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Y una noche cualquiera, cuando todo cambia, tú no respondes y volvemos a ser extraños.

La foto que se había tomado aquella noche había pasado a ser un "meme" entre todos, era la foto de perfil de su grupo en WhatsApp e incluso algunos la tenían como fondo de pantalla. Chistoso, claro; sin embargo, a Matías no le hacía ni una pizca de gracia, al contrario, el estómago se le revolvía cada vez que entraba al grupo y veía esa asquerosa foto de Enzo compartiendo un momento que bien podría catalogar como "íntimo" con otro omega. Lo peor era que no podía reclamar absolutamente nada porque había sido decisión suya que las cosas dieran ese giro tan contraproducente.

Chasqueó la lengua al escuchar los lloriqueos de su omega, había estado así toda la semana desde que le dio fin a su "no-relación" con Enzo, sin quitar el hecho de que su humor sólo había empeorado. Ni siquiera podía conciliar el sueño por las noches y durante el día su mente sólo podía recordarse una cosa: que su alfa lo había reemplazado en menos de un día.

A lo lejos escuchaba las risas que compartían Francisco y el alfa que tan atormentado lo tenía, no tenía ni puta idea de qué había pasado aquella noche, pero los días siguientes, Enzo y Fran parecían chicles, siempre estaban juntos en los descansos e incluso a veces salían juntos del hotel. No pensaba que Francisco fuera el tipo de Enzo, pero tampoco estaba ciego, era un omega hermoso, esbelto, de piel blanca y preciosos ojos verdes, ¿Quién en su sano juicio no se sentiría atraído por él?

Apretó los dientes y dio media vuelta, ya no podía seguirlos viendo, le dolía, pero ya había tomado una decisión y no iba a arrepentirse.

—"Matu, ¿Estás bien?" —La voz de Juani apareció, haciéndole alzar la mirada del tazón de fruta que yacía en sus piernas.

—"Es el mejor día de mi vida." —Respondió sarcástico.

—"Hablo en serio, si te peleaste con Enzo, lo entiendo, pero las cosas se están volviendo incómodas para todos. ¿Quieres hablar de lo que pasó?"

—"No pasó nada entre él y yo." —Alzó los hombros. —"Tuvimos nuestras diferencias, pero ya lo arreglamos." —Mintió.

—"No parece que lo hayan 'arreglado', Mati." —El ojiazul suspiró e hizo un ademán. —"En fin, sea lo que sea que haya pasado, comprendo que son sus temas, sólo..., intenten llevarse bien. Aún nos quedan un par de meses de grabación, no podemos llevarnos mal."

—"Bien, lo entiendo. No te preocupes, hablaré con él." —Llevó un trozo de sandía a su boca y, a pesar de que estaba riquísima, le dejó un sabor amargo.

—"No te duermas, Matías." —Le advirtió y señaló con la mirada a Francisco y Enzo. —"Hay cosas que jamás regresan."

[...]

Tuvo todo el día la advertencia de Juanicar resonando en su mente, ¿Qué debía hacer? Él estaba seguro de que amaba a su novia, sí, tenían una relación abierta, no había ningún tema respecto a lo que estuvo haciendo con Enzo; sin embargo, si la amaba tanto, ¿Por qué no podía dejar se extrañar los brazos de ese alfa? No paraba de pensar en lo bien que se sentía ser besado y sostenido por él, se sentía querido y protegido siempre que estaban juntos, incluso cuando no estaban encima del otro arrancándose la ropa, cuando sólo eran ellos recostados mientras hablaban de cualquier tontería.

Se mordió el labio inferior mirándose al espejo del camerino, ya estaba desmaquillado y listo para irse, pero tambien era su oportunidad. Era un tipo orgulloso, aún así, estaba dispuesto a dejar eso de lado por un rato.

Al abrir la puerta, apenas mentalizándose, la alta figura de Enzo lo envolvió, todo se quedó en silencio, el mayor y él compartieron una mirada indescifrable y cuando apenas había abierto la boca para hablar, el alfa se le adelantó.

—"¿Fran se fue hace mucho?"

Le cayó como un balde de agua fría, todo rastro de tranquilidad lo abandonó y su ceño se frunció notablemente. Sus pequeñas manos se apretaron al igual que sus dientes.

—"¿Por qué te interesa tanto?" —Escupió molesto. —"¿Qué si ya se fue?"

—"Sólo es una pregunta, iba a darle unas cosas." —El mayor se mostraba tranquilo, no tenía ganas de discutir.

—"¡No! ¡¿Por qué te interesa tanto?! ¿Acaso te gusta? ¿Es eso?"

—"Bien, si no está aquí, me voy."

Cuando el alfa pretendió irse, un tirón en su brazo le hizo detenerse y volver a girar en dirección del más bajo.

—"¿Te gusta Francisco?" —La mirada de Matías era diferente a cualquiera que Enzo hubiese visto en él, esta se encontraba cargada de celos y molestia.

—"¿Y qué si me gustara? No es asunto tuyo." —Se soltó del agarre. —"¿Cómo puedes reclamarme algo, Matías? Me dijiste cosas horribles el otro día y me mandaste a la mierda. Ahora no vengas a montarme una escena sólo porque estás celoso."

—"¡No estoy celoso!"

—"Bien, ¿Entonces de qué se trata todo este reclamo?"

—"¡Ni siquiera esperaste un día para estar con otra persona!"

—"¿Por qué debería esperar?" —Cuestionó, ya un poco más alterado.

—"¡Porque éramos...!"

—"¿Qué éramos?" —Interrumpió. —"Creo que estás confundiendo las cosas." —Repitió las mismas palabras que Matías había dicho una semana atrás. —"No hagas este papelito, Matías, de verdad y si tanto quieres celar a alguien, anda a Argentina con tu novia. Conmigo ya no."

Al fin, Enzo se marchó, dejándolo solo, atónito por todas las cosas que le había dicho. Posicionó su mano contra su pecho al sentir una opresión en el mismo y, sin siquiera darse cuenta, un montón de lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, perdiéndose en algún lado de su cuello. ¿Así se sentía que tu alfa te rechazara? ¿Así se había sentido Enzo cuando le dijo aquellas cosas horribles? Había sido un completo estúpido.

We Don't Gotta Be In Love |MatiEnzo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora