrellas, desvanecen el la oscuridad.
Terminamos de comer y Luke y yo salimos a fuera a tomar un poco de aire libre.Tomados de las manos caminamos al Jardín de los tulipanes, donde nos encontrábamos cada noche a la luz de la Luna, escondidos en la compleja e inmensa oscuridad, sin miedo a nada, ni siquiera al amor, que es tan solo una palabra de cuatro letras, pero cuando duele es como si fueran miles las que te apuñalaran, dónde nuestros besos y cuerpos se unían mientras la luz de las enérgicas estrellas desaparecían sin importar, porque nosotros éramos nuestra propia luz en él en mundo que habíamos creado y en la vía láctea donde giraba nuestro planeta.
Solo me bastaba con que en nuestro mundo, la palabra dolor no existiera y que el amor, es todo lo que sentimos Luke y yo, esa energía y esos sentimientos lindos que nos damos de forma recíproca.— Amar, es estar locamente perdida en su mirada.
— Amar, es querer levantarte todos los días al lado de esa persona.
— Amar, es mirarlo y decirte a ti misma qué es todo lo que habías soñado.
— Amar, es solo eso, pero con la persona indicada, con la persona que sabes que te va a amar sin importar qué, aunque sean de mundos opuestos, solo basta qué esa persona te amé con tus virtudes y defectos.
Luke y yo nos acostamos en el césped como de costumbre y me dice:
— Sabes ricitos, nunca pensé que llegaría a vivir en un castillo y muchos menos con la reina más hermosa del mundo.
— Y yo nunca llegué a pensar que me enamoraría perdidamente del niño que estaba del otro lado de la vaya cortando madera ese día en el Jardín.
Luke sonríe.— Te amo ricitos, eres la perfección, siento que fuiste creada por la Diosa Afrodita.
— Yo también te amo Luke.
— Y tú eres la creación del Dios Adonis, por qué eres el chico perfecto Luke, además eres hermoso y vanidoso.
— ¿Y es cierto Margareth?
— Si lo eres, Luke. — Confesé.
— A demás eres muy inteligente y esa es una de las cosas que más me gusta de ti.
— No más inteligente que tú Ricitos.
Me volteo mi me siento en sus piernas, le empiezo acariciar el cabello a Luke y su cuerpo y el mío van cayendo lentamente al césped cuando estamos allí nuestros labios se besan y conectan en una inmensa energía, Luke empieza acariciarme y luego su mano baja de mi cuello a mis senos y de allí a mis glúteos y me despegue de él y le digo:
— Uh, Uh, no podemos tener relaciones hasta que nos casemos y estemos unidos en matrimonio. — Expresé con un diversión.
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Los Sitzwohl Secretos Ocultos.
Novela JuvenilUn castillo. Una Princesa dispuesta a descubrir toda la verdad. Un plebeyo apuesto y atractivo, dispuesto ayudarla. Un amor prohibido, pero, recíproco. Ella es Margareth, de la realeza, hermosa, Curvilínea, sexy, Inteligente, Reservada, introvertida...