Narra Lee Félix...
Y desde aquella noche en que confesamos nuestros sentimientos todo cambió, ya que no pude negarme a vivir con Hyunjin, ¿Cómo negarme a ello? ¿Negarme al chico que me vuelve loco con sus besos? No, no se puede...
Habían pasado ya algunos meses de aquello, para ser exacto, pasaron 3 meses, ahora yo me encontraba en la cocina, acabando de preparar los brownies para el desayuno...
— Faltan 2 minutos... — decía revisando mi celular, para controlar el tiempo de cocción...
Esos días habían sido agotadores para Hyunjin, ya que una galería le pidió 8 cuadros, y yo le ayudé en ello, posando para él, todos los cuadros eran de mí, y por eso varias noches nos habíamos quedado despiertos para lograr acabar, y hoy Hyunjin dormiría un poco más, por lo que vi conveniente prepararle un dulce y rico desayuno...
Pasaron esos dos minutos y saqué los brownies del horno, me sentía feliz de poder preparar algo para mi novio...
Sonreía mientras ponía en una bandeja los brownies, pero no pude continuar con aquello porque sentí como Hyunjin tomaba mi cintura con sus manos, dándome vuelta para verlo de forma tierna...
— Jinnie, deberías dormir... Han sido noches muy cargadas — decía en tono tierno...
— Solo quiero estar con mi lindo novio... ¿no puedo querer eso? — dijo Hyunjin, dejando un besito en mis labios, uno que no dudé en corresponder...
En ese momento mi celular empezó a sonar, lo tomé para ver quien llamaba... Al leer el nombre del contacto empecé a temblar...
— J-jinnie... E-es mi p-padre... — dije, trgando en seco...
— Responde y ponlo en altavoz, si se atreve a decirte algo yo lo impediré — dijo Hyunjin, acariciando mis mejillas...
Yo hice caso a lo que mi novio me dijo y respondí, poniendo en altavoz la llamada...
— H-hola papá — dije, obviamente asustado...
— Escúchame, idiota... Ya no vives en mi casa, no eres mi familia... Por tu culpa perdimos una vida de lujos, todo por tu maldito accidente en aquel ascensor, es que de verdad eres un inútil... Lo demuestras a diario, y eres un cobarde, te fuiste seguramente con tu novio, pero luego no quiero que vuelvas llorando si ese chico te lastimó o estás enfermo, te olvidaremos todos... Pero no quiero que seas feliz, tú destruiste nuestra vida, yo me encargaré de que mueras, que esos cortes que llevas en los brazos te lleven a la muerte —decía mi padre...
Mis lágrimas empezaban a bajar y mis sollozos escapaban de mis labios...
Sentí que Hyunjin me quitó el celular, y lo vi enfadado, temiendo que empeorara todo...
— Escúcheme, señor... Para empezar, sí, soy el novio de su hijo, y no permitiré que vuelva a hablarle así, por Dios, usted está enfermo, porque Félix era solo un niño cuando ocurrió el accidente, él no pudo evitarlo, fue mejor perder un estúpido trabajo que a su hijo, que es un amor de persona, solo que usted y toda la que dice ser su familia, no valoran... Y ahora me toca a mí decirle, atrévase a lastimarlo y lo meteré a la cárcel... Hablo en serio — dijo Hyunjin, enfadado y terminando aquella llamada...
Sabía que mi vida seguiría siendo un infierno, definitivamente si tuve la ilusión de ser feliz por fin, me equivoqué gravemente...
Luego sentí simplemente como Hyunjin limpiaba mis lágrimas, dejando a su vez, suaves caricias en mis mejillas, yo esbocé una sonrisa tierna...
— No quiero que esto vuelva a afectarte, mucho menos que te sientas mal por lo que ese idiota dice, porque si esos cortes llegaran a matarte... Yo no podría vivir, porque sabiendo que pude salvarte, te dejé morir, y eso sería una culpa grande, porque... De verdad eres muy importante en mi vida, Lixie, sin ti ahora seguiría lamentando mi soledad... Seguiría diciendo que no soy feliz — dijo Hyunjin, sonriendo...
Esas palabras bastaron para sentirme importante, en toda mi vida, en mis 22 años de vida, nunca nadie me había dicho que sin mí no podría vivir... Sentí que era especial para alguien... Era lindo ese sentimiento...
— ¿Estás bien, Lixie? — dijo Hyunjin, dejando un besito en mis labios, que no dudé en corresponder...
— Contigo es imposible no estarlo... — dije sonriendo, viéndolo de forma tierna...
Narra Hwang Hyunjin...
Siempre, desde que conocí a Félix, me pareció un chico lindo, sobretodo porque veía sus ojos y parecía que me contaba una historia... Como si fuese una película, pero en particular notaba la tristeza que tenía, por su mirada... Una tristeza que vi que desaparecía, desaparecía siempre que estuviese conmigo, eso me agradaba...
Félix me dijo que lo acompañara a su trabajo en la cafetería, así que así lo hice, caminábamos tomados de la mano, ambos sonreímos todo el camino... ¡mi chico de pecas era muy tierno!
— ¡Jinnie! ¡Mira esos anillos homaika! Son muy lindos de verdad — dijo Félix, viendo a través de una ventana al interior de aquella tienda...
— ¿Te gustan? Porque no lo niego son muy lindos — dije sonriendo de forma tierna...
— Me encantan, son muy hermosos... ¡El trabajo! Ay, se nos pasó la hora, espero que Yeonjun me cubra — dijo Félix, tomando mi mano para correr...
Era mi día de suerte, encontré el regalo perfecto que él quería y que podríamos utilizar los dos, ¿Qué más podía pedir?
Haría cualquier cosa, bajaría las estrellas con tal de ver esa tierna sonrisa en su rostro, y soy capaz de darle el mundo entero si lo quiere, porque lo amo con locura... Es como si fuera un niño, mi niño pequeño... Al cual cuidaré de ahora en adelante de la maldad del mundo...
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• La Lluvia De Nuestro Amor • |Hyunlix|
Hayran KurguFélix siempre ha amado contemplar la lluvia, siempre sentía que aquel paisaje era sólo para él, sintiendo como las gotas recorren su rostro, sintiendo la incomprensión del mundo, y como si todo lo que es 'suyo' se derrumbara, una crítica tras otra...