12 (Parte dos)

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Su mirada lo decía todo, era una mirada de hambre, esas que me ponen loca. Y de un momento a otro sus ojos cambiaron de ser brillantes y tiernos como los de un perrito, a estar oscuros, llenos de pasión y lujuria...

Y desesperadamente unimos nuestros labios nuevamente en un apasionado y fogoso beso, demostrando las ganas que ambos teníamos.

Su beso demostraba ganas: Las mismas que yo tenía. Deseaba ansiosamente sentir su pene erecto dentro mío, quería sentirlo a él.

Algo que no muchos saben, es que amo dominar, y obvio que aquí también lo haré.

Por eso, cuando él me tomó de los muslos para subirme a la mesa, me separé del beso y lo empujé delicadamente con una mano en el pecho hasta chocar con una pared, mirándolo fijamente.

Él se mordía el labio mientras me miraba, y la diferencia de altura provocaba que alce la mirada.

Y mientras trataba de aguantarme las ganas de tirarme a sus labios hasta reventarlos a besos, para no parecer desesperada y que él sufra un poco, en un movimiento rápido me acorraló a mí contra la pared, ahora él dominando.

Quería hacerlo sufrir, que me ruegue y obvio que iba a conseguirlo. Para eso, comencé a acariciar sus abdominales con mis uñas largas color rojo, para luego ir bajando lentamente hasta su short.

Jugué con el elástico de su short, moviéndolo, mientras veía como echaba la cabeza hacia atrás y se mordía su labio inferior.

- Mierda~- Dijo casi gimiendo, pero quería aún más.

Metí lentamente mi mano dentro de su short y acaricié tranquilamente su erección con una mano, y mi otra mano fue hacia su nuca donde lo acerqué hacia mi, cortando la poca distancia que había, separándome un poco de la pared y pegándome a su oído largando sutiles gemidos.

En un movimiento rápido y bruto, él ya estaba sin pantalón y sin boxer, completamente desnudo para mí, me sorprendí por el repentino acto y me separé chocando de nuevo con la pared.

Me agarró bruscamente de los muslos para ahora si sentarme sobre la mesa y susurrarme:

- Abre las piernas- Abrí los ojos ante su repentino pedido y por el tono en el que lo dijo- Mierda no me hagas esto preciosa, por favor- Sin más obedecí a su pedido, a fin de cuentas yo también lo deseaba.

Es inexplicable como metió su pene tan rápido dentro de mi, me bajó de la mesa para tomarme de las caderas empujándome hacia el.

El ruido de nuestros cuerpos chocando y nuestros gemidos era excitante, además de ser lo único que se escuchaba en aquel lugar.

Y casi como si me tiraran una cubeta de agua helada recordé: No se puso condon.

- Kit~- Quise llamarlo pero me salió como gemido- No t-te pusiste condon- Dije como pude entre medio de jadeos.

- Cuando este por venirme lo sacó, tranquila- Me besó la frente dulcemente y siguió concentrado en lo suyo.

Y así lo hizo, cuando estuvo por venirse sacó su polla, para evitar problemas en el futuro.

Y mientras pasaba por su lado en dirección a buscar mi ropa para cambiarme e irme, una mano en mi cintura me sujetó, rodeándome sus brazos y susurrándome a la vez:

- Crees que esto ya terminó? Claro que no bonita...- Su voz ronca me lo dijo todo.

Ambos seguíamos desnudos, pero yo estaba envuelta en los brazos de Kit. Sus grandes manos acariciaban dulcemente mi cintura y dirigió sus labios a mi mejilla derecha para dejar besos mojados ahí.

One shots | Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora