Doble Filo [Nicholas x Ej] Nichojoo

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── Te voy a proteger de todo, mientras esté a tu lado... ──Euijoo escuchó la voz lejana, y las caricias en su pelo.── Aunque eso signifique que tenga que protegerte de mí mismo ──

Con esas últimas palabras el menor abrió los ojos, y se asustó un poco por encontrarse la sonrisa terrorífica de Nicholas en la oscuridad.

El mayor se había colado en la habitación mientras dormía... Euijoo ni siquiera sabía cuánto tiempo llevaba este allí, mirándolo en la penumbra y susurrando cosas, al ritmo de sus caricias.

── ¿N-Nicho? ──

Esta era la cuarta noche que llevaba allí, pero aún le costaba entender esas costumbres raras que tenía el mayor. Cómo eso de acercarse a olerle el cuello, silbar una espeluznante melodía mientras traqueaba sus dedos o hacía de comer, o eso de mirarlo en la oscuridad. Parecía casi; como si estuviese obsesionado.

── Vuelve a dormir ──le susurró, esta vez en un tono dulce, mientras le tocaba la mejilla.── Me quedaré contigo para que no tengas pesadillas ──

── Pero, no tengo pesadillas. Estoy bien ──le explicó y el pelinegro negó, antes de besar su frente.

── Duerme, Euijoo ──

Byun no pudo hacer más que cerrar de nuevo los ojos. Rezando por no amanecer con algo enterrado en la carótida. No es que Nicholas se la pasara asustándole, pero es que con él, la verdad no sabía qué esperar.

Las clases concurrieron con normalidad. Exceptuando que Harua no paró de exigirle que le dijera la verdad a su papá. Byun no le dio vueltas al asunto.

Por más que estuviese conviviendo con un sociópata, prefería eso a seguir en casa con el monstruo de su padre.

Pero él no iba a decirle eso a su amigo. Mientras menos información daba sobre su situación actual era mejor.

Cuando se estaba acercando a la salida avistó al guapo chico sobre su motocicleta, esperándole. No hizo más que suspirar y caminar -con todas las intenciones- hacia él. Sin embargo alguien le tomó del brazo y lo frenó.

Sung Hanbin.

Este tenía una expresión colérica y los ojos rojos. Casi como si se hubiese drogado.

── ¿Qué haces? Suéltame ──pidió.

── ¿Qué haces tú? Últimamente te veo todos los días irte con ese tipo raro, ¿en qué estás metido, eh, Euijoo? ──

El menor se rió de lado y frunció el ceño.

── ¿A ti qué te importa en qué estoy metido? No es tu asunto, Hanbin. Terminamos. No. Tú me terminaste. Se acabó. No tienes que preocuparte por mí, yo estoy bien, y no necesito tu preocupación mediocre ──escupió venenosas palabras y se safó del agarre.

Sung lo miró sorprendido.

── Este no eres tú ──lo agarró de nuevo.

── Suéltame ──

── No, ni hablar. No te voy a dejar ir con ese ──levantó el mentón, y Ej se volteó, encontrando a Nicholas a unos pasos, aún usando su casco.

Seguramente sintió que el menor estaba en algún aprieto... La cosa es que... Si Nicho le ponía un dedo encima a Hanbin entonces iba a llover sangre.

── Suéltame, Hanbin. Es por tu bien ──

── No ──

Byun perdió la paciencia, y por el bien del propio chico lo abofeteó, haciéndolo retroceder, sosteniendo su mandíbula.