Solo una vez más-[StraykidsxHoseok]

༻Tierra-3༺

Las balas atravesaban los cuerpos de mis compañeros, corría hacia los containers vacíos, ahí debía crear un plan para sobrevivir de esos idiotas que deseaban obtener lo más valioso que tenía. No eran armas de alta calidad, o dinero que se podía contar, era una persona.

—Señor Lee, las bombas están listas._Me avisó uno de mis perros leales por medio del audifono.—Aléjese de las columnas, le daremos dos minutos para que pueda hacerlo.

Los escombros fue lo único que se pudieron ver con claridad, los cuerpos enemigos habían sido aplastados por la ira de mi mano y mi nombre. El país Norcoreano nos protegía de las amenazas del Sur, después de todo, yo fuí el que les quitó su gema preciosa.

—Minho._ Ahí estaba él, con sus lágrimas apunto de salir, y yo admiraba el amor que tenía hacia mí.—No vuelvas hacer eso, fue peligroso._Lo rodee con mi brazo dominante y le presioné mis labios contra los de él.—Un beso no va solucionar todo, Minho.

—Entonces te daré todo mi cuerpo para que vuelvas a ser feliz a mi lado. Hoseok._Guiñe un ojo coqueto, lo alce del suelo y lo lleve hacia los túneles del amor. Él pedía que lo bajara pero yo no le hacía caso.

—No lo quiero hacer._Se cruzó de brazos, pero enseguida se levantó de la cama para atender mis heridas.

—Está bien, no lo haremos en la cama._ Seguí bromeando con él.

—A no, ni lo pienses._Los algodones se habían acabado, por lo que él sugirió que debía bañarme para quitar toda la sangre de mi cuerpo.

—Vamos a bañarnos juntos, solo por esta vez.

—No, siempre que me llevas al baño me coges y me dejas en cama por una semana completa._ Sonreí divertido ante su cara molesta.

—Bien, respeto tu decisión. Pero, despues que me bañe abra sexo.

—¡Ve a bañarte!_Su cara sonrojada era mi imperio favorito.

El agua caía en mi cuerpo como gran aliviador de mis heridas, seguí pensando en la gran felicidad que me otorgaba la presencia de Hoseok, él era tan especial, yo solo era un mafioso en contra del sistema Surcoreano que había robado al mejor doctor de su país para tenerlo en mis tierras.

El mundo podría caerse en miles de pedazos, pero yo reaccionaría a eso, lo único que tendría en mi mente, es proteger a Hoseok de todo y del todo mismo.

Tome dos toallas, secaba mi cabello mientras caminaba hacia el cuarto; me lleve una gran sorpresa, un sabor amargo recorrió por toda mi boca… Hoseok estaba siendo amenazado por un hombre encapuchado, su afilada navaja hacía contacto con su fino cuello.

—Minho._ Susurro mi nombre, se veía asustado ante la presencia de ese hombre.—Ayúdame._Pidio.

—¿Quién eres?, ¿qué deseas?

—No te muevas o le corto el cuello a Hoseok._Dijo con calma, en sus ojos no se veía la sed de sangre, era extraño.

De todos los enemigos que combatía día a día, el parecía diferente.

—Si alguien está amenazando a tu familia por hacer esto, puedo ayudarte, soy Minho, el mejor soldado de Norcorea.

El hombre encapuchado atrajo más el cuerpo de Hoseok, no parecía ceder ante nada, la daga lastimaba el cuello de mi amado, su sangre salía lentamente de su piel.

—Debes recordar, eres él único que sigue siendo racional.

—¿De qué hablas?

Sin prever, él metió la daga en uno de los ojos de Hoseok, los gritos de la persona que prometí proteger estaban  siendo ahogados por la mano de ese imbécil.

—¡Basta!, ¿qué haces!_Le grité desgarrando mi garganta, la impotencia circulaba dentro de mi sangre, estaba entre la espada y la pared ante todo.

—No voy a parar hasta que dejes de llorar por él._Dijo con seriedad, me sentí incómodo ante su mirada.

Limpie mis lágrimas que salían sin darme cuenta, debía calmarme, no podía dejar que mi debilidad cursara los límites de mi fuerza.

—No sé lo que quieres, pero déjalo ir, él no tiene la culpa de nada de lo que he hecho durante años.

—Mira su ojo, Minho. Es una orden._Me interrumpió ante mis palabras de aliento.

Enseguida le hice caso, el ojo de Hoseok se encontraba destrozado, y él casi no reaccionaba ante nada, se encontraba en un estado de shock en el que no podía deshacerme a menos que me deshiciera de ese sujeto.

Mi cabeza empezó a doler, me sentía asfixiado y vulnerable ante la sangre de la única persona que me mostró la luz de la vida.

—¿Hyunjin?, ¿que le estas haciendo a Hoseok?_Sin querer había dicho su nombre, como si lo conociera de toda la vida.

—Estoy salvándote.

La daga de Hyunjin se quedó en el pecho de Hoseok, este cayó rápidamente al suelo, sin vida, sin pulso, sin un último llamado, pero, no sentía nada a diferencia de lastima, quizas habia bloqueado mis emociones, pero era imposible, yo no era así.

—Ven conmigo, Minho._Extendió su brazo manchado hacia mí.

—Has acabado con él._Me agache a quitar la daga que había matado a Hoseok.—¿Por qué!

La linea de vida era tan pequeña para nosotros los seres humanos, por eso cambiamos nuestros gustos durante todo el tiempo que transcurre, los ojos de aquel hombre de cabello rojo estaban cansados, las líneas de expresión y sus ojeras denotaban tristeza.

—No podrás matarme._Lo decía tan seguro de sí mismo.

—¡Maldito! ¡Hijo de puta!

El cerebro crea advertencias de lo que te duele, pero nunca las siente. Porque para el organo enigma es imposible sentir dolor.

-Notas-

¿Será que hago un grupo en Facebook o en instagram?