Capítulo 18. Un lugar al que pertenecer
Syzoth despertó con la sensación de que su cabeza era un tambor golpeado sin cesar. Apenas abrió los ojos, sintió la luz matutina cual cuchillo que atravesaba sus párpados. Se incorporó lentamente, con cuidado de no hacer movimientos bruscos, sintiendo que cualquier esfuerzo podía desencadenar una catástrofe en su estómago.
Tenía la boca seca, como si hubiera masticado arena, y un sabor amargo le invadía el paladar. Con un gemido de pura miseria, se dejó caer de nuevo en la cama, tratando de recordar cuántos tragos había bebido la noche anterior. Vagamente, vinieron a su mente imágenes de risas, brindis y luces borrosas en la cantina.
Su cuerpo, una mezcla de pesadez y dolor, le pedía a gritos hidratación y reposo. "Nunca más", murmuró con voz ronca, una promesa que se comprometió a cumplir para no volverse a dejar llevar por sus amistades mal influyentes.
Se cubrió los ojos con el brazo, esperando que el malestar pasara rápido, o al menos, que el martilleo en su cabeza cediera un poco. Pero sabía que le esperaban unas cuantas horas de arrepentimiento, pagándole caro a su cuerpo por los excesos de la noche anterior.
El zaterrano sintió una punzada aguda en el estómago, un anuncio inconfundible de que el contenido de la noche pasada estaba a punto de salir. Con un esfuerzo considerable, se levantó de la cama, tambaleándose hasta el baño. Cada paso resonaba en su cabeza como un eco doloroso, y el sudor frío le perlaba la frente.
Llegó al baño justo a tiempo, arrodillándose frente al inodoro. Apenas tuvo tiempo de levantar la tapa antes de que una oleada de náuseas lo invadiera. Su cuerpo se estremeció con violentos espasmos mientras vomitaba, sintiendo cómo los excesos de la noche anterior abandonaban su cuerpo de la manera más brutal posible. El sabor ácido y el ardor en su garganta sólo empeoraban su malestar.
En ese momento, Raiden, quién había estado sobrio la noche anterior, escuchó los ruidos provenientes del baño. Salió de la habitación donde había estado durmiendo y se dirigió rápidamente hacia allí. Al ver a Syzoth en ese estado, se arrodilló junto a él y le sujetó la frente con una mano firme pero compasiva, apartándole el cabello pegajoso de sudor.
──Tranquilo, Syzoth, aquí estoy ──esbozó el granjero, su voz calmada y reconfortante.
Syzoth apenas podía responder entre arcadas y suspiros dolorosos, pero la presencia de su amigo era un alivio en medio del tormento. Raiden abrió el grifo del lavabo y empapó una toalla con agua fría, pasándola luego por la nuca del contrario para intentar aliviar su malestar.
──Gracias, Raiden ──logró decir entre jadeos, su voz apenas audible.
──No hay de qué. Sabes que siempre estoy aquí para ayudarte, aunque te pongas en estas condiciones ──respondió, con una mezcla de preocupación y resignación.
Cuando las náuseas finalmente cedieron, el zaterrano se dejó caer de espaldas contra la pared del baño, exhausto. Raiden le ofreció un vaso de agua y le ayudó a enjuagarse la boca, procurando que bebiera despacio.
──No entiendo por qué a los humanos les gusta el alcohol ──confesó con una expresión disgustada, ahora estaba totalmente arrepentido de haber bebido tanto.
──Es una forma de relajarse y distenderse, de divertirse. Aunque no me sorprende que no te haya gustado, a quienes lo hacen por primera vez rara vez les gusta.
──Debería ser ilegal aquí y en todos los reinos ──se quejó con el paladar amargo── Esto es de lo más horrible.
El azabache esbozó una risa incontenible, mientras se separaba de la pared y caminaba hacia el tocador.
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『 ℂℝ𝕀𝕄𝕊𝕆ℕ 𝕃𝕆𝕍𝔼✰ 』☆⋆。𖦹°‧★ ( 𝑺𝒚𝒎𝒂𝒔 )
FanfictionSyzoth es un Zaterrano diferente a los de su especie. Su deseo más grande es encontrar la felicidad sin que su naturaleza se lo arruine. ¿Qué pasará cuándo conozca a Tomas y se de cuenta de que él podría ser su amor destinado? ¿Luchará contra los ob...