『 ℂℝ𝕀𝕄𝕊𝕆ℕ 𝕃𝕆𝕍𝔼✰ 』☆⋆｡𖦹°‧★ ( 𝑺𝒚𝒎𝒂𝒔 )

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Capítulo 7. Proteger, sinónimo de amar

La tensión entre ambos hombres aumentó cuando sus miradas se conectaron. Syzoth sintió su enojo crecer con el simple hecho de ver al mago nuevamente.

Sintió mucha rabia surgir dentro de su corazón. Rain fue la razón por la cual se involucró en todo ese lío que casi lo llevó a su propia sentencia de muerte. Él fue el hombre que intentó seducir a Tomas de un momento a otro, y por eso, ahora el zaterrano sentía un odio profundo por él; siendo mutuo el sentimiento. Él realmente quería deshacerse de Rain de alguna manera.

-¿Qué está haciendo él aquí? -Rain preguntó, sin dejar de mirar con desprecio al zaterrano.

-Le di la oportunidad de probar que es diferente -la emperatriz respondió, después miró a Syzoth, esperando no arrepentirse de su decisión.

Rain no estaba contento con la decisión de la monarca. Él solo quería deshacerse de Syzoth tanto como Syzoth quería deshacerse de él. El zaterrano sentía tantas ganas de simplemente dejar salir su ira una vez más y lanzarse sobre el mago para golpearlo. El mero hecho de ver su desagradable rostro hacía su sangre hervir. Pero sabía que no podía hacer eso, de lo contrario, perdería la confianza que acababa de obtener de la emperatriz en un solo movimiento.

El mago sentía exactamente lo mismo, por mucho que estuviera en contra de la decisión de Sindel, no se atrevía a protestar. Además de su habilidad mágica y su importante rango, lo que más valoraba era la confianza y aprecio de la emperatriz, no podía arriesgarse a perder lo que le importaba por algo como un zaterrano.

-Ya veo -Rain contestó sin importancia, tratando de aparentar que el zaterrano era indiferente para él, a pesar de ser totalmente lo opuesto - Su majestad, estoy aquí para solicitar ser quién esté a cargo de curar a Tomas, y cuidarlo mientras se recupera.

Las manos de Syzoth comenzaron a temblar por la rabia dentro de su cuerpo, él no podía soportar que Rain fuera quien estuviera curando a Tomas, pero no tuvo la oportunidad ni el coraje de interrumpir la conversación. Él estaba demasiado ocupado queriendo saber cómo estaba su amado. No permitiría que nadie más lastimara a Tomas, y menos alguien que intentaría robárselo a besos. Lo odiaba muchísimo.

-Claro Rain, estoy de acuerdo. Eres el mejor calificado para esto -Sindel respondió- Haz lo que debas hacer para salvar a ese chico.

Rain asintió y salió de la habitación, antes de mirar a Syzoth con disgusto una vez más, al mismo tiempo, formando una sonrisa debajo de su máscara al ver la expresión en el rostro del zaterrano al haber escuchado la conversación.

Syzoth no podía creer el descaro que tenía Rain, estar disgustado por él era una cosa, pero hacerlo después de intentar robarle a su chico era mucho peor. Él estaba no solamente celoso, sino que odiaba a Rain hasta la médula. Pero tenía qué pensar en Tomas, no podía perder el tiempo odiando al hombre que iba a curar a su amado. Necesitaba ver cómo estaba.

Syzoth rápidamente salió de la habitación, con la intención de ir a donde el mago. Él no le daría al bastardo la oportunidad de ser quien cuidara de Tomas. No podía dejar que tomara un papel tan importante después de que intentó robarle a Tomas y después de que besó sus hermosos labios en la fiesta.

Rain se detuvo frente a la puerta de la habitación donde curaría a Tomas y miró a Syzoth antes de entrar- ¿Se puede saber qué estás haciendo aquí? No puedes entrar.

Los latidos del corazón de Syzoth parecieron volverse locos por el enojo, pero no podía dejar que eso se apoderara de él. Ya había hecho que la reina confiara en él, necesitaba mantenerlo así por un tiempo más. Él esperaba que Rain no pudiera ver a través de su ira.