Capitulo 36

297 10 0
                                    


1/5


Lorenzo Michel P.O.V

Lo que Grace no se imaginaba era que yo era más inteligente que ella, con mucho esfuerzo me levanté y me dirigí al departamento donde ella vivía. Puse mi celular en la grabadora de voz y llamé dos veces a su puerta.

- ¿Has venido a darme la respuesta? - se burló.

- Quizás tengamos sexo... en tus sueños. - ironicé.

- Sabes lo que puedo hacer, ¿verdad? Ya te dije que nunca te creerán... - hizo un puchero.

- ¿Me vas a acusar de violación? - se ríe. - Grabé todo, Grace. Supongo que tendrás que intentar otra forma de llevarme a la cama. - Sacudí mi celular, la dejé parada en la puerta, y caminé de regreso a mi departamento, oyéndola gritar "¡no quedará así!". Fueron todos los locos que conocí.

Me recosté en el sofá nuevamente, extrañando a Camila y Luna, también me sentía aburrido. Encendí mi Xbox al televisor y jugué hasta que regresaron, mañana llegarían mis padres a Los Ángeles, para encontrarse con su nieta.

- Hola amor, ya estamos aquí. - Camila llegó a la sala con Luna en brazos, durmiendo.

- Hola, mis princesas. - Luna me pasó la mano y se sentó a mi lado. - ¿Cómo estuvo la cena? - Yo pregunté.

- Estuvo bien, papá quería que fueras. - Apoyó su cabeza en mi hombro.

- La próxima vez iré, hoy estaba cansado. ¿No es así, mi amor? - Le hablé a Luna apenas abrió los ojos, mirándome fijamente.

- ¿Tienes hambre, Lo? Puedo hacerte algo de comer, no te vi comiendo nada, aparte de las tonterías con Shay. - Camila acarició mi cabello.

- Espaguetis a la boloñesa. - Ella asintió y se levantó, dirigiéndose a la cocina.

Después de esperar alrededor de una hora, a intervalos, la comida estuvo lista y mi novia me la trajo en un plato, acompañada de jugo de guayaba. Luna estaba durmiendo en nuestra cama.

- Gracias, pequeña. - Le di un beso en los labios, pero ella me abrazó con fuerza, insistiendo en darme un beso más profundo, esos cuarenta y dos días serían una tortura para los dos.

- No puedo esperar para dártelo de nuevo. - soltó y yo me reí.

- ¿Y yo? Tengo que dormir contigo todos los días en camisones diminutos y sin bragas, sin poder enterrarme dentro de ti. - ella estuvo de acuerdo.

Empecé a comer, fue divino, encontré una hermosa mujer con dotes culinarias. Normalmente esto no pasa, o es una fea que cocina bien, o una bonita que apenas sabe hacer huevos.

Mañana tengo cita con el ortopedista, para tomarme más radiografías, para ver cómo está el hueso en estos dos días y si la cirugía solucionó el problema. Camila iría conmigo, ya que mis padres se quedarán con Luna. Nos duchamos juntos, mientras nuestra hija todavía dormía, por supuesto, con muchas bromas, aunque lamentablemente no pudimos hacer nada.

Al día siguiente nos levantamos muy temprano, Shay había dormido afuera de la casa, pedimos un delivery de cosas para el desayuno, mis padres ya estaban llegando. Mi madre me envió un mensaje avisándome que ya estaba dentro del Uber, el delivery no tardó en llegar, ayudé a Camila a poner la mesa y a bañar a Luna, quien sollozaba por el frío, luego de secarla y aplicarle crema hidratante. piel sensible, le puse el pañal y el talco, tomé un mameluco aparte y vestí a mi hija, mientras Camila se cambiaba de ropa.

- ¡Tienes que peinarla, Lorenzo! - refunfuñó Camila, para mí Luna estuvo genial.

- Eres aburrida. - Respondí.

- Eres padre de una niña, si no recuerdas esto no puede salir como una vaga. Ni siquiera usaste perfume, ¿crees que tu madre no nota estas cosas? - Decidí no estar en desacuerdo. Regresé a la sala y me senté en el sofá, pero tuve que levantarme inmediatamente, habían llegado.

- ¡Mi hijo! Pareces un niño sin barba. - mi madre me agarró para darme un fuerte abrazo.

- Mamá... mi pie, ten cuidado.

- Tu madre es así, hijo. - entró mi padre cargando la maleta mediana, dejándola al lado de la puerta.

- Pareces más fuerte papá, ¿has estado comiendo más de lo que deberías? - Bromeé.

- Te está llamando gordo, Michael. ¿Dónde están mi nuera y mi nieta? - Clara caminó por la casa.

- ¡En el dormitorio, mamá! - Grité, papá y yo nos sentamos en el sofá.

- ¿Estás disfrutando de ser padre, muchacho? - Me dio una palmada en el hombro.

- Se siente bien, me gusta. - Fui sincero.

- No quieres que crezca tan rápido. - Esa fue la mayor verdad. Asentí. - Hijo, ¿dónde está tu hermana?

- Creo que durmió en casa de uno de sus amigos de la universidad. - si hablara de Zayn las cosas se pondrían muy mal para ella, papá es del tipo que incluso pediría una transferencia estatal. Esa fue una de las razones por las que Shay buscó la Universidad de California: quería tener más libertad.

- Esa chica mía, pues dile que venga aquí antes del almuerzo. - Llegó Clara cargando a Luna en brazos, siendo acompañada por Camila quien sonrió tímidamente.

- Nuestra nieta es tan hermosa, cariño. Ella es la viva imagen de Lorenzo cuando era un bebé. - Se sentó al lado de Mike, entregándole a mi hija.

- Eres la niña del abuelo, y cuando seas mayor vas a pasar tus vacaciones en Miami, te va a encantar visitar la casa de playa del abuelo. - habló y jugó con Luna como si ella fuera a entender algo.

- Dudo que Camila me deje, papá. - Bromeé y me pellizcaron el brazo.

- Por supuesto, Michael, no llames a Lorenzo.

- Es una madre celosa, Mike. - mi madre se llevó a Luna.

- Pareces muy joven, ¿cuántos años tienes Camila? - preguntó papá, me rasqué la garganta.

- Cumplí 17 años. - Mike se encogió de hombros.

- Al menos no son 15. - nos reímos.

Después de la breve conversación en la sala, tomamos un café, le envié un mensaje para que Shay llegara antes del mediodía. Si algo era Mike, sin lugar a dudas, era sistemático. Odiaba que lo contradijeran o lo engañaran, si daba una orden, confiaba, lo mejor era seguirla.

.

.

.

.

.

Hola bbs, perdón por actualizar un poco tarde (muy tarde) he estado ocupada con la Uni, espero les guste este maraton que les hare, sin fotos porque ando sin un poco de recursos, despues las pondre, para que las disfruten.

Your Hands - Camren AlternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora