• La Lluvia De Nuestro Amor • |Hyunlix|

Capítulo 11

Narra Lee Félix...

Veía con cierta curiosidad aquella bolsita, ¿me tenía preparada una sorpresa? Estaba tan emocionado que trataba de no llorar de la emoción...

Abrí la bolsa, encontrándome con dos pequeñas bolsas dentro, saqué una y noté que Hyunjin tomaba la otra y lo veía confundido...

— Los anillos a mis ojos son más que un simple accesorio, si lo uso con alguien a quien amo es porque esto representa fidelidad y compromiso, unión entre ambos... Por eso, decidí comprarte los anillos que te gustaron...porque quiero demostrarte cuánto te amo — dijo Hyunjin, sonriendo y sonrojado...

Decidí abrir la bolsita a la par que él, y me encontré con los anillos que me encantaron, en lo que me los ponía, y veía que Hyunjin hacía lo mismo...

Esos momentos son de verdad especiales, es como si sintieras que la vida cobra sentido, que vale la pena estar aquí, en este momento, y que soy muy feliz con la persona correcta, osea Hyunjin...

Sentir como el corazón te late tan rápido, que las mejillas arden, así me sentía, y pensé que quizá por esa razón sufrí tanto por toda mi vida, quizás el destino quería destrozarme, romperme, no dejarme ser feliz, solo para que Hyunjin pudiera reconstruirme, hacerme sentir vivo a diario, aunque solo nos conocimos por un amigo, solo iba a ser un experimento, haber que salía de todo eso... Perop ese experimento, fue más como si supiéramos cómo acabaríamos, así...

En menos de lo que creí, ya estaba sentado en sus piernas, besándolo de forma tierna, ¿cómo fue que de ser tímido ahora estaba así con él? ¿por qué me dejaba continuar?

— Lixie~ — dijo Hyunjin, en tono coqueto...

Aquel tono en su voz me hizo erizar la piel, me sentía muy extraño... Era como si quisiera que siguiese, pero a la vez tenía miedo de equivocarme...

En ese momento solo logré sentir cómo me cargaba en brazos y yo me encargaba de enrollar mis piernas en su cintura, por instinto mismo, y me llevaba a nuestra habitación...

Lo que ocurrió allí lo sé yo y Jinnie, me sentí feliz, fue una noche de pasión y amor, de la cual ambos nos acordaríamos siempre, y tras eso nos quedamos dormidos, yo buscaba el calor ajeno, acurrucándome...

Esa noche para mí fue inolvidable, me encantó, era feliz solo con Hyunjin, y no quería que eso cambiara...

Narra Hwang Hyunjin...

Así pasaron las horas, y pronto amaneció, desperté por un gritito dramático de mi chico y no pude contener una risita...

— ¿Qué ocurrió, Lixie? — dije, levantándome de la cama en lo que veía que mi chico de pecas volvía corriendo...

— Jinnie, tengo que ir a trabajar, ¡y mira! ¡las marcas se notan en todo mi cuello! — dijo Félix, haciendo un pucherito...

Me parecía muy tierno aquel berrinche, y sonreía de forma tierna...

— Ay, Lixie... Pero admite que te gustó — dije, sonriendo de forma coqueta...

— Okey, lo admito, sí me gustó, pero no consideré que iría a trabajar — dijo Félix, en lo que me miraba...

Sus ojos siempre me transmitían una sensación nueva, ahora era una mirada llena de emoción, luz, alegría... Y sería muy poco decir eso para poder describir su mirada, una mirada que ahora solo me reflejaba a mí, sonreía de forma tierna ante aquella mirada y esas lindas pecas que resaltaban en su rostro, esas pequeña pecas que decoraban su rostro...

Luego de algunos minutos, desayunamos juntos y decidimos ir juntos a la cafetería, yo lo esperaría hasta que acabara su turno, al llegar conocí a su compañero, Yeonjun con su novio Soobin, esperaría junto con Soobin hasta que los chicos acabaran de trabajar, no había mejor forma que aquella para pasar el tiempo...

— Entonces que... ¿Lixie fue su cupido? — decía, soltando una risita...

Vi como Félix se alistaba con aquel delantal a la cintura y sonreía, notando las marcas en su cuello, soltando una risita nerviosa...

— Sí, el chico que vino contigo el primer día... ¿Seungmin? Fue el suyo, viéndolo desde otro punto de vista — dijo Soobin, sonriendo mientras alzaba los hombros...

— Sí, esta cafetería debe de ser 'La cafetería del amor', porque nos enamoramos acá ¿no? — dije, sonriendo, viendo que Félix volvía...

— Debería, y si la misión fuera enamorarse, dejamos a los clientes que hagan lo suyo — dijo Félix, soltando una risita tierna...

— Lix, ¿puedes hacerte cargo de esa mesa? El del grupo de chicas — dijo Yeonjun, amablemente...

— Claro, me haré cargo yo, no puede ser tan complicado — dijo Félix, sonriendo...

Siempre que sonreía deseaba que no volviese a dejar de sonreír...

Narra Lee Félix...

Me fui alejando del mostrador bajo la atenta mirada de mi novio, e intentaba cubrir las marcas de mi cuello, pero no lo conseguía...

Caminé hasta aquella mesa mientras veía mi pequeña libreta...

— Buenos días, señoritas, el día de hoy seré su mesero, mi nombre es Lee Félix — dije sonriendo de forma amable...

Levanté mi vista, y me encontré con alguien a quien conocía ya muy bien, era mi hermana Rachel, no pude evitar sonreír al verla, ya que no me pude despedir en cuanto me fui, así que estaba feliz de verla ahí y en ese momento...

— ¡Rachel! Que gusto verte, hermana, ¿cómo va todo en casa? — dije en tono amable, con una ligera emoción en mis palabras...

— ¿Lo conoces, Rachel? ¿Es tu hermano? — dijo una de las chicas, mirándome de pies a cabeza...

Por alguna razón me llegué a sentir incómodo, pero tenía seguro que mi hermana me defendería, como siempre... ¿o no?

— ¿Yo? ¿Conocer a este mesero que se ve que es un cualquiera? No, ni loca, mi hermano se fue a estudiar lejos, este chico no es mi hermano, empezando porque todos en mi familia son normales — dijo Rachel, en tono frío...

Yo apreté mi bolígrafo, no sabía qué sentía, estaba enfadado, lastimado, triste... 

— Disculpe, señorita... Me confundí, supongo, pero no le doy el derecho que hable así de mí — dije en tono frío, mirándola...

Por lo que veo, familia de sangre ya no tengo... Solo tengo a mis pocos amigos y a Jinnie, mi novio, solo los tenía a ellos...