Estábamos sentados en la hoguera, calentándonos un poco. La noche ya había caído, y aunque durante el día el calor era insoportable, la noche era muy fría. No paraba de darle vueltas a la comida de mi plato con la cuchara. No tenía ni idea de lo que era, pero al menos estaba caliente. Es lo malo de estar rodeada de hombres ya creciditos que lo único a lo que se dedican es a proteger mi ciudad... Algunas mañanas de los 2 meses que llevo aquí he ido a cazar algo, pero no todos los días se consiguen animales para toda la patrulla. Seguro que donde está situada la otra patrulla hay más animales. En ella se encuentra mi mejor amigo Chris. Le supliqué a mi padre que me dejara ir con él. "Ya que te he dejado venir tan joven, tendrás que estar conmigo", fueron sus palabras. Todo eso explica mi gran aburrimiento. Para mi suerte, al día siguiente volveríamos a la ciudad.
Me terminé el plato de comida sin sabor. Comenzaron a recoger para irse a las tiendas a descansar. Mientras ellos guardaban los platos, etc, me quedé observando desde el tronco en el que estaba sentada al prisionero que capturaron esa mañana. Tenía las muñecas atadas por encima de los hombros en dos postes separados. Estaba con la cabeza gacha. El pelo graso le tapaba la mirada. No sé para qué mandaran a chicos tan débiles como él a espiarnos, dado que son fáciles de divisar.
Escuché que estaban retirando la cacerola de la comida. Caí en que el prisionero tendría hambre, así que dije que yo la recogería, y que se acostasen los demás. Puse la excusa de que no tenía sueño, y en menos de diez minutos, todos ya estaban en sus tiendas quedándose dormidos.
Cogí mi plato, el cual aún no había guardado, y serví un poco del caldo que prepararon. Me acerqué a él con paso rápido. Le planté el plato en el suelo con brusquedad. Al escuchar el golpe, levantó la cabeza, haciendo que nuestras miradas chocasen. Rodó los ojos y me dejó de mirar.
-Se nota que eres de Wayward -soltó. Tras decir esto, señaló con la cabeza los postes. Claro... estaba atado... ni se me pasó por la mente que no podría comer.
-Te soltaré -me miró asombrado, con un brillo de esperanza en los ojos- Hey, que solo una mano -cambió de pie el peso- Sostendrás la cuchara con una, y yo te sugetaré el plato.
Así lo hice. Supuse que sería diestro, así que le solté la mano derecha. Tomó la cuchara y yo le coloqué el plato a la altura del esternón. Comenzó a comer.
-¿Con que la hija del líder no? -dijo mientras soltaba la cuchara en el plato. Ya había terminado.
-Eso mismo debería decir yo -dije soltándo el plato en el suelo.
-¿Qué hace una niñita como tú en una patrulla de seguridad? -preguntó sonriendo.
-Para empezar, tengo 19 años, por lo que no soy una "niñita" -hice comillas con los dedos. Cogí un tronco y me senté frente a él- ¿Y tú pijillo? ¿Qué haces intentándote colar aquí, eh?
-Soy la única esperanza de Wisdom para conseguir las pruebas -sonrió con superioridad.
-Así irá tu comunidad -reí.
-Tenemos la suerte de tener a una antigua integrante de Wayward -insinuó- Tenemos ciertas informaciones interesantes.
Pillé la indirecta desde el primer momento: esa persona, era mi queridísima madre.
Me levanté de un salto hecha una fiera. Lo agarré del cuello de su camisa. Estaba muy sucia.
-Mira "esperanza de toda tu facción" -le dije a escasos metros de su cabeza- puedes insultarme todo lo que quieras, pero más te vale no meterte en mis temas familiares, o exfamiliares.
-¿Con que ya no la consideras tu madre? -dijo.
-No te importa el cariño que yo le asigne a cada persona de mi vida, Presley.
Más me vale irme a dormir ya, si es que mi padre no se quiere encontrar a su prisionero muerto al amanecer. Me sacaban de quicio las personas tan prepotentes de Wisdom. Se las daban de importantes y creían que podían saber todo lo que quisiesen con tan solo preguntarlo. Me giré, para irme a mi tienda. Me paré al escuchar al chico ese hablando.
-Me da coraje que me llamen por mi apellido, ¿qué pasa, que si no fuese el hijo de la líder de Wisdom, no sería reconocido o qué?
-Deberías comunicarle tu gran indignación a tu mamá -dije fingiendo tono de preocupación.
-¿Al menos podrías llamarme por mi nombre? Ya sabes... para que mi estancia con vosotros sea algo más agradable.
Me giré, sonriendo divertida. Me cruzé de brazos.
-Me temo que tu nombre no es lo que más se comenta por aquí, así que, no tengo ni idea de cómo te llamas -le dije.
-Alan, me llamo Alan Presley.
Me quedé observándole. Con que el hijo de la amiguita de mi madre se llamaba Alan, ¿eh?
-Encantada -le tendí una mano. Me reí, ya que al estar atado, no me la podía estrechar. Deberíais haberle visto la cara que se le quedó- Buenas noches Alan -dije dándome la vuelta, dirigiéndome a mi tienda de campaña.
-¡Espera! -me llamó- ¡Aún no me has dicho el tuyo!
Reí sonoramente.
-¿Enserio pensabas que te lo iba a decir? Claro, y también podemos ser mejores amigos, ya que estamos -ironicé.
Llegué a mi tienda de campaña. Me quité los zapatos, y sin cambiarme de ropa, me metí en el saco de dormir. El día siguiente sería un día duro...
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Away for this place [Wattys 2015]
Action© Todos los derechos reservados. "Perteneces al lugar en el que naciste". Eso nos lo enseñan desde pequeños, pero... Somos curiosos. Demasiado. Y descubrir lo que hay más allá de los límites que nos ponen, es como una golosina. Es por ello que yo aq...