Narra Lee Félix...
A las horas de ese día me dieron el alta para poder irme a mi casa, osea con Hyunjin, aquel día tenía cierto brillo especial... Las nubes y todo anunciaban una romántica lluvia, ahora íbamos por aquellas calles ya mojadas por la lluvia, tomados de la mano, sin importar nada, simplemente queríamos vivir juntos ese momento...
Yo daba pequeños saltitos pese a que Hyunjin me decía que no lo hiciera, sabía que era por mi bien, pero aún así era como manifestar mi alegría, la alegría de estar con él...
Pensaba en lo mucho que me hirió mi padre al decirme todo aquello, sobretodo porque me hizo sentir como una carga... Pensé que en realidad nunca nadie me amaría, porque bueno viéndolo desde cierta perspectiva, era un chico realmente sensible emocionalmente, era capaz de llorar hasta por una hormiga, exagerando obviamente... Pero a lo que me refiero es que con tantas crisis de ansiedad, ataques de pánico, insomnio, etc. Obviamente cualquiera me vería como una carga, pero Hyunjin no me veía así y era feliz por eso mismo...
— Lixie, te vas a enfermar, ven — dijo Hyunjin, en tono tierno...
Veía como Hyunjin buscaba un abrigo en el maletín que llevaba, y al sacarlo, me ayudó a ponérmelo, era suyo...
— Te ves lindo con mi ropa, Lixie — dijo Hyunjin, sonriendo...
No sabía cómo lograba sonrojarme con tanta facilidad, nunca me había ocurrido, en ningún sitio ni con ninguna persona, a decir verdad, podría atreverme a creer que era alguien muy poco expresivo, y que todas las sonrisas eran una simple farsa con la que buscaba ocultar mi dolor, porque sí, el sufrimiento era a diario, me criticaban por cómo me veía, cómo vestía, cómo era, y todas las noches era la misma rutina...
• Cenar y descansar un rato, si era de tu agrado ayudar, podías lavar platos o recoger la mesa.
• Una pequeña discusión entre mi mamá y mi padre sobre alguna cosa irrelevante.
• Una discusión larga sobre mí.
• Gritos por mí.
• Me encerraba en mi habitación a llorar y buscar desahogo con cortes.
Siempre era lo mismo, y no sabía cómo había sobrevivido de forma tal que ahora terminé en el hospital solo con una llamada... ¿Era tanto el miedo que sentía al ver a mi padre? ¿al oírlo?
Y mi pregunta más grande era, ¿Cómo acabe enamorado de Hyunjin y sanando a su lado? ¿por qué me cuesta creer tanto esta felicidad? Creo que me acostumbré a vivir en tristeza, desdicha, y depresión, de esa forma las alegrías uno las ve como luceros que iluminan una sola vez y luego se apagan, pero con Hyunjin era... Diferente, me refiero a que es diferente porque con él la felicidad no se iba a ningún lado, era como una noche llena de estrellas que no dejaban de iluminar el cielo... Hasta la Luna le tendría envidia, Hyunjin brillaba más que el Sol, la Luna y las estrellas, él era una galaxia entera, por eso mis ojos se quedaban perdidos en él...
— Te amo demasiado, Lixie, eres como una luz que alumbra mi día, sin ti... No sé que sería de mí... — dijo Hyunjin, tomándome de la cintura...
Sentir su tacto me hacía sonrojar y mi piel se erizaba, era una sensación que solo él podía causar, era como si el único chico para el que fui hecho es él, Hyunjin... ¿sueno exagerado? Bueno, quizá sí, pero... Es extraño lo que puedo sentir con él, al principio creí que solamente me sentía así por atracción, pero... Creo que mientras más pasa el tiempo, más me doy cuenta que nunca fue atracción, solo estaba enamorado de él...
Narra Hwang Hyunjin...
Estábamos bajo la lluvia, aquel momento que siempre quise vivir con alguien... Ahora estaba allí, con Félix, con mi chico de pecas, que día a día me enamoraba más, era como si estuviese perdidamente enamorado de él... Y lo estaba, llegando a mi departamento le daría los anillos homaika, tal y como quise hacerlo inicialmente...
Caminábamos por aquellas calles que ahora se hacían largas porque nosotros queríamos que fuesen así, la compañía mutua parecía frenar el tiempo, como si no avanzaran los minutos si estábamos juntos...
Terminé cargando a Félix en brazos porque me parecía mejor, quería cuidarlo a toda costa, era como si... Fue mi chico, ese chico al se yo quería cuidar sin importar qué ni quién, porque yo sabía que para ser felices aún quedaba mucho, pero quería que cada día fuese precioso, hasta que pudiésemos vivir esa felicidad plena, quizá hasta formar una familia con él, ¿estaría bien eso? Yo creo que sí, quería que fuese feliz conmigo, quizá él también quería lo mismo que yo...
Llegamos a mi departamento y abrí la puerta para dejarlo recostado en el sofá, oía sus risitas que hacían que sonría, en lo que iba hacia un estante, donde dejé la bolsa con los anillos...
— Entonces no desperté en dos días... ¿me perdí de algo interesante? — dijo Félix, sonriendo...
Quizá estoy acostumbrado a ver más allá de lo que los rostros me dicen, y ver de otra forma el mundo, pero ahora veía sus ojitos con un brillo especial, y veía su linda sonrisa que hacían resaltar sus pecas...
— Lixie, te tengo un regalo muy especial — dije, dándole la bolsa deforma tierna y sonriendo...
Vi como su mirada se llenó de felicidad, aún no sabía que había en el interior, pero aún así estaba feliz... Lo sabía por esos ojitos que nunca me engañaron desde que los vi por primera vez...
ESTÁS LEYENDO
• La Lluvia De Nuestro Amor • |Hyunlix|
FanfictionFélix siempre ha amado contemplar la lluvia, siempre sentía que aquel paisaje era sólo para él, sintiendo como las gotas recorren su rostro, sintiendo la incomprensión del mundo, y como si todo lo que es 'suyo' se derrumbara, una crítica tras otra...