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Daniel caminaba por los pasillos de la escuela dirigiéndose a su primera clase la cual compartía con Camila y Mario.

-Que bueno que no ha llegado el maestro- comento sentándose enfrente de Camila y a un lado de Mario.

-Seguro esta de chismoso en dirección por el accidente de esta mañana- comento Mario colocando su mano izquierda en su barbilla descansando esta. -Los maestros igual que nosotros son muy metiches y chismosos- dijo Camila sacando su cuaderno.

-Bueno la verdad, ¿quién no?, así le preguntamos que sabe y le sacamos platica para que no nos de clase- hablaba con entusiasmo el de lentes poniendo una sonrisa de picardía en sus labios mirando a sus dos amigas quienes mostraban interés hacia la propuesta de su amigo.

La puerta del salón se abrió dejando ver a un señor de unos cincuenta años quien entraba con varias carpetas en su mano derecha y con la izquierda sostenía un vaso de café, coloco sus pertenencias en su escritorio desgastado de madera, miro a la clase y carraspeo un poco antes de hablar.

-Buenos días jóvenes, sé que ya están enterados del accidente de esta mañana y si no sabían el alumno que conducía el vehículo que se salió de control esta bien. Ahora se encuentra en el hospital junto con otra compañera- camino delante de su escritorio poniendo sus brazos detrás de su espalda.

-Isabella- dijo entre susurros Mario acercando su cuerpo a los pupitres de Daniel y Camila.

-¿Quién?- Mario se inclinó hacia atrás acercándose a su amiga pecosa. -Isabella. Es una chica nueva estamos juntos en la clase de biología. Va llegando y casi se va con diosito- bromeo el castaño.

-Pobrecita espero este bien- respondió Camila.

Daniel no formulaba ninguna oración o sonido solo escuchaba a sus amigos hablar sin percatarse que el maestro los veía.

-Señorita Martínez por favor diríjase a la dirección-.

Daniel incorporo su cuerpo haciendo que su espalda se pusiera completamente recta. Sus amigos imitaron su acción y vieron a la nombrada tomar su mochila lentamente.

-¡Dan!, ¿por qué te están hablando de dirección?- pregunto con curiosidad y nerviosismo Mario quien seguía el caminar de su amiga por el salón junto con todos sus compañeros sintiendo la misma curiosidad.

Daniel miro a Camila quien le señalo a su celular dando a entender que le hablaría por el.

<<Tranquila Daniel, no hiciste nada malo recientemente no te has saltado clases o roto algún matraz en el laboratorio, no tienes por que sentir miedo>> Daniel pensaba mientras se dirigía a la dirección mordiendo al mismo tiempo la uña de su dedo gordo sintiéndose ansiosa.

Estaba enfrente de la puerta del director esperando alguna indicación para entrar o si ella tenia que girar el picaporte, como si sus pensamientos fueran leídos la puerta se abrió dando entrada a dos personas en la oficina.

-Buenos días, señorita Martínez, le presento al oficial Charlie Swan- el director movió su mano indicando la dirección de la persona nombrada.

Daniel giro su cabeza viendo al hombre uniformado se quedo en silencio y empezó a observar cada detalle de el desde su cabeza, rostro, ropa, manos, absolutamente todo. Su vista termino en la placa policial la cual tenia su nombre grabado "Charlie Swan", Daniel no podía creer que él estaba enfrente de ella, aunque ya había visto a Bella y los Coullen todavía se impresionaba al ver a los personajes de la novela.

-Señorita Martínez el ofician Swan solo quiere hacerle algunas preguntas sobre el accidente de esta mañana, un testigo menciono que la vio cerca- el director hablaba con tranquilidad tratando de no poner nerviosa a la joven chica.

SECUNDARIO CREPÚSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora