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El aire frío provocado por el sereno de la noche golpeó su rostro mientras esperaba por el mayor, en la avenida.

Por supuesto que no se iba a arriesgar a traer a Nicholas hasta su casa, después de saber que su padre técnicamente le había estado vigilando.

Su llanto se había disipado y ahora sólo quedaba el sonrojo en sus mejillas, la punta de su respingada naricita colorada, sus labios levemente hinchados y sus ojitos brillantes.

Escuchó el rugido de la motocicleta en la que se había subido ya un sinfín de veces y sonrió sintiéndose un poco más seguro ahora que Nicholas había llegado.

Este frenó en frente suyo y no se sacó el casco. Sólo le tendió el extra y Euijoo se subió detrás suyo sin decir nada. Sólo se aferró al torso ajeno y salieron pitando de allí.

── ¿Has logrado capturar la matrícula? ──Wooseok le preguntó al sicario que estaba trabajando para él, en la privacidad del auto negro aparcado en la avenida, a tan sólo unos metros de dónde aquel desconocido recogió a su hijo.

El chico asintió, totalmente confiado de que su cámara había capturado la placa. Sin embargo cuando mostró las fotos, todas y cada una de ellas eran borrosas.

Byun le golpeó la nuca y gruñó molesto.

── ¡Más te vale conseguir esos malditos números la próxima vez, si no quieres que te reviente la puta cabeza! ──

── S-Sí, señor ──

Por ahora no los seguiría. Debía mantener un perfíl bajo, aunque esa no fuese su arte.











La puerta fue cerrada y Euijoo dejó escapar un suspiro, sintiéndose totalmente cómodo. Ya no había forma que consiguiera esa tranquilidad incluso en su propia casa.

── Vas a decirme qué te hizo ──Nicholas habló, dejando las llaves tiradas en la mesita frente al sofá de la gigantesca sala.

── No quiero hablar de ello ──murmuró Juju dejándose caer en uno de los muebles.

── Oh. Creo que no me entendiste, cariño. Yo no te estaba preguntando ──

Se acercó a él con pasos firmes.

Byun se cruzó de brazos, y dejó que el taiwanes lo moviera para dejarlo sentado en su regazo.

── Él sabe que he estado desapareciendo últimamente y sabe que no ando con Harua. Dijo que si me metía en algún lío no me sacaría de ese. Y habló sobre cuidar su sucio dinero y no malgastarlo en mí ──confesó de manera breve con un puchero.

Nicholas se echó a reír. El menor le golpeó el pecho.

── No es gracioso ──

── Sí lo es. Tu viejo no sabe en dónde se está metiendo al intentar lastimarte ──confesó con ese tono aterrador y esa mirada vacía que haría temblar a cualquiera.

Todo mientras acariciaba la cintura cubierta del menor.

── Ya tengo los medios, y el motivo. Sólo necesito la oportunidad para acabar con él ──

Euijoo no opinó. Sinceramente no le importaba si ahora mismo metían a su padre en una trituradora de carne. Sólo le asustaba que su madre sufriera porque era la única que realmente se preocupaba por él.

Y un mensaje en la barra de notificaciones hizo que el celular suyo alumbrara en su bolsillo. Se trataba de ella. Preguntaba angustiada a dónde se había ido. El menor sólo atinó a contestarle que no se preocupara, que estaba con un buen amigo.

Doble Filo [Nicholas x Ej] Nichojoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora