Heridas de Infancia

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Buenas tardes! Este es mi segundo fic de Mo Dao Zu Shi, estuve pensando mucho en esta historia y por fin me decidí a escribirla. Si bien no hay nada del todo explícito (Aún), hago la advertencia de escenas que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores, por favor tener en cuenta antes de leer. 

Recomiendo leer las etiquetas también! 

No prometo que los capítulos sean así de largos, pero tampoco tan cortos, no prometo nada en sí.

Espero disfruten de la historia, la verdad estoy emocionada por publicarla.

Perdonen todos mis errores.

Disfruten de su lectura!

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"Si alguna vez reencarnara, elegiría volver a ser tu hermano"

Lan Huan tenía cuatro años cuando un veintitrés de enero nació su hermano pequeño. Lan Huan estaba más que encantado, el pequeño A-Zhan era lo más hermoso que había visto en su corta vida, con mejillas regordetas y unos enormes ojos dorados que evidenciaban la viva imagen de su madre, A-Zhan era simplemente perfecto.

—A-Huan, este es tu hermano menor, tu Didi, ahora eres un Gege y tu labor es cuidarlo, protegerlo de todo, ¿Me harás esa promesa? —Dijo Madam Lan mientras miraba con una sonrisa cansada y triste a su hijo mayor.

—Te lo prometo, siempre cuidaré y protegeré a A-Zhan —Respondió con una sonrisa, inflando su pecho de lo orgulloso que estaba de tener un hermano menor.

—Bien...

Cuando A-Zhan cumplió un año, fue separado de su madre al igual como lo hicieron con Lan Huan. Al parecer a A-Zhan le gustaba pasar tiempo con su hermano, pues siempre sonreía cuando éste le hablaba de su día a día, si le entendía o no, eso era un misterio.

La casa de su madre tenía un jardín de Gencianas, a Lan Huan le gustaban mucho y solía correr entre ellas disfrutando de su aroma, A-Zhan que estaba aprendiendo a caminar, siempre quería ir tras su hermano, Madam Lan se sorprendió gratamente que los primeros pasos firmes de A-Zhan fueran en dirección a Lan Huan.

Era un día agradable, Lan Huan estaba sentado al lado de su madre con A-Zhan sentado en su regazo, su madre gustaba de burlarse de A-Zhan pellizcando sus suaves mejillas, Lan Huan miraba con cariño la escena, su Didi ya tenía cinco años, pero para él seguía siendo un bebé. Lan Huan tenía nueve años y ya había obtenido su nombre de cortesía, propuesto por su padre al que veía muy pocas veces en su reclusión.

Lan XiChen, el primer Jade, futuro líder de la secta Gusu Lan.

XiChen compartía su habitación llamada Hanshi con A-Zhan, dormían en camas separadas, pero a veces A-Zhan tenía terrores nocturnos y se colaba en la cama de su Gege. XiChen siempre lo recibía con los brazos abiertos, acurrucándose lo más que pudieran para perderse entre sueños.

—Gege, ¿Cómo estuvo tu día? —Preguntó A-Zhan mientras aceptaba la taza de leche que le servía su hermano.

—Aburrido —Resopló XiChen mirando con desgano su cena. XiChen era un discípulo estrella, elegante y tan talentoso en todas las artes que se le enseñara, era un genio innato y el orgullo de los mayores, pero el pedestal en que lo tenían puesto se elevó más al revelarse como un Alfa a los diez años— No me gusta la política —Se quejó bajándose de aquel pedestal en el que lo tenían— Ni la diplomacia... —Miró por la ventana y suspiró— Me gustaría escapar.

—¿Gege no quiere ser líder de secta? —A-Zhan inclinó la cabeza a un lado mirando a su hermano con esos brillantes ojos dorados.

—No, No quiero —Contestó honesto cruzando sus brazos tras la cabeza y tirándose al piso de madera, sólo cuando estaba con A-Zhan demostraba su verdadera personalidad, una personalidad brillante, pero también brava, a cambio de A-Zhan que tenía una personalidad retraída y con una especie de mutismo selectivo— Por cierto, A-Zhan, pronto te darán tu nombre de cortesía, podrás ver a padre.

La sangre es más espesa que el aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora