Un Amor A Primera Nota [Editando]

Capitulo 14

¿Que hace él aquí?

Abrí mis ojos lentamente, y la luz del sol que entraba por la ventana de mi cuarto me obligó a entrecerrar los ojos por la costumbre de la oscuridad del sueño. Pero los abrí como platos cuando me dí cuenta que no estaba sola en esas cuatro paredes.

Los brazos de Allan abrazaban mi cintura, él estaba a mi espalda totalmente dormido. Levanté las mantas con cuidado de no despertarlo. Estaba vestida.

Un suspiro de alivio salió de mis labios.

Me quité sus brazos de mi cuerpo y me levanté pausadamente, fuí al cuarto de baño, hice mis necesidades, lave mis dientes y salí.

Aún estaba dormido, y se veía tan tierno. Sus pestañas largas resaltaban más por el cierre de sus ojos, los labios entreabiertos apenas unos centímetros, el movimiento despacio de su pecho al respirar. Podia pasar el resto del día mirándolo fijamente mientras duerme.

¿Cuánto tiempo tienes mirándolo dormir?, ¡Pareces acosadora!.

Parpadeó varias veces. Me cambió el pijama por unos pantalones y me dejo una camiseta de AC/DC que me llega a los muslos.

Baje a la cocina e hice el desayuno. Gracias al cielo que Mark no llegaría hasta la tarde asi que no había problema con que Allan bajará.

Siento que unas grandes manos me rodean por detrás y me besan la mejilla.

—Buenos días__se sienta en los taburetes de la encimera.

—Buenos días__le sonrió, dejo los platos con el desayuno listo en la mesa__¿Vienes?.

Él asintió y me acompañó a la mesa del comedor. Desayunamos juntos los panqueques, un silencio permanecía en la habitación, pero no me importaba mucho.

Pensaba en muchas cosas, entre ellas la pregunta que más mi mente tenía.¿Qué tenemos Allan y yo?.

Por que, no somos novios, primero por que no me lo ah pedido y segundo por que no se comporta como tal.

Tampoco somos amigos por que, nos besamos continuamente, o por lo menos más de lo que se debería.

Cierro los ojos un momento para no pensar en ello.

Con el tenedor jugaba con las fresas de mi plato, cuando una sonrisa burlona llegó a mis oídos haciéndome levantar la cabeza para verlo.

—¿Qué?.

Él me sonríe con picardía, desvía por unos segundos la mirada antes de volver la a clavar la en mi. Se levanta del asiento y se acerca sentandose a mi lado sin quitar esa sonrisa arrebatadora.

—¿Quieres que te dé la comida?__me dice con un tono tan jodidamente sexy que me hace enrojecer.

Me río, pero cuando lo veo a los ojos noto que habla en serio.

—¿De verdad?__digo divertida.

—¿Por qué no?__se inclino un poco quedando a centímetros de mi.

Sin esperar una respuesta toma entre sus dedos juguetones el tenedor y sujeta con este una rebanada de banana.

Y como si me gustará la idea, con picardía y un tanto de gestó coqueto meto a mi boca el trozo de la fruta, la cuál muerdo con lentitud mientras lo miró fijamente. Él también hace lo mismo, pero con mis labios, que se mueven con mi mandíbula al masticar.