Las crónicas de la Emperatriz Elena

Capítulo 11

Que empiezan los juegos

Elena

Salí  de la cámara de consejo apenas consiente de lo que acababa de ocurrir

¿Qué diablos me pasó ? Jamás en mi vida había  retado al consejo públicamente.

Había metido la pata, ahora sí que estoy en serios problemas. Más cuando la noticia salga en los periódicos de la prensa. Tenía que solucionarlo y pronto , ya que si mi padre se entera sería  un escándalo terrible.
Me fui a mi habitación y cerré la puerta con llave. Agarre mi capucha y me escabullí por el túnel secreto, apenas había llegado al final del túnel cuando me taparon la boca, traté de defenderme pero fue inútil. Me cubrieron los ojos con una  venda y me llevaron aun lugar desconocido.

Dos horas después nos detuvimos como en un bosque, al menos eso sentí ya que podía percibir el olor de los árboles. Me bajaron del carruaje y me llevaron arrastras a una casa o eso es lo que imaginé.
Me dejaron sola y el miedo me consumía, ¿qué diablos ? Pensé . Era la primera vez que me secuestraban y no entendía la razón de estar aquí, de repente unos pasos se escucharon en la habitación. Mi piel se puso de gallina y mis manos temblaban, en eso siento que me desatan las manos y me quitan la vendan, traté de examinar todo al mi alrededor y pude notar que estaba en una cabaña abandonada y apenas podía percibir la luz de la luna que pegaba en dirección  a la venta que está frente a mi.
Todo lo capte demasiado rápido y en eso alguien enciende las velas y escucho una voz masculina que le dice al alguien:—Puedes irte Iván.
Miró en dirección de donde  proviene la voz y veo un hombre bien vestido,con unos rasgos marcados y bellos, yo le calculo de unos 30 años. Él se me acerca y me ofrece una silla y él se sienta en otra. Luego me dice:—No te asustes, no estoy aquí para hacerte daño.

¿Es enserio? Pensé.¿realmente no quiere que me asuste?

—Solamente estás aquí porque te voy a dar un mensaje que mi señora me dio para ti.
Fruncí el ceño y le dije:—¿tu señora, quien es ella?
—No me está permitido darte más información, pero a su debido tiempo lo sabrás.
—Bueno, dime el mensaje.
—El mensaje es: No tardes en cumplir con tu deber.
Mis ojos se abrieron y mi boca formó una o, ¿acaso ella sabía lo de la,profecía que tenía que cumplir?
—Oye, ¿puedo preguntarte algo?
—Si, claro.
—¿Ella sabe algo de mi?
El me sonrió y dijo —Puedo decirte que te conoce mejor que nadie, y sabe tu misión.
—Pero yo no la conozco, ni siquiera me has dicho su nombre.
—La conoces, y ella a ti, por eso supimos lo de tu túnel secreto Elena.
¿Qué  está pasando? Pensé. Nadie sabía lo de mi túnel excepto mi madre, pero ella está muerta.
—¿Y como supieron que yo iba a salir?
—Eso  no te lo puedo decir, como te dije antes todas tus preguntas serán respondidas a su debido tiempo. Miró su reloj y añadió :—Bueno, se hace tarde debes irte,y recuerda no puedes decir ni una palabra a nadie. Si te preguntan di que te perdiste o alguna excusa que sea creíble.
Terminando de hablar, entraron unos hombres y me pusieron la venda y me ataron las manos y me subieron al carruaje luego escuché que él les dio las instrucciones.

***

Narrador

Todo el palacio está hecho un caos, el emperador está demasiado tenso. El General Arelius está dando instrucciones a los soldados y los criados están revisando cada rincón del palacio.
Los consejeros del emperador tratan de calmarlo.—Majestad debe relajarse, de seguro que la princesa Elena debe de andar por allí.

—Concuerdo con Lord Rud, debe relajarse ya que podría enfermar.
El emperador enojado estrelló su copa contra la pared y alzó la voz—¡Como quieren que me calme si la vida de Elena está en peligro!
En eso se escuchó la voz de Elena—Papá,¿qué ocurre aquí ?
Todos los presentes la miraron atónitos y el emperador corrió a abrazarla. —¡Hija mía !
¿Donde estabas?
Elena tuvo que controlar los nervios y dijo:—salí a pasear y me perdí, pero ya estoy de vuelta
—Me alegro que estes aquí.

Gracias por leer, espero que le halla gustado este capítulo.
Me gustaría saber que piensan de la historia.
Besos😘😘😘😘😘😘😘🥰😘