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ENJOY 🥴🛐🤯
Apenas pude dormir con los recuerdos de sus palabras y sus muslos al aire. La alarma sonó, era hora de bajar, en pocas horas saldríamos.
En la cocina, los flashes venían como una dulce tortura. Solamente pensar en la oportunidad de haberla besado, me quemaba el pecho.
—Loki…
—Buenos días, Wanda. —me senté junto a ella.
—¿Gelen está bien? No tenía buena cara…
—La dejé en su habitación, su estómago no duró mucho… ya sabes. —asintió mientras no quitaba ojo a Steve que revisaba unos. —¿Tú bien con Rogers?
—Sí, pasamos un rato agradable.
—¿Preguntó o comentó algo de Gelen?
—No, estaba más preocupado por desahogarse sobre la misión. Que por cierto, te adelanto que no irás con ella en los equipos. —mi molestia se hizo evidente.
—¿Qué? ¡Siempre vamos juntos!
—Lo siento, luego habla con él.
—Oye, Wanda. Necesito pedirte un favor. —me acerqué a ella para asegurarme que nadie me escuchaba. —Necesito continuar con esta pequeña farsa un poco más.
—Pero Loki…
—Lo sé, pero es que creo que hizo efecto. Anoche me dijo un par de cosas que me han generado unas expectativas bastante sólidas. —sonrió.
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—¿Crees que es lo mejor? Lo mismo si te sinceras, si te muestras tal y como eres en los sentimientos hacia ella, consigues más. —negué con la cabeza.
—Por favor… Vamos a pasar todos unos días juntos, es la ocasión perfecta.
—Me vas a meter en un follón, pero por el único hechicero que tengo como aliado, haré lo que pides. —su mejilla se volvió rosada cuando la acaricié dándole las gracias.
—Si Rogers no se fija en ti, es idiota.
GELEN
“Huelo a alcohol, me duele la cabeza y estoy medio desnuda. ¡Qué asco!” Fue lo que pensé en cuanto pude evaluar los daños de la noche anterior, la ducha llegó a ser un salvavidas. No sabía muy bien si debía bajar preparada, pero como era temprano, opté por un chándal bien cómodo. Mi pelo no es que estuviera mucho mejor que mi interior, pero intenté apañarlo con una coleta alta.
Al llegar a la cocina, estaban casi todos, incluido Loki. Estaba junto a Wanda sonriendo, al parecer había encontrado a alguien especial, pero no pensaba cambiar mi forma de actuar con él, yo estaba antes en sus “closee-friends”. Tragando mi orgullo me acerqué hasta Steve.
—¿No descansas nunca? —susurré en su espalda.
—¡Buenos días, Gelen! Estaba algo preocupado por ti, anoche no parecías encontrarte muy bien. Pero Loki ya me ha dicho que te dejó en tu habitación. —lo curioso es que no me acuerdo más allá de vomitarle en la camisa, que por cierto, debo llevarla a la lavandería.
