Capítulo 11.- Aprovechemos el hoy, ahora, presente.

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-Sungmin, date una oportunidad, se feliz –El nombrado estaba impresionado... Victoria le estaba dando un consejo de vida, prácticamente tenía la boca abierta y las cejas alzadas, Victoria alzó una ceja- Qué? –inquirió posando una mano en su cintura.

-Es solo... Que esto es muy raro... Digo, me estás aconsejando, ¿no? – La chica rió dejando ver su blanca dentadura y luego asintió.

-Si, en el fondo te quiero, somos amigos idiota –habló ella de brazos cruzados, Sungmin sonrió.

-gracias, zorra –agradeció sinceramente.

-Hablo enserio –volvió a decir Victoria, sin inmutarse por el cómo la había llamado Sungmin- Toda esa estupidez del amor tiene que hacerse realidad en algún punto, dale la oportunidad de que se haga realidad –Le guiñó un ojo con una media sonrisa, Sungmin parpadeó repetidas veces y asintió, ella nunca dejaba de sorprenderlo.

-Creo que estoy comenzando a querer la boda contigo –bromeó.

-Oh cariño, que amoroso, solo 2 meses más –volvió a guiñar el ojo, "¿dos meses?", pensó Sungmin, "oh Dios mío se me había olvidado!", pensó.

-Pero no tienes pene –comentó con un puchero en forma de disgusto, Victoria se permitió reír con una estruendosa carcajada.

-Espero pronto el divorcio –dijo entre risas, Sungmin rió junto a ella.


-Así que dos meses... -susurró Kyuhyun para sí mismo, el mayor asintió algo incómodo esperando alguna reacción, más esta no llegaba, y Kyuhyun se mantenía en silencio.

-Kyu...? –nombró Sungmin con algo de temor y un puchero.

El Cho seguía en silencio sin expresión alguna, Sungmin comenzó a preocuparse. De la nada Kyuhyun se levantó de su asiento y caminó hasta su habitación, dejando a un Sungmin aturdido.

En su habitación el Cho meditaba la situación. Lee Sungmin se casaba en dos meses más y Cho Kyuhyun no sabía cuál era la reacción que debería tener, tampoco sabía qué posición ocupaba él en todo esto, se sentía la tercera rueda, la sobra de entre el montón, el amante del momento.

Mientras que en el sofá del living se encontraba Lee Sungmin. Simplemente no sabía qué hacer o decir, sabía que el menor era delicado con el tema, delicado con sus sentimientos y delicado con el mismo Sungmin... Por lo tanto se le hacía aún más complicado el asunto, a pesar de que ambos sabían que la boda era por compromiso, a pesar de que Sungmin le había declarado su eterno amor, a pesar de que Victoria era una zorra. Matrimonio era símbolo de amor y unión clandestina, seguía siendo competencia para Kyuhyun, porque Sungmin sabía que el Cho sentía que estaba compitiendo contra Victoria..


-Kyu... -lo llamó desde el exterior dando dos golpecitos leves a la puerta que daba a la habitación del menor, Kyuhyun escuchó y se quedó en silencio mientras se debatía internamente- bebe... -volvió a llamar Sungmin- estás bien? –preguntó luego de soltar un suspiro.

-Si Sungmin, estoy estupendo, la persona que amo se casa con otra en dos meses, por supuesto que estoy bien –habló de forma irónica desde su habitación, Sungmin rodó los ojos, lo menos que quería en ese momento era pelear pero el menor se lo estaba buscando- ESTOY DE MARAVILLA –Gritó, si, a Sungmin definitivamente lo sacaba de sus casillas con esa actitud, pero también sabía que el menor lo estaba pasando mal y que a eso se debía aquel comportamiento- Seguro que estás tan ansioso como esa puta! –Siguió hablando Kyuhyun, "calma Sungmin, 1...2...3...4..5..6..7..8..9..10..", se mentalizaba Sungmin con los ojos cerrados- son unas perras los dos! –"23..24..25..26..27..28"- Vete –habló desde dentro un poco más calmado, "36..37..38..39..40..41..42..43..44..45..46.."- Estoy mal, y no quiero hacerte daño –dijo soltando un sonoro suspiro que se escucho hasta el otro lado de la puerta en donde se encontraba el mayor apoyado.

Sungmin al oír lo último llegó a los "50" y suspiró derrotado, no dijo nada, solo se dio media vuelta y se retiró lentamente. Cogió su abrigo y salió del departamento cerrando la puerta detrás de sí.


Habían desperdiciado una semana sin contactarse, sí, digo desperdiciaron, porque tenían los días contados.


Pasa esa eterna semana sin siquiera un mensaje de parte de alguno de los dos, el mayor apareció en el departamento de Kyuhyun.

-Hola.. –saludó el castaño oscuro.

-Bebe.. –sonrió Sungmin al verlo, el menor se hizo a un lado y el mayor entró.

-Por qué no viniste antes?

-Creí que necesitabas tiempo..

-Pero no tanto –Sungmin lo miró y se acerco abrazándolo por la cintura.

-Lo siento.. –dijo haciendo un puchero, Kyuhyun por fin sonrió.

-Vale, pero me debes muchos besos –dijo guiñándole un ojo, Sungmin se mordió el labio inferior, estaba ansioso por cumplir con las palabras del menor, pero antes...

-Y tú me debes algunas disculpas.. –habló titubeante mientras le acariciaba la cintura y cadera al más alto. Kyuhyun miró fijamente a Sungmin y dejó de sonreír, abrazó al mayor con fuerza y le besó el cuello.

-Lo lamento mucho, de verdad, perdóname, no pensé en ese momento –se disculpó en el oído del más bajo.

-Lo sé... Estás perdonado –se separaron lo suficiente para que sus miradas se cruzaran- ahora... ¿Cuántos besos me has dicho que te debo? –pregunto jugando, y sí, Kyuhyun volvió a sonreír y le robó un corto beso en los labios a Sungmin.

-Creo que alrededor de unos mil

-Tan poquitos?

-No me has dejado terminar, Mil billones e infinitos más –Sungmin sonrió ante lo exagera que se escuchaba eso.

-Así está mejor

Se besaron, acariciaron, disfrutaron y sonrieron,. Nunca antes se habían mimado tanto como en ese momento, pero es que se necesitaban demasiado. Querían aprovechar al máximo el tiempo que les quedaba. Se amaron toda esa noche, y muchas noches más.


Kyuhyun ama a Sungmin.

Sungmin ama a Kyuhyun.

Tienen tiempo limitado para amarse.

Así son las cosas.

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*********No quiero molestarlos pero, ¿podrían comentar de vez en cuando?*********

Tengo una pequeña duda {Kyumin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora