Extra

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—Princesa Elena, su padre está muriendo. Y quiere verla.

—¿mi papá ?

—Si su alteza.

Corro hacia la habitación, mis lágrimas inundan mis ojos. Llego a su habitación, están todos sus consejeros presentes. Me acerco al lecho de mi padre o abuelo.

—Papá aquí estoy.

—Elena hija, estoy a punto de morir y quiero que me prometas que te casarás.

—Papá no digas eso, vivirás. Mis ojos se empapan más de lágrimas.

—No Elena, ya estoy viejo. Tu serás la emperatriz de este imperio y quiero que cuides bien de tu hermanito Li.

—Te lo prometo.

Su cuerpo cae, y yo empiezo a gritar. Las esposas de mi papá también lo hacen. Todos estamos adoloridos.

—Su alteza ¿quien que comenzamos a prepara todo?

—Si Maddy.


Ella se va y yo me quedo a ver por última vez el cuerpo de mi padre.







Dos días después

—¡viva la emperatriz de  Argox!

El sonido  se hace al verme a salí por la puerta del palacio. Sinceramente no tengo ganas de nada.
Mi cabeza me duele por llevar una corona que de diamantes.

—Majestad todo el mundo quiere conocerlas

—Lose, pero no estoy de humor.

Seguimos avanzando y sin más volteo a ver a un hombre que me deslumbró por completo

Las crónicas de la Emperatriz ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora