Damian estaba sentado tranquilamente en un columpio afuera de la mansión, intentando reflexionar sobre lo que pasó, se sentía triste, Jon se veía feliz, pero él... ya ni siquiera salía con los chicos, era extraño para él, a pesar de que había momentos donde Freddy, Billy, incluso Bart le parecían irritantes e insoportables, los extrañaba, se sentía a gusto con ellos, pero ahora... estaba solo, se supone que así es como debía ser, pero entonces; ¿por qué se sentía mal?
No lograba entender, siempre trataba de analizar todo, y buscar lo mejor para él, al menos eso era lo que su madre solía decir... "no puedes confiar en nadie, eso te hace débil", pero ahora todo era diferente, le costó trabajo adaptarse, pero ahora que lo pensaba mejor, quizá nunca pudo adaptarse. Desde que llegó, se empezó a juntar con los demás por Jon, siempre fue grosero con Dick, Jason, Drake... Incluso con Alfred.
Siempre intentó mantenerlos a raya, pero Jon fue el único que quiso acercarse a él, siempre le decía que era una buena persona, simplemente necesitaba entender que ya no estaba con la Liga de Asesinos, y que podía permitirse formar lazos con lo demás, y que eso no lo haría débil. Estaba tan sumido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que alguien se acercaba a él- Hey... Alfred dice; ¿estás bien? –Preguntó confundido al ver al pequeño así de apagado–
Normalmente cuando alguien preguntaba eso, recibía una respuesta sarcástica, la vista de Damian se estaba volviendo borrosa, y las lágrimas empezaron a aparecer, a Jason se le hizo raro, era la 1ra vez que veía a Damian llorar, es decir... los niños de 13 años lloraban, eso era normal, pero Damian siempre actuaba serio, frío, reprimiendo todo.
A Jason no se le ocurrió otra cosa más que abrazarlo, lo que lo hizo estallar en llanto, a tal grado que terminó correspondiendo el abrazo, era como si estuviera soltando tantas cosas que llevaba cargando por años– Esta bien, todo va a estar bien.
Academia
Conner llevaba algunos días ahí, hasta el momento todo parecía transcurrir con normalidad, la escuela era enorme, su dormitorio era de los mejores, y definitivamente le encantaban sus clases, aún seguía triste, pero en su cabeza sonaban las palabras que Zee le dijo antes de irse "Antes de buscar a Tim, intenta arreglar las cosas contigo, tienes que dejar de culparte, no eres responsable por las acciones de los demás" Conner simplemente sonreía al recordar ese consejo, miró su reloj al darse cuenta de que faltaban 15min para su primera clase, se levantó corriendo y comenzó a arreglarse.
Por su parte, Tim estaba más tranquilo, tres días desde que recibió la nota, y justo hoy en la mañana había otra: "Keep feeling inside that they don't know you're alive, are you out of mind or just invisible", al darle la vuelta, notó que había otro mensaje ahí "te veo en la cafetería durante el almuerzo, quizá no me veras, pero yo a ti si"
El mensaje le pareció confuso, la nota anterior fue linda, pero con esta no sabía si era una burla o un cumplido, al final no tenía nada que perder, por lo que hizo lo que la nota decía, la cafetería estaba llena, y como era costumbre, Bernard se acercó a almorzar con él, el chico rubio se veía feliz como de costumbre, lo primero que hizo al sentarse, fue decirle a Tim del recital que la escuela organizaría en Halloween, que debían presentarse, en especial porque estaba preparando una sorpresa, pero que aún no estaba lista, por lo que debía quedarse entre ellos dos, Tim al escucharlo simplemente le preguntó– ¿Somos amigos?
—Obvio que si tonto –le respondió con una sonrisa– ¿Por qué la pregunta?
No es nada, me gusta preguntar cosas al azar –dijo a modo de excusa–
Smallville
¿Por qué tengo que hacer esto? –preguntó el ojiverde completamente nervioso, sus piernas temblaban, al igual que sus manos, tenía miedo de dejar caer la caja de cupcakes que le dio Alfred–
—Se llama "pedir disculpas", cuando peleas con un amigo, o lo haces sentir mal, debes hacer esto.
¿Siempre?
—Sólo cuando el responsable eres tú, cuando son los dos, ambos deben hacerlo... ve, toca la puerta.
¿No podemos volver luego? Mis piernas tiemblan, voy a hacer el ridículo, tengo el estómago revuelto y no sé por qué.
—Se llama estar nervioso, eso es todo, confía en mí, es algo normal, te sentirás mejor cuando esto acabe.
Damian simplemente asintió, respiró profundo e infló sus mejillas, a Jason le pareció gracioso verlo caminar despacio, como si contara cada paso que daba, al llegar a la puerta, simplemente tocó, rogando que no hubiera nadie en casa, pero la puerta se abrió, y el pequeño ojiazul lo miró confundido al ver su expresión de ardilla con la boca llena de nueces– ¿te estas burlando de mí?
Mmm... –sus labios comenzaron a temblar, pero finalmente pudo decir algo- Lo siento –dijo demasiado bajo–
¿Qué?
Yo... lo siento –dijo un poco más alto antes de extender la caja de cupcakes hacía Jon, el nudo en su estómago se hizo cada vez más pequeño, comenzó a respirar profundo hasta que finalmente pudo hablar– jamás debí decir que eras débil, ni insultar tu papá, lo siento. Fui un mal amigo, te traje esto, pero entenderé si ya no quieres que seamos amigos.
Gracias Dami –dijo sonriendo-
Jon, en serio lo siento –dijo antes de soltar un suspiro– pensé que finalmente me pude adaptar, pero... creo que parte de mi cabeza aun no entiendo que ya no estoy con mi madre, ni mi abuelo, y que tal vez lo que enseñaron, no es del todo correcto, ¿me perdonas? –preguntó tímidamente, algo que hizo sonreír al más joven de la familia Kent, quien simplemente lo abrazó, haciendo que el ojiverde se sonrojara a más no poder–
Flashback
Entonces... ¿tener amigos no me hace débil?
—No, te hacen más fuerte, y en ocasiones, muestran un lado de ti, que ni siquiera tú conocias.
¿Eso te pasó con Harper?
—Casi, cuando conocí a Roy, él era Speedy, yo era Robin, y nos llevábamos como el agua el aceite, peleábamos por todo, era como si quisiéramos estrangularnos mutuamente. Después, empezamos a notar tantas cosas que teníamos en común, nos hicimos amigos, luego yo morí, me trajeron de vuelta –dijo antes de suspirar– y, los dos nos dimos cuenta, de que queríamos estar uno con el otro, y así seguimos, hasta estar donde estamos ahora.
