Capitulo 13

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¡Suéltame!

Miraba el techo sin saber que hacer.

Las 12 PM.

Dios, tengo tres horas tratando de quedarme dormida y solo consigo tener en mi cuerpo la invasión de la impaciencia por que ya se del mañana.

Retiré las mantas desatando mis piernas de ellas y baje de mi cama para ir al escritorio. Encendí el portátil y me puse a ver una película.

Pero bien mala.

Cerre la tapa del portátil con mala gana y me puse a dar vueltas con la silla giratoria. No se cuánto termine jugando con la silla dando vueltas y recorriendo mi habitación con las rueditas de esta.

Una piedras pequeñas golpeaban mi ventana, reconocí ese sonido a la perfección.

Cuando me quise levantar, gracias a los giros, me mareé brutalmente cayendo al suelo de la forma más estúpida del mundo. Trás quejarme abrí la ventana y vi en ella un chico sentado en su marco, luciendo tan sexy y provocador con esa camisa manga corta que me daba la vista adecuada de sus brazos definidos.

Pensamientos turbios: Quiero morderle esos brazos.

Otra cosa en mi lista de fantasías.

Le sonreí dejándolo pasar. Se sentó en mi cama y me indico con su mano que hiciera lo mismo.

—Vine a buscarte__me mira fijamente, y a pesar de la oscuridad de la habitación, podía ver el brillo intenso en sus ojos.

—¿A buscarme?.

—Si__me toma de la mano y me lleva a la ventana, señala un auto que está estacionado en la entrada__¿Vienes?.

—¿Asi?__me señale a mi misma, para que él viera que tenía el pijama puesto.

—Tranquila, para lo que vamos hacer no necesitas ropa__dice con un tono coqueto y egocéntrico que me mata.

Siento mis mejillas calientes y conquilleantes por sus palabras, esa mirada que me recorre me deja sin aliento. Sus manos toman mi nuca y besa mis labios con una intensidad placentera y satisfactoria.

Tomo su brazo, y la tentación no me impide que apriete entre las yemas de mis dedos su piel caliente y existente.

Me pega a la pared, acorralando me con ella y su cuerpo de definiciones perfectas. Mi mano libre pasa por su abdomen, y puedo sentir bajo mi tacto tembloroso su tableta de chocolate.

No se, pero se me hizo agua la boca.

Muerde mi labio inferior y se separa con la velocidad de una tortuga.

Va a la ventana, sin antes guiñarme un ojo y sonreír con picardía.

—Diez minutos...si no quieres bien__ baja por la ventana, y yo me quedo medio embobada por ver su espalda cuando toma impulso con los brazos para irse.

Me paso las manos por la cara con la intriga y frustración que siente mi cuerpo por la decisión de bajar o no.

¿Sera que bajo?.

Violada.

¡Cállate que no ayudas!.

Me senté en la cama con la mente explotada con tantas posibilidades de que podía pasar si iba o no.

Alan es de tratarme con delicadeza, y se que jamás haría nada que me lastimara o no estuviera aprobado por mi. Me cambié la pijama por unos pantalones anchos de color negro, me deje la camisa larga verde manzana y me puse unos zapatos.

Un Amor A Primera Nota [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora