VIII

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Bésame en los labios y libérame, pero por favor, no muerdas.

Los castaños ojos de Recalt miraban fulminantes al omega rubio que hablaba con Enzo, no se le había despegado un solo segundo desde que habían llegado al bar y por supuesto que los lugares a los lados del alfa ya estaban ocupados. Chasqueó la lengua con molestia antes de llevar el popote de su bebida a sus labios y darle un largo trago en un intento inútil de relajarse, aunque con la escena frente a él, era prácticamente imposible. Se le iría encima a ese tipo en cualquier momento.

—"Disimula, Mati." —Lo codeó Juani. —"Un poco más y los atravesarás con la mirada."

—"Ojalá fuera posible."

El otro castaño carcajeó.

—"Tranquilo, a Enzo ni de chiste le gusta Franchu." —Hizo un ademán para restarle importancia. —"¿Cuándo le dirás?"

Matías alzó los hombros.

—"Quizá no lo haga."

—"¿Cómo que no? Dijiste que esa era su condición."

—"Ya me cansé, estoy casi rogándole todos los días para que me hable, no me toca, no me besa y, no lo sé, sí quiero estar con él, pero creo que ni siquiera estoy seguro de querer entrar a algo serio ahora."

Caruso bufó, agradecía no tener pareja ni nada de eso, era un jodido dolor de cabeza que definitivamente no necesitaba.

—"Matu, no me jodas. Casi te mueres por no estar con él, ¿De verdad me estás diciendo que no quieres algo serio?"

—"Es que no es lo mío, él piensa en una marca, en hijos y yo no, tengo veintiun años, lo menos que quiero es una marca e hijos."

—"Mierda..." —Murmuró y se rascó la nunca sin saber qué decir. —"Bueno..." —Retomó después de algunos segundos. —"Tu miedo al compromiso se va a ver así." —Miró a Enzo y Francisco. —"Así que piénsalo bien."

[...]

Al fin estaban en el hotel, Matías no había bebido demasiado, así que era muy consciente de todo lo que estaba pasando al igual que Enzo, este no se había sentido muy cómodo a lo largo de la noche, así que sabía que si tomaba mucho, seguramente se le soltaría la lengua y no quería volver a hacer el ridículo como aquella vez que lloró junto a Esteban preguntándose porqué su omega no podía aceptarlo. Una escena sin duda humillante y deplorable.

El menor dejó su chaqueta sobre la silla y comenzó a desvestirse en silencio, no habían compartido una sola palabra desde que se bajaron del coche, de hecho, ni siquiera durante la reunión habían hablado porque Enzo estuvo muy "ocupado" con Romero.

—"¿Te pasa algo?" —La voz de Vogrincic terminó con el silencio al fin.

—"Estoy cansado." —Se encogió de hombros, tomando la enorme playera del alfa que había escogido para dormir.

—"No quieras engañarme, te conozco."

—"Pues no sé, Enzo, no es como que me encante verte con Francisco, ¿Qué quieres que te diga?" —Dejó, o más bien, lanzó su pantalón sin doblar a la silla junto a sus otras prendas. —"Y lo sabes bien, así que no me hagas repetirlo más de lo que ya lo he hecho."

—"Matías..."

—"No, 'Matías' nada, sé que la cagué, pero no tienes que castigarme así. Prefiero morirme antes que seguir así, ya estoy harto."

Otra vez silencio, Enzo se había quedado atónito por la repentina explosión del joven aunque sabía que, en parte, tenía razón. Entre él y Fran no había nada, ni cerca habían estado de darse un beso y tampoco iba a negar que en parte sí lo estaba haciendo para que Matías supiera lo que se sentía el tener que compartir a alguien que quieres con otra persona completamente en contra de tu voluntad; sin embargo, tal vez se había pasado un poquito.

—"Este mes te he pedido disculpas de todas las maneras posibles, he intentado acercarme a ti y todo lo que haces es alejarme, así que si realmente no quieres estar conmigo y esto lo haces por compromiso, vete. Vete y haz lo que sea que estás haciendo con Francisco, pero no me tengas en una puta incertidumbre de si hoy será el día en que al fin me quieras de vuelta."

La voz del más pequeño se quebró mientras hablaba y sus ojos se colocaron rojos gracias a las lágrimas que se aglomeraron en ellos.

—"Y ya, de verdad, estoy cansado y quiero dormir."

El omega pretendía caminar hasta la cama; no obstante, el agarre en su antebrazo lo detuvo de forma abrupta, seguido de un tirón que lo hizo chocar contra el pecho de Enzo. Al alzar la cabeza, se encontró con la intensa mirada del alfa, el cual ni siquiera le permitió hablar pues rápidamente capturó sus labios en un beso brusco y desordenado que, confundido y atontado, siguió como pudo, aferrándose a los bíceps del mayor, llegando incluso a enterrar ligeramente sus uñas en dichas zonas.

El contacto duró segundos que se sintieron como horas, tenían un mes sin darse un mísero beso, claro que estaban ansiosos por devorarse. Enzo fue el primero en desistir, retirándose del beso y dejando un pequeño hilillo de saliva uniendo todavía sus labios.

—"¿Qué...?" —El menor cubrió su boca, algo confuso.

—"Hice mal, Matías." —Peinó el cabello del mencionado hacia atrás y exhaló. —"No fui maduro, lo sé, yo sólo..., creí que si sabías lo que de sentía, al menos me entenderías un poco."

—"¿Y por eso estuviste acostándote con otro?" —Alzó una ceja.

—"¡No! No, no, él y yo nunca..., jamás pasó algo así. No podría."

Recalt rodó los ojos.

—"No me mientas, siempre llegas apestando a él, ¿Cómo se te pegaría tanto su olor, hm?" —Hizo un gesto con la mano para restarle importancia. —"Como sea."

—"Matías, yo jamás me acosté con él, no sé porqué tenía su olor en mí, yo ni siquiera lo notaba."

—"Está bien, está bien. No debo pedirte explicaciones."

—"Hey, basta." —Lo sujetó de los hombros, apretándolos con cuidado. —"Yo también lo siento, los dos nos equivocamos en esto. Nunca quise hacerte daño."

—"¿No?" —Preguntó irónico. —"En parte sé que lo merecía."

—"Matías, yo sí quiero una explicación."

—"¿Qué? ¿De qué?"

—"De lo que pasó, quiero que me digas qué pasó para que me trataras así ese día."

El menor tensó la mandíbula y maldijo en su mente.

We Don't Gotta Be In Love |MatiEnzo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora