Capitulo 28

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Victoria Smith.

Un mundo hecho pedazos.

Una semana ya habia transcurrido desde que regresamos de la playa, las cosas iban de maravilla, y por fin había decidido irme con él, claramente nos íbamos después de las navidades, ya que obviamente mis intenciones__y las de él__era pasarlo con nuestras familias.

Miré a King jugar con su hueso de juguete, estaba cada vez más grande, a pesar de los años seguía siendo un cachorro para mí.

Lo iba a extrañar.

—¡Llegue!__la voz alta de Mark se intensifica a lo largo del pasillo que va al patio, justo donde me encuentro.

El dálmata corre en busca de su encuentro__ él muy traicionero se encariño con el canguro__para lamerle las manos y la cara.

—Hola alba__me saluda__¿Cómo estás?.

—Bien__me acerque sonriente__¿Y tú?.

—Bien__asiento una sola vez ante su respuesta y este de vá con el dálmata directo a la cocina.

Dirán que hay gato encerrado aquí ¿No?.

Pues déjenme decirles que no, solo es la decisión que tomamos, era mejor dejar a un lado las discusiones y los momentos a la defensiva que siempre habia entre nosotros por aportar una situación más transpirable.

Me senté en el sofá con el libro de irresistible error  en mis manos que tenía mínimo diez minutos de haber empezado a leer.

—Oye Victoria__siento su bonito trasero sentarse a mi lado__¿Dónde está tu madre?.

—Salio con un "amigo" según ella__miro por encima de las páginas__¿Por?.

—Solo preguntaba.

Afirmo con la cabeza en señal de entendimiento y sigo con lo mío.

...

Cuando mis párpados se abren, miro a mi alrededor, todo está silencioso, de hecho puedo oír cómo King respira en mis piernas.

Miro confusa mis alrededores, estoy en el sofá de la sala, una manta me cubre de pies a las costillas y el libro que se suponía estaba leyendo hace poco descansaba en la mesa de centro.

Me levanto quitando de encima el animal manchado.

Me tallo los ojos mientras me levanto para subir a mi habitación y dedicarme a terminar con mi placentero sueño.

Subo con pereza las escaleras, y cuando estoy a punto de cerrar detrás de mí la puerta, un estruendo de un vidrio contra el suelo me sobresalta.

—¿¡Por qué lo hiciste!?__escucho la voz de una mujer en la habitación de Mark.

Y claramente, como yo no soy para nada chismosa, me acerque a la puerta para escuchar el por qué de la discusión.

—¿¡Sólo me querías para follar!? ¡¿Era eso?!.

Conozco esa voz a la perfección, es Amanda.

Un Amor A Primera Nota [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora