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Advertencia: Lenguaje inapropiado

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Narra T/n

Ahora mismo estoy en la fiesta de una amiga, es en un bar al cual ya había venido antes en demasiadas ocasiones, llevo puesto un vestido corto negro con brillos, bastante llamativo a mi parecer.

Me acerqué a la barra para pedir un trago, quería disfrutar de la fiesta y no estar tan tensa.

- Holaa - Dije con una sonrisa sentándome en una silla de la barra. Nunca había visto a este chico, supongo que es un nuevo bartender.

- Hola bonita - Dijo mirándome de arriba a abajo, con una sonrisa espeluznante que me puso incomoda.

- Emm, ¿Podrías darme un Licord de Chambord? Por favor - Dije ya un poco más seria.

- Enseguida, ¿A cambio me darías tu número? - Dijo el, se acercó demasiado a mi y tomó mi mano.

Alejé mi cara de su rostro, al igual que mi mano y estaba a punto de bajarme de la silla hasta que el volvió a hablar.

-Es broma linda, no te vayas, ya te doy tu trago -Dijo para después guiñarme un ojo.

Hizo unos movimientos mientras preparaba aquel trago, pero sinceramente no le presté atención, me incomodaba su mirada. Solo miraba a otro lado.

- Listo linda - Dijo dejando el trago sobre la mesa - Serian quinientos cincuenta pesos, más dos besos tuyos bombón.

Estaba demasiado incomoda de verdad quería mi trago y no volver a ver a ese chico.

Me quedé congelada al sentir unas manos grandes rodear mi cintura desde atrás en un abrazo, y apoyó su cabeza sobre mi hombro. Quise escapar pero me agarró con más fuerza y me susurró: Tranquila, solo sígueme la corriente.

No traté de forzar más en salir al sentir su suave susurro contra mi oído, pero el dijo:

-¿Esta todo bien Amor? ¿Este idiota te molesta?- Y luego dejó un suave beso en mi mejilla, fue algo duradero.

- Mira hermano, prestamela un rato, no será nada malo- Dijo el que me molestaba detrás del mostrador, ¿Acaso soy un juguete o qué?

- ¿Acaso te estás escuchando? No es un juguete para que la uses imbécil- Luego de eso me soltó y me agarró de la mano para ponerme detrás de él, y dijo:

- No vuelvas a decirle ni una sola palabra de tu puta boca, ¿Entendiste?- Dijo el chico que me ayudó mientras lo señalaba con un dedo, se notaba que estaba demasiado molesto.

Ahora estando detrás de él pude ver como es, o por lo menos un poco; Es pelirrojo, demasiado alto, y se notaba que va al gimnasio. Tenia los brazos marcados y mientras hablaba con el tipo se tenzaban algunos de sus músculos, supongo que del enojo.

No preste mucha atención a la pelea, para ser sincera, mi atención estaba en los brazos de aquel lindo pelirrojo. No me culpen, adoro los tipos musculosos.

En un momento se dio la vuelta y me miró fijamente, yo tuve que dirigir rápidamente mi mirada a sus ojos para disimular donde estaba mi vista anteriormente. El notó eso y me miró con una sonrisa burlona, a lo que me puse más nerviosa.

- Vamos linda - Me tomó de la mano y me llevó a un lugar aparte.

Dios, cuando vi su cara me quise morir; Es literalmente perfecto, sus facciones son perfectas, pero lo que me hipnotiza son sus ojos.

Llegamos a un lugar, era un pasillo donde no había nada de gente y nos miramos por un rato, yo solté mi mano que estaba entrelazada con la de el, algo nerviosa.

One shots | Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora