Caníbal (Yoonkook) (Terminada)

Capítulo 25

Pov Yoongi

Sus labios saben a gloria, sé que, aunque trata de alejarme no hace el esfuerzo suficiente, puesto que me regresa el beso con la misma intensidad con la que se lo doy. Nuestro beso es voraz, necesitado, mis labios presionan los suyos, mi lengua explora dentro de su boca, tiene aliento mentolado, mis manos aprietan su cintura y el jadea, sus puños están sobre mis hombros mientras lo empujo dentro y cierro la puerta detrás. Es un beso prolongado, salvaje, no hay cariño en él, solo lujuria. Se aleja de mi y toma bocanadas de aire, miro a sus labios brillosos, es mi saliva la que está en ellos, me siento posesivo de él.

-Yoon... ¿bebiste?

-Shhh, sé que estás molesto conmigo, se que en estos momentos no quieres verme a la cara, te grité y merezco que me odies por todo lo que hice y no hice en estos días, de todos tu eres quien menos merecía mi pésimo trato, perdóname. Te lo pido, perdóname. Vuelvo a presionar mis labios con los suyos, suspirando en el acto, toma mi rostro para atraerme más, mis manos recorren su cintura y sus costillas hasta llegar a sus omoplatos, lo abrazo con fuerza, mi boca va a su barbilla y lamo desde ella hasta sus labios nuevamente, entrando en su boca con mi lengua, succiono su labio inferior, lo voy empujando hasta su mesa donde lo levanto y lo siento en la orilla, mi nariz va a su cuello y aspiro su dulce aroma. -Hueles tan bien - lamo su cuello hasta llegar a su hombro y encajo mis dientes allí, suelta un gemido suave, estirando su cuello para darme el acceso que necesito, mi mano derecha acaricia su delgada cintura y mis dedos juguetean un poco con la piel sensible, se retuerce bajo mi toque, y trata de alcanzarme con sus piernas, necesitado de mi toque.

Subo mi mano por su pecho hasta su pezón y con mi pulgar hago círculos al redor de su pezón y luego lo presiono. Jadeo inquietantemente, curvando su espalda para que mi mano lo toque más. Mi lengua y dientes continúan entretenidos con la piel de su hombro, y poco a poco bajan por su pecho hasta su pezón desatendido, ambos están duros, esperando por mí. Me lengua rodea su circulo moreno, y gime en forma de quejido, juego unos segundos con su inquietud hasta que tira de mi cabella.

-Min, por favor -me suplica y sonrío triunfal antes de pasar la punta de mi lengua por su sensible pico, él gime más alto, empujando su pecho hacia adelante, necesitado de mayor contacto, su mano libre se sostiene del borde de la mesa, con mucho esfuerzo, su vientre se sume haciendo notar sus costillas.

-Tranquilo, cariño. Estoy aquí solo para compensarte, tu placer hoy es más importante que nada. -Paso mi lengua por todo su pecho, y termino succionando aquel pico, antes de volver a rodearlo. Mi mano continúa jugando con el otro pezón, haciendo círculos suaves y de vez en cuando presionando. Luego baja hasta su muslo y lo presionan, disfrutando de la sensación de su carne, subo tortuosamente hasta su entrepierna donde ya puedo sentir su polla semi dura, acaricio con mi palma por encima de su pantalonera, de pijama, puedo sentir que no lleva boxers, y la tela es tan delgada que sé que la sensación es más fuerte para él, me lo confirma cuando tiene un espasmo y un gemido agudo sale de su dulce boca.

-Yoongi... por favor -suplica una vez más y presiono su erección antes de llevar mis dedos al borde de su prenda y bajarla para liberar aquella necesitada polla, la rodeo con mi mano y acaricio subiendo y bajando mi palma hasta la punta y rozar con mi pulgar, su respiración es pesada, desesperada.

Mi mano libre empuja su pecho haciéndolo acostarse sobre la mesa, mi boca besa entre su pecho, y mi lengua sale para bajar creando un camino desde allí hasta su vientre, respira intranquilamente, ansioso, deseoso. Le bajo la pantalonera hasta quitársela y lanzarla a donde me alcanzó. Mis manos acarician sus pantorrillas y suben hasta posarse detrás de sus rodillas y subo sus piernas, hasta que las plantas de sus pies quedan la orilla de la mesa. -Mantén abiertas las piernas para mí, ¿Quieres bebé? -Su respuesta es quejarse de placer. Mis cuatro dedos recorren su eje, sintiendo la carne suave, hundo mi nariz entre sus muslos y soplo enviando escalofríos, se retuerce debajo de mi cabeza intentando cerrar sus rodillas y las vuelvo a abrir. -Quieto, amor. No puedo continuar si cierras las piernas.