David
Tal cual era de esperarse, el día de trabajo comenzó de manera intensa.
Luego de haber almorzado, cargó con su mochila donde tiene todas las cosas del trabajo, y partió hacia este. Como no tiene coche ni motocicleta, fue por via publica: el metro de la ciudad.
Por suerte, la estación no le quedaba lejos, pero tiene que esperar al menos treinta minutos de viaje ya que su trabajo quedaba en pleno centro de la ciudad de Madrid.
Y como es de esperarse, el metro siempre está repleto de animales que van a hacer sus respectivos quehaceres del día. Ya sea trabajar, ir a la escuela o incluso solo pasear.
Y ahi estaba el lince, luego de haberse cambiado y fichado para iniciar un dia nuevo, teniendo en frente suyo a una zorra fennec que estaba un poco... Molesta.
— Como ya le comenté, señora Parron, su reservación está, pero es para otra fecha. — habla con calma el lince hacia la señora frente a ella, sonriendo mientras que por dentro desea decirle unas verdades por no entender algo tan simple. —
— Pero ya estoy aquí, y quiero mi habitación. — respondió la fennec cruzándose de brazos y el ceño fruncido. Mirando al lince con impaciencia. —
David trabaja como recepcionista en un hotel en el centro de Madrid. Aunque no era el trabajo de sus sueños, adora de cierta forma el poder emplear su título. De igual forma, hay veces que puede ser pesado para el por los clientes que suele tocarle. Como la señora Parron, por ejemplo.
— Su reservación es para dentro de unos días. No puedo darle su habitación ahora incluso si ya se encuentra aquí. — el felino trata de ser lo más claro posible incluso si tiene que sonreír de manera forzada. —
— Me importa una mierda, gato de cuarta. ¡Nos daras nuestra habitación ahora mismo! — el acompañante de la fennec, un macho fennec un poco más pequeño que su hembra, le habla al lince golpeando el escritorio de recepción. —
Fue la gota que rebalsó el vaso. Con una mirada seria, sus ojos morados se sintieron como dos cuencas vacías que no tienen ninguna empatía por los presentes. Los cuales los fennec notaron por el abrupto cambio de actitud de lince. Bajando sus orejas y mostrando su asombro.
— Le recomiendo que no me falte el respeto, porque yo no lo hice. — su voz se tornó una más fria y sin emoción. — Ya he explicado la situación más de una vez, y ustedes siguen sin comprender. Su reservación es para unos días. No es mi culpa que ustedes sean tan ciegos como para no darse cuenta de la fecha que ustedes mismos eligieron.
La pareja quedó sorprendida ante tal respuesta, e incluso el macho fennec alejó su brazo del escritorio ante la impresión del lince y su manera de hablar que cambió radicalmente en cuestión de segundos.
— Le sugiero ahora mismo que se retiren sino quieren que llame a seguridad por su mal comportamiento hacia mi ser, y regresen en su día reservado. ¿Quedó claro, o lo tengo que explicar con manzanas? —
Al terminar de hablar, los fennec parpadearon varias veces antes de darse cuenta de lo que dijo el lince. El primero en tomar la palabra, fue el señor Parron acercándose más al lince y agarrarle del cuello de su camisa para acercarlo más a el.
— Escúchame bien pedazo de mierda, nos darás nuestra habitación ahora mismo o- —
Fue interrumpido abruptamente al sentir como las muñecas del macho fennec fueron sujetados con extremada fuerza por parte del lince. De no ser porque tuvo cuidado en el agarre, estaría clavando sus garras sobre la ropa del cliente frente suyo. Ante aquella amenaza, los ojos del lince se muestra el enfado y la molestia que tiene el femnec delante suyo. Causando que este se asuste un poco por como la situación salió al revés.
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"Changing Fate". (Gay/Bara-Furry). By Chris-Lynx.
RomanceDecisiones. Es como la mayor parte de la vida se basa. Desde el calzado que eliges para salir de fiesta, hasta incluso si levantarte de la cama para ser productivo, o ser holgazán. De esa manera, es como muchos deciden cambiar de monotonía, a tener...