Capítulo 5

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No se qué me esperaba de Wayward, la verdad... ¿Tal vez un autobús que nos recogiese? ¿Un carruaje? Vale, eso ha sonado muy de películas del Oeste. Allí todo lo hacían de la manera complicada y aventurera, por así decirlo. En vez de montar esas estúpidas patrullas, podrían agrandar un poco más los sistemas de seguridad. En vez de habernos dado la caminata del siglo, podrían haber pedido un autubús. Pero no, ellos eran los chulitos más resistestes del lugar, a los que no le importaban estar pasando el calor más insopotable que el meteorólogo había anunciado.

No me atreví a hablar en todo el camino, porque no sabía por dónde me iba a saltar mi agradable acompañante. Las señales me ayudaron a calcular el tiempo y la distancia que nos quedaba aproximadamente. No quedaba mucho.

-Suponiendo que debes estar en algún grupo de debate, no hablas mucho pijillo -dijo.

Levanté la vista de mis zapatos manchados de albero, y miré a Lissie. Me observaba con atención, con sus grandes ojos claros.

-Pues si tantas ganas tienes, habla tú -contesté.

Debería aprender a guardarme los comentarios directos a partir de ahora.

-¿Y qué quieres que te diga, ahora que sabes mi nombre? -preguntó divertida.

-Tal vez... ¿Por qué me liberaste?

Nada más terminar la pregunta me dió un pisotón. Me quedé un segundo en el sitio, y luego volví a la marcha.

-¿Tanto te cuesta ser algo más discreto? -me dijo desafiante, con la mandíbula apretada- Alguien se entera de lo que hice, y me puedo meter en un gran lío.

-Aún no has contestado a mi pregunta.

Suspiró con fuerza. Sabía perfectamente que...

-Me desesperas.

Eso.

-No pienses que lo hice por ti, que me dabas pena. No. Lo que hagan contigo me da exactamente igual, ¿vale? -me respondió.

-¿Entonces...?

-Quería, cómo decirlo para no quedar como una borde... Fastidiarle un poco a mi padre -dijo.

¿A su propio padre? ¿A el único ser querido que le queda de confianza?

-No te debería contar esto, se supone que esto es TopSecret -rió- Pero tendrá que haber confianza entre nosotros, ya que te voy a tener que aguantar todo el día. Esto entre tú y yo, ya sabes, de vigilante a preso: Estoy harta de ser la niñita de papá. Para ser miembro de Wayward, no hago lo mismo. Estoy... retenida, eso es. Era mi manera de devolverle la jugada por lo de la botella.

-¿Qué tiene que ver la botella con todo esto? -la interrumpí.

-Tú instinto de deducción anda algo oxidado, digo yo -sonrió- Me pidió que disparase a la botella porque dudaba de mi talento. Creía que fallaría, que te daría y que te haría daño. Su único propósito era hacerte sufrir, tanto por el susto, como del dolor. Pero para su sorpresa, acerté. Por eso reaccinó "así". Estaba asombrado por mi puntería.

-Entonces me soltaste porque querías quitarle lo que llevaba tiempo intentando capturar, ¿no? -dije.

-Algo así -me contestó- Lo hice más bien para que creiera que te había atado mal. Para que dudase de su trabajo, al igual que él duda de mí.

Vaya con la niñita de Paul... No sabía cuál de los dos era peor.

-Impresionante -asentí levemente.

-Apuesto que no te esperabas eso de mí -dijo- ¿También piensas que soy muy buena?

-Pensaba -le corregí- Ahora no sé que pensar de tí.

Sinceramente, yo veía a Lissie por la calle, sin saber a qué sociedad pertenecía, y la relacionaría a Wisdom directamente. Su astucia de Wayward era la misma que la de Wisdom, solo que ella empleaba la fuerza en vez de la mente. Su pelo ondulado castaño claro, casi rubio, sus ojos redondos claros, su piel dorada... Todos estos rasgos daban una impresión distinta a como era ella verdaderamente.

-Para que veas que las aparencias engañan totalmente -dejó de mirarme para mirar al frente- Mi padre está en proceso de comprenderlo. Aquí ser mujer es lo mismo que ser hombre. La ley de la igualdad siempre está presente entre nosotros. Pero, ser la única descendiente en Wayward de Paul Johnson... es distinto. Todo es un peligro para mí, o eso cree él. Por eso no paro de intentar de demostrarle lo contrario. Esta acampada de seguridad a servido de evolución, más o menos -me miró- Y tú eres la prueba.

-¿Yo? -le pregunté dudoso.

-Exacto -aseguró- Me ha encargado vigilarte, lo que significa que ya está descubriendo mi fuerza, mi verdadero yo. Sé que cuidar de uno de Wisdom no es el trabajo más increíble que se puede hacer en Wayward, pero es un paso que mi padre ha dado conmigo. Es por ello que decidí aceptar el trabajo, no porque me entusiasmara estar con el hijo de la líder de Wisdom.

Digamos que yo era el arma perfecta para Paul, y la prueba de la evolución de su hija.

Según informaron los miembros de delante, ya estábamos por llegar a la urbanización en la que se hospedaban los policías con sus familias.

Cuando nos quedaba poco para entrar, otro grupo de personas se unieron. Éstos se fueron mezclando entre nosotros, mientras conversaban con otros miembros. Lissie me informó que era la otra patrulla de vigilancia. Desde que ese grupo de personas se unió, no paró de caminar de puntillas con la cabeza levantada, buscando a alguien.

-Muy buenas, mi sargenta -escuchamos decir a alguien detrás de nosotros.

Lissie se giró de golpe. Nada más ver a la persona que había hablado, sonrió de oreja a oreja. Era un chico más o menos de su misma edad, con el pelo castaño y de ojos verdes. Tenía una constitución fuerte, y de altura media. Tampoco paraba de sonreír, haciendo que se le formasen hoyuelos en las mejillas.

-¡Chris! -gritó Lissie, y se lanzó a sus brazos.

Away for this place [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora