¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
‹ Solo los valientes aman -›
Para Kamal el amor era algo doloroso, lo único que conocía del amor era lo que su madre le había dado.
El amor era como una rosa roja, si querías tocarlo podrías sentir como te hacía una herida hasta sangrar, tan hermoso como caótico.
Solo los valientes aman y solo los puros reciben ese amor.
Kamal gozaba de 17 años que -los más viejos- llamaban 'Era dorada'. Trataba de que estaba en la flor de la joventud.
Pero su madre no dejaría que el se divirtiera, solo servía como plan B para elevar a su madre, ese era el amor que le dieron, eso fue lo que le enseñaron.
Entonces vio como su hermano comenzaba a florecer, no como una rosa, sino como una hermosa lilium.
De un bello rosado, tal y como las mejillas de su hermano se coloreaban al ver al Duque y lo que vio ese día no fue un encuentro carnal solo por pasión.
Vio un cuidado a su hermano, como si fuera un cristal y Kamal deseba algo asi.
Los libros de Rachel eran como una dulce miel, quería más y más de ellos y anhelaba aún más tener algo de aquellos libros.
Desde recibir rosas que se 'asemejan' a sus ojos hasta pequeñas serenatas en el balcón, cartas con poemas dónde rimen tan terrible pero que eso sea adorable... ¿Era mucho pedir algo así?
Por otro lado estaba el joven comandante, a sus 21 años había acabado con tanto monstruos que era difícil de recordar el número.
Irradiaba un gran calor, su belleza era grande y que decir de sus músculos, el amaba con todo su ser y solo esperaba que ese amor fuera recíproco.
Creyó que Ariana sería su más grande amor, sabía que ella tenía su harem pero creyó ingenuamente que el mandaba en su corazón.
Y cuando estaba en el suelo sin poder levantarse una mano se le fue tendida, y al tomar esa mano encontró la verdad de todo.
Bavilo y Marker fueron sus salvadores, le ayudaron a ver la verdad y ahora ellos tenían su lealtad.
Gracias a eso pudo seguir en Arbezela a pesar de ya no pertenecer al harem de la única hija del Emperador.
Él no había interactuaro con ninguno de los príncipes a pesar de haber vivido junto a ellos por casi tres meses quitando los meses en que él había ido a Xek para la caza de demonios.
"Comandante Karsias"
La voz juvenil del tercer príncipe se hizo presente en la oscuridad de la noche. El campo de entrenamiento estaba en completa soledad estando solo él y él tercer príncipe.
