–Tim no respondía los mensajes de Conner, y ahora estaba comenzando a desesperarse, era raro considerando para que lo quería, estaba sentado en su habitación pensando. Se sentía perdido en sus pensamientos, hoy era cuando Tim regresaba, le había prometido a M'gann romper con él, pero se sentía incapaz de hacerlo, lo último que quería era lastimarlo, la puerta se abrió y Zatanna entró– Lo siento grandulón, quería preguntarte si... ¿estás bien?
—Claro, no pasa nada.
Conner, no tengo que ser maga para saber que algo te molesta, si quieres hablar de eso puedes decirme.
—Yo... es complicado.
Puedo ayudarte, si quieres –Conner suspiró y asintió, pasó la tarde contándole a Zee todo el asunto, le había dicho que realmente no sabía que sentía, al estar con M'gann se sentía importante, tenerla de vuelta era como si una parte suya hubiera vuelto, la había perdido y ahora tenerla de vuelta se sentía bien, pero con Tim era diferente, Tim era necio, listo, divertido y Conner a veces se sentía como si Tim fuera un príncipe y él su caballero de brillante armadura, Tim le provocaba una sensación cálida, pero M'gann había sido su primer amor, y la persona que le enseñó de que trataba ese sentimiento, Zee lo observaba decepcionada y molesta, sin embargo al pasar del tiempo su expresión se suavizó–
—A veces siento que... Tim no es sólo mi mejor amigo, siento que es la persona a la que le confiaría mi vida, fue quien me ayudó cuando ella y yo terminamos, él... es tan noble, tierno, amable, gracioso.
Conner, cualquiera vería la respuesta a simple vista, escucha, no te juzgo considerando lo poco que conoces aquí, pero piensa, escucha como hablas de ella y escucha como hablas de Tim, Conner... tu corazón sabe lo que quiere, sólo tienes que escucharlo.
—Yo... ¿qué puedo hacer?
Bueno, Tim regresa hoy, podrían cenar juntos, hacer algo especial, y si después de eso sientes que las cosas con Tim no funcionan, se honesto con él.
—Tendré que decirle lo que pasó con ella.
Es necesario Kon, pero si tú y Tim realmente se aman, creo que podrán superar esto. Sólo... ella y tú han ya sabes.
¿Qué? No, claro que no, bueno... estuvimos a punto, pero pensaba en Tim y no podía hacerlo.
Suerte Conner –dijo con una sonrisa–
–Conner se quedó sólo por un par de minutos, finalmente decidió que era lo que iba a hacer, pasó lo que quedó del día de un lado al otro, buscando cosas para pasar la noche con Tim, le había estado dejando varios mensajes, pero hasta ahora no había respondido ninguno, supuso que debería estar muy ocupado, pero Tim siempre fue de los que bastaba con leer para saber que cuando se trataba de algo así estaría presente, las horas pasaron y ahora Conner estaba sentado, esperando a Tim, el tiempo empezó a pasar y Conner ya estaba comenzando a preocuparse, Tim ya debería haber llegado de su misión, o al menos responder sus mensajes, pero parecía estarlo ignorando, el reloj marcó la media noche y Conner dejo el lugar, mientras volaba hacia Metropolis recordó su apartamento con Tim, era su "guarida", al llegar se dio cuenta que la puerta estaba abierta, eso se le hizo extraño, porque él sabía que la puerta debía estar cerrada con llave, cuando entró todo parecía estar normal, nada faltaba, algunas cosas estaban fuera de su lugar, pero nada de qué preocuparse–
¿Pajarito? Tim... ¿Estás aquí? –al dar un paso hacía la sala escuchó algo ser quebrado, al mirar hacía el suelo encontró el collar que le dio a Tim en su cumpleaños, el primer cumpleaños de Tim que pasaron juntos, como novios, Tim nunca se lo quitaba, entonces Conner comenzó a buscar por todos lados, pero nada faltaba, había una memoria USB en la mesa de la sala, junto al teléfono de Tim y una simple nota que decía "Mira me", una extraña sensación se hizo presente en el pecho de Conner, comenzó a temer que algo malo le hubiera pasado a Tim, por lo que sin tiempo que perder conectó la memoria a la tv y reprodujo el video–