CADENAS DEL PASADO

CAPÍTULO V

El plan se desmoronó incluso antes de que empezara.

Antes de llevarle los papeles, esperó a que William se calmara, no necesitaban ni quería otro enfrentamiento esta noche y lo mejor era dejar esto en buenos términos por el bien de todos los involucrados.

Cuando Nico estuvo seguro que William estaría más tranquilo y sin esa furia asesina en su mirada, se armó de valor y salió de la habitación rumbo a la cocina, tratando de imaginar todos los escenarios que podrían pasar; esperaba que William le gritara, también esperaba que le rogara, incluso esperaba que le llamara a Hazel para usarla como refuerzo, lo que definitivamente no se esperaba fue toparse de frente con William recién duchado.

Nico se detuvo a tiempo antes de chocar con él, Dios, deberían poner una señalización en el pasillo, aun así dio un paso atrás porque estaban demasiado cerca.

Antes de que Nico pudiera abrir la boca y darle los papeles, pasó.

William estaba usando una loción, que Nico creía que era algo como sándalo, Nico no sabía mucho de perfumes, pero pensó que podría tener un toque de bayas o algo así, sintió una especie de deja vú, tenía la sensación de que lo había olido alguna vez, pero no podía distinguir en donde, intentó buscar en su cerebro para que le suministrara más información, pero lo único que ofreció su cerebro fue una suave voz diciendo "no puedo creer que sigas comprando esa loción solo porque te dije que me gustaba", era la voz de Nico y lo más extraño, tenía un tono feliz.

En el fondo sabía que la loción era algo de William y que el extraño tono de su voz era por él.

Sentía que necesitaba saber más, pero su cerebro no cooperó, sin embargo, ese vago ¿recuerdo? Lo dejó con la piel hormigueando.

—¿Estás bien? —preguntó William sacándolo de sus pensamientos, su mano tocando el brazo de Nico como si temiera que se fuera a desmayar, ahí donde la mano de William hacia contacto sentía su piel caliente.

Nico se quedó mirando fijamente hacia ese punto de contacto y al darse cuenta William retiró la mano, se sintió frío.

—Lo siento —dijo William.

—Y-yo... —Nico ni siquiera sabía que decir, ese pequeño fragmento lo dejó desestabilizado, antes de pensarlo mejor regresó a su habitación

Respiró pesadamente cuando cerró la puerta, no podía creer que incluso su mente quisiera jugar con él, no le estaba suministrando nada de información y de repente lo dejaba desconcertado.

Miró los papeles que aún tenía en la mano, los había arrugado aún más con sus puños apretados, se sentía mal en pensar en ellos y se sentía mal en pensar en la reacción de su cuerpo.

Desde el accidente siempre se sentía en un catastrófico estado de dualidad entre lo que sentía y lo que pensaba, lo odiaba.

Estúpido William y estúpida loción que utilizaba.

Cuando se hubo tranquilizado lo suficiente volvió a guardar los papeles en el cajón —no quería hablar con William por el momento— después sobrevinieron tantas cosas que se olvidó de ellos, ojalá hubieran quedado olvidados para siempre.

****

Al día siguiente las cosas seguían tensas entre ellos. William lo miraba como esperando algo y Nico ni siquiera sabía que decirle.

Pero bueno, su concentración en el hombre no duró mucho, ya que la niña también llamó su atención, no de manera directa, pero ahora se dio cuenta a que se refería William cuando dijo que ella no estaba manejando bien todo lo que estaba pasando.