『 ℂℝ𝕀𝕄𝕊𝕆ℕ 𝕃𝕆𝕍𝔼✰ 』☆⋆｡𖦹°‧★ ( 𝑺𝒚𝒎𝒂𝒔 )

𝟶𝟷𝟹. ๋࣭ ⭑

Capítulo 13. Dear you

El mundo seguía su curso, indiferente al dolor que carcomía el alma de Tomas. Dos años habían transcurrido y eso no le impedía aferrarse, día tras día, a la esperanza fugaz de un posible reencuentro con el amor que perdió, aquél que el tiempo había sepultado bajo capas de resignación y amargura.

La vida seguía su curso implacable para Tomas. Bajo el manto de la clandestinidad, ocultaba la verdad que el fuego había arrancado de su corazón. En la penumbra de Earthrealm, se deslizaba como un fantasma, llevando consigo el peso de una depresión que amenazaba consumirlo por completo.

Bajo la dureza de un mundo que se sentía tan indiferente ante su dolor, Tomás continuó luchando contra su depresión día tras día. Su existencia en Earthrealm se sentía como un estado de constante tormento, su soledad, tristeza y dolor lo consumían poco a poco. El fuego lo había marcado sin medida, dejándole una herida sin sanar que probablemente nunca se recuperaría. Su existencia era mero sufrimiento y angustia, desprovista de luz y esperanza para el futuro.

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Durante aquella mañana, el delicado cuerpo de Tomas se movía frenéticamente entre las sábanas de su cama. Las gotas de sudor lubricaban su cuerpo desnudo, sus músculos se sentían tensos debido a los niveles de oxcitocina circulando por su sangre; sus dientes mordían su labio inferior para evitar soltar los quejidos de placer, pero sobre todo, dolor, que su cuerpo experimentaba.

La silenciosa habitación hacía ruido con el sonido de ambos cuerpos desnudos chocando agresivamente entre sí, uno siendo penetrado por el otro. Tomas enterraba su cabeza entre la almohada mientras sus dedos se agarraban fuertemente de las sábanas cuál gato sacando las garras; y por inercia, su cintura se levantaba para dar un mejor acceso a su depredador.

La sensación era increíble, el dolor intenso dio paso a un placer profundo y apasionado con cada embestida dentro de él; su respiración se hizo más pesada, más irregular, y el sonido de sus silenciosos gemidos llenó la cámara en la que se encontraba.

El placer aumentaba a cada segundo, su cuerpo se arqueaba con cada movimiento, sus ojos se cerraban con fuerza mientras la sensación seguía aumentando. Ya no pudo luchar más contra el deseo, se dejó someter plenamente a sus deseos y a las intensas sensaciones.

Sus ojos estaban entrecerrados, apenas podía contener todo el placer invadiendo hasta su alma. Sintió la cálida mano del otro hombre sosteniendo la suya, mientras se apoyaba en su propio cuerpo para hacer sus embestidas más fuertes y rápidas. Entonces no pudo evitar mencionar su nombre entre un susurro.

—Syzoth... —murmuró en un gemido, lo suficientemente fuerte para que las palabras llegaran al otro.

Pero claramente, el hombre montado en él no era Syzoth. Era Rain, y no estaba contento con el nombre que escuchó.

—¿Qué dijiste? —el mago dejó de moverse, pero no se salió del interior de Tomas.

En su lugar, tomó su cuello y comenzó a apretar con fuerza, mientras lo sometía contra la almohada. Entonces habló en un tono enfadado y demandante.

—No quiero que vuelvas a mencionar ese nombre.

Tomas sintió como si el mundo se congelara en el momento en que escuchó la voz amenazadora de Rain. El repentino agarre del mago alrededor de su cuello lo estaba asfixiando, cada pedazo de aire estaba siendo privado lentamente de sus pulmones.

Su cuerpo estaba paralizado, no podía moverse, ni siquiera podía gritar pidiendo ayuda. El miedo y la rabia llenaban su corazón. Quería gritarle a Rain, pedirle que se detuviera, pero todo lo que pudo lograr fue un pequeño sonido de gorgoteo.