Camila Cabello P.O.V
Me encontraba sentada en el asiento del copiloto, mientras Lorenzo conducía, sin yeso, hasta la clínica obstétrica, donde le haríamos la ecografía morfológica. Hoy sabríamos el sexo de nuestro bebé.
El motor del troller estaba apagado y Lorenzo seguía cojeando, pero al menos sin muletas.
- Hola Camila, hola papá. ¿Ustedes están bien? - preguntó Normani sonriendo, apenas entramos a la habitación. Lorenzo se sentó en el sillón, al lado de la camilla, donde yo debía recostarme.
- Estuvieron estupendos. - Respondí con el mismo tono emocionada.
- Bueno, eso es bueno. Puedes acostarte y quitarte la ropa, por favor. - Se volvió hacia nosotros tomando los guantes y el pote de líquido.
Normani empezó a mostrarnos en el monitor pequeño todas las partes de nuestro bebé, yo ya iba por el cuarto mes, no estaba del todo formado. Pero se podían ver algunas cosas principales.
- ¿Puedes ver esto aquí? - Señaló un punto específico del monitor, manteniendo fija nuestra atención y la de Lorenzo. - Este es el sexo del bebé, es una niña.
- ¡Yo tenía razón! Siempre quise ser padre de una niña. Muchas gracias Camz. - Lorenzo me besó. Solo sonreí, una niña... seguí pensando.
- Por lo que pude ver aquí, todo es normal con el bebé. Continúe tomando sus vitaminas y los suministros necesarios para su crecimiento saludable. Voy a tomar la impresión ecográfica.
- Muy bien, ¿cuándo podemos hacer el próximo? - Yo pregunté.
- Cuando tenga seis meses, y después, cuando cumpla ocho. Pero en caso de dolor, o algo relacionado con el bebé, es posible que esté regresando. - ella explicó.
Salimos de la clínica y Lorenzo condujo hasta mi casa, queríamos contarle juntos sobre el sexo del bebé. Otávio no jugó esta semana, sólo asistió a centros de entrenamiento.
- Hola familia. - Dije nada más entrar a la casa, estando acompañado de Lorenzo. Mis padres y Otávio estaban sentados en el sofá viendo algo en la televisión. Pronto llamamos la atención de todos.
- Tenemos algo nuevo que contarte. - Lorenzo habló en voz alta.
- ¡Es una niña! - grité. No sabía hacer sorpresas.
- ¡Otra niña para nuestra familia! Yo estoy muy feliz. - Papá corrió a abrazarme, mi madre lloraba y Otávio, bueno, él y Lorenzo estaban abrazándose de forma extraña.
Después de todo el revuelo, Alejandro consiguió una botella de champagne para celebrar. El padre de mi hija ya estaba en su quinta copa, de hecho, casi todos, menos yo, estábamos demasiado "felices" en esa habitación. Después de ver a Lorenzo tomar un sorbo de whisky, decidí subir a mi habitación y darme una ducha.
- Oye, voy a subir. - Lo toqué dos veces con mis manos.
- ¿Puedo ir contigo? - preguntó un poco arrastrado, eso es genial, yo sería quien tendría que encargarse de eso. ¿No era la mujer embarazada la que necesitaba atención?
- Él viene. - Respondí de mala gana. Subió las escaleras lentamente, usando sólo un pie. Eso no le estaba haciendo ningún bien a mi estrés interno.
- ¿No sabes caminar más rápido? Ya te has quitado el yeso del pie, no es necesario que andes como un saco. - refunfuñé.
- Es porque todavía me duele pisar, y no quiero sentir dolor ahora. Lo siento. - Me siento culpable.
- OK todo bien. - Suspiré.
Finalmente llegamos a mi habitación, cerré la puerta con llave y corrí al baño, Lorenzo se arrojó sobre mi cama. Si no hubiera sabido que había estado bebiendo, habría pensado que estaba muerto. Cuando regresé a la habitación, él solo vestía unos boxers rojos, los cuales resaltaban su piel blanca, acostado boca arriba y con uno de sus brazos tapándose los ojos, parecía como si estuviera durmiendo. Pero no fue así.
- ¿Hay algún problema con que duerma aquí? En tu cama. - Me senté.
- No, puedes quedarte.
Simplemente tomé unas bragas y me vestí, busqué mi edredón en el fondo del armario y me lo llevé a la cama. Recostándome de espaldas a Lorenzo.
- ¿Quieres dormir abrazada conmigo? - Puso sus manos en mi cintura. - ¿Solo estás usando bragas? Hmm... - Besó mi cuello.
- No, eso es genial. - Intenté no fallar en mi discurso.
- ¿Eso también es bueno? - Sentí sus dedos jugar con mi clítoris, cubierto por mis bragas. Contuve mi gemido, disfrutando el contacto.
- No está mal... pero puedes ser mejor. - se rió ante mi provocativa respuesta.
- Si me dejas quitarme estas bragas y enterrarme dentro de ti. Quizás pueda ser mejor que eso. - habló suavemente en mi oído, haciéndome estremecer.
- ¿Qué estás esperando para conseguir?
Sentí que Lorenzo me bajaba las bragas con fuerza, dejándome expuesta a él, rápidamente se deshizo de sus boxers. Dándome la vista de su pene erecto, Lorenzo no tardó mucho en invadir mis pliegues húmedos. Comenzando una penetración lenta y firme, levantó mis piernas, lo sentí entrar profundamente dentro de mí, eso fue muy bueno.
- E-eso es... Sigue así. - Lorenzo empezó a empujar con más fuerza mientras me chupaba el cuello, se volvió loco cuando hizo eso.
Clavé mis uñas en su nuca, cuando sentí su glande tocar mi punto de placer y hacer varias embestidas allí, hasta que me corrí dejando su polla toda mojada con mi líquido, Lorenzo vio su semen gotear de mi coño.
- Estaba delicioso. - Besó mi rostro y lo abracé cerrando los ojos.
- Sí lo fue... - Asentí un poco adormilado.
Terminamos durmiendo en esa cómoda posición, pero me desperté en mitad de la noche, cuando el peso de Lorenzo encima de mí empezó a incomodarme. Que padre tan descuidado, tal vez fue el alcohol lo que le sacó de la cabeza.
- Suéltame, ¿te olvidaste que estoy embarazada, idiota? - Lo empujé fuerte.
- Está bien disculpa. Déjame dormir ahora. - murmuró, tirando del edredón y acomodándose en la cama.
Me di otra ducha, porque odiaba sentirme toda mojada, esta vez me acosté sin ropa y rápidamente corrí a abrigarme. Una vez más los brazos de Lorenzo a mi alrededor me sorprendieron. Encajé con ellos, no quería acostumbrarme a acostarme con él, porque sabía que lo extrañaría cuando volviera a los juegos. Cerré los ojos disfrutando de ese cálido abrazo y terminé quedándome dormida.
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Perdón por la tardanza fue mi semana de examenes y no pude actualizar, estare subiendo los que pueda hoy, estoy muy agotada, pero cada ves se va poniendo mejor esto jajaja.
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Your Hands - Camren Alternativo
FanfictionLorenzo Michel es el mejor amigo del hermano de Camila Cabello, además de ser el capitán del equipo de fútbol del club de la ciudad. Lorenzo acaba de cumplir 21 años, mientras que Camila sólo tiene 16. Lo que Lorenzo no sabe es que Camila está secre...